Capítulo 15: El ascenso de un Alpha.

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+P.O.V:SOUL+

Entre desmayos y gritos he pasado los últimos minutos hasta que Zephyr me suelta. Caigo al suelo sin fuerzas y el brillo a mi alrededor desaparece de a poco. Pronto el brillo del círculo se desvanece por completo y lo único rojo que hay en la nieve es mi propia sangre. 

Trato de hacer funcionar mi cuerpo, pero no hay reacción de mi loba. Es como si estuviera noqueada y eso también me afecta negativamente a mí. Lo único que me mantiene consciente es la nieve congelando mis huesos. 

-Ja... ja...- Escucho la voz de Zephyr y muevo mi cabeza para verlo. Está a espaldas de mí, pero veo como sus hombros se mueven de manera extraña y poco natural. Pronto comprendo que es por sus carcajadas. 

-¡Ja ja ja ja ja! ¡Al fin! Después de tanto tiempo...  ¿¡Este es el poder de la Luna!? Tan fuerte, tan poderoso...- Aprieto los puños contra el suelo y me arrastro como puedo para llegar a su pierna. Sin muchas fuerzas, agarro su tobillo y lo miro desafiante, a pesar de mi debilidad. 

Cuando gira su cabeza para verme, me separo de su pierna aterrada. Me dedica una sonrisa torcida que deja ver sus dientes. Algo en su rostro y expresión han cambiado. Antes veía el deseo de poder en su mirada y la manera en que miraba al mundo era como si todos fueran herramientas. Pero ahora... sus ojos amarillos están mezclados con brillos plateados y su rostro demuestra el sadismo que siempre ha poseído. Es claro que la obtención de mi poder lo ha hecho cambiar tanto. Ahora demuestra arrogancia y superioridad. 

Con un movimiento de dedos, siento una fuerza invisible empujándome hasta caer de rodillas. Al alzar la vista veo a la manada de recluidos sonriéndome y burlándose de mí con la mirada... a excepción de tres personas. Noah no se toma la molestia de mirarme y simplemente mira con aire desinteresado la Luna eclipsada. Sin embargo... Axel se muestra tenso al verme y sus pupilas están contraídas. A su lado está Prisk, la cual no aparta sus ojos sorprendidos de mí. 

La fuerza invisible vuelve a levantarme y mis pies flotan unos centímetros sobre el suelo. Siento unos pasos y veo a Zephyr parado a mi lado. Sus ojos están fijos en su manada y su sonrisa confiada entusiasma más a sus seguidores, aunque sin contar a Prisk y Axel, los cuales no han dejado de verme. 

-Este día es el comienzo de una nueva era, en la cual, los lobos marcados serán los líderes a mi lado. Con el poder de la Luna a mi lado, nada podrá detenernos.- Los vitoreos llegan enseguida, junto a una feroz ráfaga. El viento ruge y todos se cubren. Zephyr mira con ojos entornados a su manada y pronto me doy cuenta de que no es a ellos a quien mira... sino a los espíritus que han salido a la luz. 

Decenas de lobos espirituales surgen y miran con recelo y furia a Zephyr, el cual simplemente les sonríe con pedantería. Los lobos le gruñen y veo entre ellos a muchos que he conocido: mi manada, mi familia, los Ancianos y al joven hijo de Zephyr. Este último es el primero en correr hacia él enseñando los colmillos y dispuesto a matar. No obstante, cuando está por atacarlo, Zephyr habla. 

-¡Detente ahora, lobo!- Los ojos de mi amigo se contraen y se detiene de golpe gruñendo. Es obvio que quiere continuar corriendo, pero algo se lo prohíbe. 

-Maldito...- Masculla entre gruñidos. Todos sus músculos están tensos y sus marcas brillan, pero no puede hacer nada. Zephyr sonríe y lo mira. 

-Miren quien está aquí. No es nadie más que mi inútil primogénito.- El lobo amarillento ladra y sus garras se clavan en la nieve. 

-De todos los hijos que tuve, debo decir que tu fuiste el más problemático, en especial por tu patética madre que siempre decía que había algo bueno en ti. No entiendo como acepté quedarme con ella después de solo haberla utilizado. Me alegro de que haya muerto...- 

Soul: La profecíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora