Capitulo 26: Algunos no son coincidencia

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- ¡Aaah! - grita Hoody sobresaltado y lleno de sudor frio.

- ¡Hoody! ¿que ocurre? - le pregunta Masky.

- Fue horrible - dijo sosteniendo su cabeza - Rosa era poseída por Zalgo y nos mataba a todos y... y yo...

- Tranquilo - le dijo Kate - todo va estar bien, solo fue una pesadilla, no son reales.

- Pero todo era tan real - dijo como excusa.

De pronto, Uragi despertó a Hunter y luego de gruñir, el chico se levantó y se talló los ojos.

- ¿Que ocurre Uragi? - le preguntó soñoliento.

El gatito se dirigió a la cama de Rosa, dónde había un bulto cobijado y quitó la manta. Hunter abrió los ojos como platos.

- ¡ROSA NO ESTA! - todos voltearon y vieron el bulto.

Mientras tanto, Cristina y Rosa se adentraban más en aquel bosque que se tornaba más oscuro y tétrico cada vez más.

- ¿Ya casi llegamos? - dijo la niña con miedo.

- Oh, vamos, ¿no me digas que ya te está dando miedo? ¿Acaso no quieres ver a ese tal Ramsés?

- Pues... - bajó la mirada - yo...

- Entonces anda ¡camina! Tus pasos son muy cortos.

- ¡Si! - asintió y se abrazó más a la sudadera.

- Ya casi llegamos, no te desesperes.

Los Proxys se quedaron en el campamento un rato esperando a que volviera, pero no lo hizo y todos recogieron sus armas para buscarla.

- Esto me da mala espina - dijo Masky - mejor nos damos prisa - en cuánto dieron unos pasos algo se les apareció - ¿pero que...?

Varias criaturas negras y deformes comenzaron a rodearlos y les impedían el paso.

- Tenías razón Masky - dijo Kate - esto no es cualquier cosa, es obra de Zalgo.

- Entonces es posible que Rosa esté con el, esto va muy mal - dijo Hunter.

- Eso quiere decir... - dijo Hoody asustado - que Zalgo va a poseer a Rosa y entonces...

- ¡No pienses en eso! - le gritó Masky - ¡Concéntrate ahora! Debemos llamar al jefe ¡Kate! Corre lo más rápido que puedes, debes encontrarlo, eres la más rápida y la que ve mejor en la oscuridad ¿lista? - la chica asintió - ¡Ahora! - en ese momento salió corriendo y esquivando a cuántos podía.

Los chicos se quedaron peleando contra aquellas criaturas mientras Kate buscaba a Slenderman.

Rosa y Cristina llegaron a un enorme árbol seco y con el tronco negro.

- Está ahí dentro - dijo Cristina mientras Rosa solo se asomaba - adelante, que esperas ¿una invitación? - la chica negó - Entonces adelante.

Rosa entró y se sorprendió al ver que el interior del tronco era como el cuarto una enorme mansión. Tenía un candelabro, algunos muebles, una chimenea y todo estaba tapizado con color rojo. Todo parecía algo descuidado y abandonado. Mientras Rosa admiraba la habitación, alguien la miraba desde las sombras.

- Hola Rosa - dijo una voz grave y sombría - bienvenida, no sabes cuánto he estado esperandote.

Kate llegó a una parte profunda del bosque llena de árboles muy delgados y altos. Tomó un respiro y luego comenzó a llamara Slender lo más alto que podía.

- ¿Que ocurre? - dijo el hombre saliendo de un árbol - Estas muy alterada.

- Es... Rosa... ella

- ¿Rosa? ¿Que le pasa? ¿Todo esta bien?

- No... nada está bien... Zalgo se llevó a Rosa.

En ese momento, Slender se hizo más alto, sus dedos se alargaron como garras y su cara comenzó a desgarrarse en una boca llena de dientes afilados.

- Ve a la casa y no salgas de ahí - dijo el hombre antes de teletransportarse.

De las sombras salió un hombre joven, alto, robusto, de piel gris, con un ojo amarillo y el otro negro con la iris roja, el cabello negro alborotado y un par de cuernos se asomaban en su cabeza. Vestía un traje negro muy descuidado y roto.

- ¿Quien... quien eres tu?

- ¿Que acaso no es obvio? Soy Zalgo.
- Slender dijo que eras un monstruo horrible y malvado - el hombre solo se rió y se le acercó más.

- ¿Malvado? Por favor, toma asiento, no te quedes ahí parada, eres mi invitada.

La chica se sentó en uno de los sofás y luego Zalgo se sentó al otro extremo.

- Bien - dijo el demonio - vamos al grano de una vez. Yo, le dije a Cristina que te fuera a buscar para decirte que yo podía revivir a tu amigo Ramsés.

- ¿En serio puedes revivirlo?

- Por supuesto, sino, no te hubiera mandado a buscar ademas quería pedirte un pequeño favor.

- ¿Un favor? ¿cual señor?

- Es muy sencillo y simple - dijo mirándola a los ojos - tu no solo tendrás que ser mi sirvienta por toda la eternidad - la chica abrió los ojos muy sorprendida - sino que también serás mía, así de sencillo.

Rosa sabía que si aceptaba no habría vuelta atrás. Y una eternidad era mucho tiempo. Por alguna extraña razón comenzó a desconfiar en él, no le gustaba como la miraba.

-  Este... - dijo al chica levantándose del asiento - yo... ya casi amanece - lentamente se retiraba a la salida - y los chicos se van a preocupar si despiertan y no estoy, así que solo déjeme pensarlo por unos días y... y yo le digo - de pronto chocó con algo y se dio media vuelta para encontrarse con Cristina cargando una guadaña.

- ¿A dónde vas gatita? - dijo la joven burlándose de ella mientras Zalgo reía.

- Enserio por un momento creí que caerías fácil, pero ahora veo que no eres la misma de antes, lamento haber tenido que utilizar esto muy rápido, muchachos, haganlos pasar.

De pronto varias criaturas deformes entraron y dejaron a todos los Proxys tirados en el suelo y amarrados.

- ¡ROSA SAL DE AQUI YA! - le gritó Toby asustado.

- ¡Cállate maldito! - gritó Zalgo pisándole la cabeza al chica - Cierra el hocico.
- ¡No lo toques! - dijo la chica corriendo hacia ellos, pero Cristina la sujetó a tiempo.

- Bien - dijo el demonio - creo que el trato cambiará ligeramente. Sé mía para siempre y los dejaré a todos con vida y sin un solo rasguño, fácil ¡contesta rápido mocosa!

Rosa no sabía que hacer, estaba acorralada en la pared, no quería hablar, así que solo se quedó viendo.

- Bien - dijo Zalgo con indiferencia - como quieras mi princesa, comenzaré con éste - dijo jalando a Toby del cabello y separándolo de los demás  - el mejor y más Proxy, el favorito de Slender a la hora de los combates o debería decir, ¡Un verdadero adefesio de circo! - de pronto, lo azotó contra el piso.
- ¡TOBY! - gritó Rosa a todo pulmón y luego vio como Zalgo comenzaba a patearlo fuertemente.

- Escoge hermosa, antes de que lo mate a golpes.

Ante esto, Rosa no tuvo más que tomar una decisión.        




Little catDonde viven las historias. Descúbrelo ahora