Capítulo 5: creí que ahora sería un cuento de hadas

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Slenderman subió las escaleras y se dirigió a dónde se encontraba Rosa escondida. Toco la puerta varias veces, pero no le respondieron ni tampoco podía abrir la puerta. él no quería hacerla sentir incómoda o asustarla más porque sabia que ella era muy valiosa así que solo se fue de ahí. Bajó las escaleras y vio a Eyeless, Jeff, Sally, Ben y Smile mirándolo y esperando una respuesta.

- ¿Quien es ella? - preguntó Eyeless.

- Es la nueva habitante en ésta familia, quiero que la traten bien y no la molesten.

- ¿Es una niña? - preguntó Sally emocionada - Quiero verla - la niña salió corriendo y Ben la detuvo.

- Espera Sally, ella no es como nosotros.

- Muy cierto - dijo Jeff - ¿de dónde rayos la sacaste? Es como alguien normal, ¿que planeas hacer con ella?

- Eso - le dijo el hombre acercándose - no es de tu incumbencia.

- ¿Qué? ¿Acaso es tu nueva favorita?

- Jeff - le dijo eyeless - será mejor que tengas cuidado con tus palabras.

- Deberías escucharlo - le dijo slender retirándose de ahí.

En la habitación, Rosa lloraba desconsoladamente, se dio cuenta que esto era real cuándo se dio algunos pellizcos y rompió uno de los vidrios de la ventana y se cortó con uno de ellos. Luego abrió los cajones y vio su ropa acomodada y doblada en los cajones. También se dio cuenta que Ramsés murió, realmente murió y ahora estaba sola y abandonada con un montón de raros y extraños que podían hacerle cualquier cosa.

Ya habían pasado tres días desde que Rosa se encerró en la habitación y nadie sabía que hacer. Slender les pidió que idearan la forma de que ella saliera por su cuenta. Ellos no entendían por que Slender la trataba con tanta delicadeza. A ninguno se le ocurría nada y entonces Jeff salió de la casa muy enojado.

- ¿A dónde vas? - le preguntó Eyeless.

- Esto no tiene sentido, buscaré un experto en niños.

Al cabo de una hora llegó Laughling Jack y le contaron el problema. El no quería ayudar al principio, pero le dio curiosidad de saber quien era al escuchar todo lo que les dijo Slender.

- Tengo una idea - dijo el payaso - necesito a Puppeter y Sally - dijo dirigiéndose a la niña - ¿me prestarías algunas de tus muñecas?

Rosa estaba sentada en la cama, con los ojos rojos y algunas ojeras de tanto llorar y evitar dormir. Tenía miedo que entraran por la noche y le hicieran daño. De pronto, la puerta se abrió y la chica se cubrió con las cobijas. Pero de la puerta comenzaron a salir algunos globos, un trenecito de vapor y en los vagones tenía terrones de azúcar, caramelos una tetera, una una taza y algunas galletas. Luego entraron muñecas controladas por unos hilos dorados. Le traían huevos con tocino, jugo de naranja, waffles, pan y tarros con miel. Las muñecas dejaron todo en una mesita y en el suelo y luego se marcharon cerrando la puerta. Rosa se levantó de la cama y vio que en el tren había una nota que decía: ''Perdón por haberte asustado, no era nuestra intención, no queremos hacerte daño. De seguro tienes hambre come todo lo que quieras y por favor déjanos una nota. Cuándo te sientas mejor puedes salir''.

Al día siguiente, Ben paseaba por los pasillos y entonces vio un pedazo de papel debajo de la puerta de Rosa. Se agachó y levantó el pedazo de papel. Le dio un vistazo y luego fue con los demás para decirles que la chica lo escribió. Todos se acercaron y Jeff comenzó a leer: ''Gracias por lo de ayer, pero aún no confío en ustedes no los conozco, quiero saber si encontraron a un chico cerca de dónde estaba yo. Necesito saber si me van a ayudar y que no me van a hacer daño''.

- ¿Que le ocurre? - dijo Jeff algo molesto - ¿No le vasto que le lleváramos un circo hasta ella? Esa chica es muy rara, ¿por que no la abandonas en el bosque y dejas que muera?

- Ya te lo dije - dijo Slender - ella es alguien muy especial, fue muy difícil de conseguir y no pienso dejar que ella se valla tan fácil, además, ella no es como nosotros.

- ¿A que te refieres? - le preguntó Ben.

- Pronto lo verás. Al parecer su idea dio resultado, pónganle una carta cada uno debajo de la puerta y verán que pronto les tendrá confianza.

- ¿Como sabes que lo hará? - le preguntó Jack.

- Créanme, la conozco mejor que ella misma.

A Ben y a Sally les agradó la idea de inmediato y comenzaron a escribir sus cartas para luego ponerlas debajo de la puerta. Rosa vio como las cartas se deslizaban por el suelo y cuando los niños se fueron, se levantó de la cama y levantó las cartas. En ellas le preguntaban cómo era, que le gustaba y que querían que ella saliera y hablara con ellos. Al principio le pareció muy atractiva la idea de hablar con alguien que de verdad quería conocerla, pero al recordar a Eyeless, Jeff y Smile le dieron escalofríos y las ganas de salir se esfumaron.

Ya había pasado poco más de una semana desde que Rosa llegó a la casa y aún no se había atrevido a asomarse de la puerta, aunque si aceptaba la comida que le daban. La familia no sabía que hacer, ellos hacían un paso para que ella los siguiera, pero luego retrocedía.

- ¿Por qué creen que ella todavía no nos tiene confianza? - preguntó Slender.

- ¿Que acaso no es obvio? - dijo Eyeless - le damos miedo, para nosotros es normal, pero por lo que nos dijiste, ella sigue siendo una persona normal.

- ¿Y qué es lo que sugieres?

- Hay que hablar con ella, que nos conozca cara a cara.

- Oh si genial - dijo Jeff con sarcasmo - ¿pero quien rayos irá? De lo poco que me imagino de esa niña debe ser alguien gracioso, de apariencia normal, que le agrade a alguien tímido... - todos se miraron entre sí y se dieron cuenta que pensaban en una misma persona.

- Voy por él - dijo Slender teletransportándose.

Rosa estaba dormida cuándo de pronto escuchó que alguien abría la puerta y se tapó la cara con las manos. Quitó las manos y vio a un chico con gogles naranjas, una sudadera café, tenis, jeans, piel pálida y el cabello castaño. Tenía dos hachas, una en cada mano y se movía de una forma extraña. De pronto el chico salió corriendo hacia ella y se quedó paralizada.


Little catDonde viven las historias. Descúbrelo ahora