Capitulo 27: y lastiman.

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Rosa se quedó helada, no sabía que hacer.

- Al parecer esto no es divertido - dijo Zalgo mirando a Toby con sangre - tengo una mejor idea - dejó a Toby desangrándose y se dirigió lentamente a los demás Proxys -. Veamos que tenemos aquí, no tu no, de tin marin de do... - de repente se detuvo y puso una sonrisa en su rostro - tu - dijo apuntando a Hunter.

En cuánto se acercó para sujetar a Hunter, Loki, el gato negro, se abalanzó en contra del demonio para proteger a su amo. Comenzó a morderlo y rasguñarlo hasta que pudo quitárselo de encima y lo lanzó en contra de una pared. El gato se levantó y comenzó a bufar y enseñar los colmillos. Entonces, Zalgo se miró la mano llena de rasguños y ambos ojos se tornaron negros con rojo. Loki saltó encima del demonio y éste lo atrapó en el aire sujetándolo del cuello. Hunter comenzó a levantarse para salvar a su amigo, pero Zalgo lo pisó, impidiéndole que se moviera.

- Nunca me han gustado los gatos.

En ese momento, le sacó los ojos al gato y el animal gritaba de dolor. Rosa cerró los ojos y volteó hacia otro lado, no quería volver a ver eso de nuevo. Cristina tomó con fuerza el mentón de Rosa haciéndola voltear de nuevo, aunque tuviera los ojos cerrados.

- Mira bien - le dijo Cristina - si hubieras aceptado, nada de esto estaría pasando. Todo esto es tu culpa - varias lágrimas salieron de los ojos de la chica.

Zalgo le abrió el hocico a Loki y le arrancó la lengua. El gato daba gritos ahogados al atrangantárse con su propia sangre y se mezclaban con los gritos de Hunter. Luego, se escuchó un crack y el gato dejó de moverse, el demonio le había roto el cuello. Hubo unos segundos de silencio y Zalgo se le acercó a Rosa. Le levantó el mentón, pero ella se negaba a abrir los ojos.

- ¡Abre los ojos! - no hubo respuesta - ¡QUE LOS ABRAS MALDITA! - la chica abrió los ojos y vio el gato muerto y mutilado enfrente de ella - ¡MIRALO BIEN! Si estás con Slender terminarás de esta forma. No podrás ver, no podrás hablar, solo serás un títere que pueda manejar a su antojo ¡¿QUIERES QUEDAR COMO ESTE ANIMAL?!

- No - susurró Rosa mientras las lágrimas no dejaban de brotar.

- ¡No te escuché!

- ¡No quiero!

- Entonces ven conmigo - dijo ofreciéndole la mano desocupada - solo acepta ser mía - la chica tragó saliva y vio a sus compañeros.

- Yo... yo... yo acep...

- ¡Argh! - gritó Cristina.

Slender llegó a tiempo, destruyendo el árbol y sujetando a Cristina del cuello con uno de sus tentáculos. Lanzó a la chica lejos y Rosa se quedó petrificada del miedo al ver a Slender.

- Zalgo - dijo Slender furioso - devuelvemelos.  

- No lo creo - dijo Zalgo sujetando a Rosa por atrás - ella será mía y tus malditos Proxys se irán al infierno.

Slendermán rugió y varios tentanculos salieron de su espalda, los cuales cortaron las ataduras de los chicos. Estos comenzaron a correr lo más lejos que podían.

Los chicos corrían lo más rápido que podían. Sus corazones latían rápido y su respiración también lo era. De pronto, algo sujetó a Hoody de la capucha y lo hizo caer al suelo. Los demás estaban tan asustados que no se percataron de eso y siguieron corriendo. Al mirar quien lo había tirado vio que Cristina lo miraba y sostenía su guadaña.

- Tu no te vas a escapar - le dijo elevando su arma. 

El arma cayó rapidamente, pero el chico la esquivó. La joven agitó su arma tratando de asestar un golpe y cortarlo por la mitad mientras reía. Hoody logró darle una patada en la cara, con lo cual, ella cerró los ojos. Al abrirlos no lo encontró y comenzó a caminar lentamente por los alrededores.

- Hooodyy - decía cantando - ¿donde estáaas? Quiero jugar contigooo - el chico estaba arriba de un árbol, tratando de hacer el menor ruido posible - ¡Te encontré! - dijo Cristina cortando el árbol de un solo tajo.

- Mierda - dijo el chico mientras caía.

Hoody trató de salir corriendo en cuánto el árbol tocó el suelo, pero sus pies se atoraron en las ramás y cayó.

Mientras tanto, Slender y Zalgo discutían por Rosa, la cual estaba presa por el demonio.

- Olvídala Slender - dijo el demonio - no la necesitas, sabías que esto iba a pasar, que ella sería mía - dijo estrujándola contra su cuerpo.

- ¿Slender? - dijo la chica llorando.

- No llores Rosa - dijo Slender - yo te voy a proteger.

- ¿Proteger? - se burló Zalgo - ¡Já! Si claro, al igual que protegiste a tus otros Proxys, no lo creo. Ella es un tesoro muy preciado y no lo pienso dejar con un tipo que solo la quiere para hacer mandados. Ella tiene más potencial - de pronto, Rosa se acuerda que tenía un pequeño cuchillo en uno de los bolsillos y comenzó a estirarse lo más que podía -. Pero no te preocupes, yo con gusto la cuidaré.

Rosa alcanzó el mango del cuchillo y con una mano firme, la hizo un corte muy largo en el costado de Zalgo. Este la soltó y Rosa vio con horror lo que se asomaba por debajo de la ropa. Bocas, varias bocas con dientes afilados que gritaban y Rosa que quedó espantada al verlo, no podía moverse y las piernas le temblaban. De pronto, el demonio extendió uno de sus brazos en el cual había una boca y mordió a la chica en el brazo. Slender la tomó de la cintura con uno de sus tentáculos y rápidamente se teletransportaron.

- ¡Nooo! - gritó Zalgo al tratar de alcanzarlos - ¡Mierda!

Hoody trató de levantarse otra vez, pero Cristina lo tomó de la cabeza y comenzó a golpearlo varias veces en el suelo hasta que dejó de moverse.

- ¡Muere! - gritaba la chica ¡MUERE GUSANO DE SLENDER! - de pronto escuchó una estática detrás de ella y sintió un escalofrío.
- Nadie - dijo Slender enojado - le habla así a mis muchachos.

La sujetó del cuello, la golpeó varias veces contra el suelo y los árboles mientras gritaba y al final Slender le encajó tres tentáculos en el cuerpo para después lanzarla lejos.

Slender bajó con cuidado a Rosa y ella corrió hacia Hoody.

- Slender - dijo la chica llorando y con un nudo en la garganta - Hoody no responde, no se mueve, tampoco respira ¡ESTA MUERTO! 

       


Little catDonde viven las historias. Descúbrelo ahora