Soul: La profecía

Capítulo 11: Todo lo dicho se va cumpliendo.

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Todos se han reunido alrededor de una fogata, a la espera de la noche. Hace un par de minutos, Zephyr ha decidido desatarme las manos y ahora me froto con suavidad las muñecas para aliviar el dolor.

Frente a nosotros está la cabaña de Kris, la cual parece estar a punto de derrumbarse por el tiempo. Veo unos pocos y mal pintados símbolos que solo yo puedo leer. La mayoría de ellos son frases sin sentido y advertencias absurdas. También veo la profecía escrita en la puerta principal, aunque la mayor parte de la pintura negra está desteñida.

El cielo se oscurece con lentitud, como una lenta secuencia de tiempo para la catástrofe. Noah y Zephyr han hablado de un eclipse. Supongo que tendrá relación con la profecía. Pero lo que me preocupa es la Luna. Hoy habrá Luna llena y el eclipse cubrirá la Luna. Me pregunto si de todas formas nos transformaremos en lobos.

<<¿Era allí donde vivías, Kris?>> Se que le dije que jamás le devolvería la palabra a ninguno de los Ancianos, pero en este momento, en el único que puedo confiar es en Kris. Además, de alguna forma siento que todo esto se acerca a su fin y no quiero quedar en malos términos con él cuando nos encontremos en el otro plano.

-No específicamente. Este valle lo encontré con mi fiel amigo, el padre de Zephyr, antes de que su hijo naciera o que nosotros encontráramos a nuestras Mates. Eramos una manada de poco lobos, pero aquí nos asentamos un tiempo en la cabaña. Durante ese tiempo se estaban desarrollando mis dones y estaba averiguando sobre las marcas. Muchas veces tenía visiones cortas, pero nunca tan específicas como las tuyas. Por eso fui a investigar en el templo del monte y descubrí muchas cosas gracias al lenguaje del Sexto Sentido.-

<<¿qué clase de cosas?>>

-Bueno, todo lo que te hemos explicado hasta ahora es una fracción de lo que aprendí allá. En ese lugar me familiaricé con los símbolos de la Luna y mi función en la vida. Sabía que no era el elegido para tomar el puesto de heredero, pero quería hacer algo más por quien si lo era. Cuando mostré esa determinación, la Luna me concedió mi deseo. La misma noche después de volver a la manada, recibí una visión en sueños que terminó siendo todos los secretos de los símbolos y como usarlos. Sabía que era un poder peligroso, pero no debía ser olvidado. Lo escribí en un libro y lo mantuve conmigo todo el tiempo hasta el momento de irnos de la cabaña.-

<<¿Por qué tuvieron que irse?>>

-Soul, en este mundo hay muchos lugares sagrados, ya sea para los lobos o para los humanos. Este valle es uno de ellos y pronto sufrimos de varios pesares por estar demasiado tiempo aquí. Así que en ese momento decidí que lo mejor es que algo tan poderoso como ese libro se quedara en la cabaña. Sin embargo, cometí un grave error al contarle a Zephyr cuando era niño sobre las marcas y que conocía un lugar donde estaban los secretos. Tal vez las cosas hubieran sido diferentes si no le hubiera dicho nada y entonces ni mi amigo, ni mi hijo, ni tu familia estaría muerta.-

Lo miro y veo que en su mirada serena hay algo de tristeza. Supongo que no es tan distinto de mí. Él también tiende a culparse de las cosas del pasado.

-Heredera, no te apenes por mí. Mis errores ya son pasado y me siento agradecido de que la Luna me haya perdonado, al igual que mis amistades y familia. Lo que importa ahora, es lo que tu decidas hacer, porque se que a pesar de todo, cumplirás con la profecía y vencerás a Zephyr.- Lo miro una vez más antes de que él desaparezca de mi vista a voluntad propia.

-Heredera...- Rápidamente giro mi cabeza al origen de esa odiosa voz. Zephyr se levanta y me mira con ojos serios.

-Ya es hora.- Me levanto y camino hacia él, inexpresiva.