19. ÚLTIMO CAPITULO

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—¡Pásame la salsa! -grita Francia y río ante la mueca de Brandon, —¡pásamela, pásamela, pásamela! -lo cuca ella haciéndome reír más fuerte.

—¿Cómo les ha ido? –cuestiona mama llamando mi atención, después de que les dije que me encontraba de nuevo bien de salud habían decidido organizar una reunión familiar el fin de semana y la menor de las hermanas de Brandon también había venido.

—Bien, aunque no he podido hacerme de casos interesantes por ordenes de...

—¿Del doctor? –pregunta Rebecca uniéndose a nuestra platica y niego, miro a Brandon que le saca la lengua a su hermana y luego mira hacia nosotros y sonríe orgulloso.

—Por órdenes de su hijo –le explico y sonríe divertida.

—Bueno, yo estoy feliz por eso –asegura mamá y aprieta la mano de Brandon en señal de apoyo, ruedo los ojos y llevo la cucharada de sopa a mis labios, Brandon comienza a contarles sobre nuestra vida de casados.

—Soy una esposa floja –digo y Brandon niega.

—Por supuesto que no –asegura y bufo.

—Eso lo dices porque estas muy enamorado de mi Brandon, cuando estés viejo y te pongas a pensar querrás divorciarte de mí –digo y sonrío, —pero no te daré nada entonces –afirmo y niega sonriendo.

—No hay forma en que me separe de ti Eliza –me asegura y Francia suelta un suspiro ruidoso haciéndonos reír a todos.

—Es injusto, por eso estoy soltera –se queja y reímos de nuevo. El domingo por la tarde llevamos a las mujeres al aeropuerto para que regresen a casa.

—¿Nos veremos la próxima semana? –pregunta mamá y ambos asentimos.

—Brandon verá a un cliente cerca de casa y nos pasaremos a saludar a la familia –aseguro y asiente.

—Nos vemos después entonces –se despide Rebecca y besa nuestra mejilla seguida de Francia, ellas toman primero su vuelo a california y diez minutos más tarde mamá.

—¿A casa? –pregunta Brandon y asiento.

—Pero necesito llegar al centro comercial a comprar unas cosas –digo recordando que los tampones están por terminarse.

—Entonces al centro comercial –dice y toma mi mano mientras caminamos hacia el auto.

******

—Eliza, tu cliente te espera en la oficina –informa Inés, la secretaria de Brandon que había decidido compartir conmigo.

—¿no crees que esto fue una buena idea? –pregunta Brandon y sonrío.

—Pregúntale a ella si se divierte –digo y sonríe con diversión.

—Claro que lo hace, su parte favorita es cuando te mando mensajes sucios a voz –dice en un susurro para que ella no escuche y ruedo los ojos, tomo la pluma que estoy utilizando y se la lanzo al pecho.

—Idiota –lo molesto y se pone de pie, camina hasta la puerta y la cierra girándose con una sonrisa sugestiva, —olvídalo, tengo un cliente esperándome –digo mientras se acerca.

—Puedo ser más divertido que tu cliente –dice él mordiendo su labio.

—Tengo que ir a trabajar porque... -llevo mis manos a mi boca y corro hacia su baño, escucho sus pasos detrás de mí y se arrodilla a mi lado sosteniendo mi cabello fuera de mi rostro.

—Te dije que esa fruta ya estaba vieja –me reprende y cuando quiero argumentar que no es bueno tirar comida vuelvo a vomitar, tal vez debí escucharlo, —¿estas bien nena? –cuestiona preocupado y sonrío asintiendo.

Una vida en el paraíso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora