El domingo después de desayunar, llamamos a nuestras familias quedando para juntarnos el próximo fin de semana en nuestra nueva casa, por lo que justo después de colgar comenzamos a ver los muebles para comprar las camas para las otras habitaciones.
-Quiero este escritorio en mi oficina -dice Brandon agregándolo a la lista.
-Yo quiero uno blanco -señale buscando la sección donde se encontraba, -este, definitivamente quiero este -señalo el escritorio, el compra anaqueles color marrón igual que el escritorio, mientras yo me decido por un par de los que se pegan a la pared negros, durante una de nuestras platicas habíamos decidido que cada uno decoraría la oficina como quisiera, dado que quienes estaríamos allí seríamos nosotros, así que eso hacíamos, su silla fue negra mientras la mía es una con forrado de cebra,
-Ya quiero ver tu oficina -asegura sobre mis labios y sonrío.
-¿Solo mi oficina? -me burlo y niega besándome. Antes de la comida Brandon vuelve a su departamento por su coche y entrega la camioneta mientras yo termino de acomodar las cajas que faltaban, nuestro primer día como n verdadero matrimonio sin realmente serlo no estaba yendo bien.
El lunes después del desayuno visitamos algunas tiendas de diseño para comenzar a decorar las piezas, el escoge el tapiz beige mientras yo elijo uno blanco, espere su comentario acerca de ello pero solo me había besado, después de comprar las cosas necesarios volvimos al centro comercial para hacer las compras para la despensa, siempre, por las experiencas de mis tías pensé que hacerlo con un hombre sería estresante, ellos apurándote todo el tiempo y quejándose, pero debí saber que con Brandon sería diferente, con él siempre era diferente, ambos estábamos haciendo las compras, ambos hechabamos cosas al carro por lo que terminamos pronto, nos acercamos a la caja y sonreí cuando tomo una revista ''People'' y una barra de chocolate y las dejó en el carrito guiñándome un ojo, pagó con su tarjeta, a lo cual no había podido rechistar, durante el camino hacia la mueblería habíamos tenido otra discusión acerca de eso, él quería pagar los muebles y yo me negué, aseguré que era NUESTRA casa, serían NUESTROS muebles, por lo tanto tendría que ser NUESTRA compra, con NUESTRO dinero, y al ver que no iba a rendirme en eso me la había jugado en contra.
Flashback**
-Bien, tu yudaras con eso pero yo me encargaré de todo lo demás, luz, agua, teléfonos, gas, comida, cable, internet y todo lo que venga en el camino -había dicho con seguridad.
-Brandon, eso es...
-Eso es justo y absolutamente innegociable licenciada Menster, señorita Eliza, Amor de mi vida, futura esposa y dueña de mis quincenas, ¿estas dentro?
-No puedes pagar todo tu solo -protesté de nuevo y dejó salir el aire.
-Bieeeen, de acuerdo, podrás ayudarme con esos gastos -dice finalmente y sonrío, -cuando no pueda trabajar más -aseguró y me di por vencida, porque si alguien era más terco que yo, ese era Brandon.
Fin Flshback**
-¿Sabes que nunca te dejaré ir cierto? -pregunto tomando su mano y entrelazando nuestros dedos.
-¿Lo prometes? -pregunta y niego.
-Lo juro -afirmo haciéndolo sonreír.
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Cuando el miércoles de esa semana llega, nuestras oficinas están listas, pero dado que los muebles aun no están aquí nos negamos a que el otro vea la oficina del otro.
-¿Cuándo comenzaras a arreglar el jardín? -pregunto mientras el lava los platos.
-Quería esperar hasta la próxima semana -dice y me mira, -¿quieres que lo haga hoy? -niego.
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Una vida en el paraíso.
Chick-LitTercer libro de la trilogía Cooper. Obra registrada en Safe creative No. 1509015045772 Todos los derechos reservados. cualquier copia parcial o total de la obra es considerada robo y eso es un delito.