Soul: La profecía

Capítulo 7: Regreso a la vida.

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Axel camina a mi lado mientras conversa conmigo, animado. Por lo que me cuenta, hoy está de buen humor porque hoy podrá salir nuevamente fuera del templo a hacer labores de Zephyr. No se que clase de trabajos serán, pero debe sentirse bien salir de esta jaula bajo tierra. A mí me gustaría volver a disfrutar del aire fresco, en vez del constante aire estancado y seco de este lugar.

Suspiro, recordando mi sueño pasado. Le dije a Blake donde me encontraba y ahora, me arrepiento mucho de eso. Si va a venir, entonces no estará solo, sino que vendrá con el resto del clan Sombra, tal como la última vez. Pero esta vez Zephyr es mucho más poderoso y tiene a más aliados de su parte. Esta vez no van a sobrevivir. Maldición, ¿por qué me deje llevar por sus palabras?

-Soul, te noto algo distante ¿sucede algo?- Me giro hacia él. 

<<No, solo un mal sueño.>> Axel me mira preocupado, así simplemente le sonrío y cambio de tema. 

<<No te preocupes ¿por qué Zephyr me ha llamado esta vez?>> Me alegro al ver que mi técnica ha funcionado y Axel pronto cambia por sí mismo el tema.

-No estoy seguro, pero supongo que tiene relación con la búsqueda de esa cabaña. Parece que encontraron algo similar a tu descripción y lo que decía el diario. Y bueno, como ya sabes,  Zephyr no tiene mucha paciencia, y según la profecía se acerca con rapidez, así que no hay tiempo que perder.- ¿Cómo puede estar alguien seguro de eso? Creía que nadie sabía con exactitud el momento en que ocurriría, pero al parecer Zephyr si lo sabe. Me pregunto por que. 

-Ya estamos aquí.- Axel se detiene frente a una puerta que me resulta extrañamente familiar. Cuando la abre frente a mí, comprendo la razón de esa sensación. Frente a mí se muestra la misma biblioteca que inunde con mis poderes para protegerme del resto de los lobos. 

Axel me empuja suavemente, animándome a entrar, pero la verdad es que no estoy muy animada en hacerlo. En medio de la sala se encuentra Zephyr guiando a un grupo de doce lobos, los cuales, supongo, deben ser aquellos dentro de la élite de esta manada, es decir, aquello que están marcados por la Luna. 

Cuando se dan cuenta de que ya estamos aquí, todos se detienen por completo y me miran directamente. Tantos ojos sobre mí me intimidan, y tiendo a encogerme, como si quisiera desaparecer en este momento. Maldición, estoy rodeada de hombres y mujeres lobo que me detestan o que simplemente les causó indiferencia. Supongo que jamás seré bienvenida aquí. 

-Oh, Soul, que bueno que hayas llegado.- Zephyr me sonríe y me indica con una mano que avance hacia él. Trago saliva nerviosa y camino, tratando de no mirar a los lados, aunque igualmente termino haciéndolo.

Veo de reojo la mirada de todos y como algunos tienen armas en sus bolsillos y cinturones. Lo que más me espanta es ver a Priscila jugando con una daga en sus manos con aire despreocupado. Sin embargo, apenas paso a su lado ella aprieta la mano alrededor del mango y sus ojos rojos y gatunos vuelven a convertirse en una línea negra, demostrando el odio que le causo. 

Llego al frente de Zephyr con los nervios de punta. 

-Lamento que estos días hayan sido agitados para ti, pero como te dije antes, tu destino está por cumplirse y necesito ese libro antes de que suceda.- Comienzo a temblar furiosa cuando Zephyr toca mi cabeza como si fuera mi padre. Él es solo el asesino de mi familia. 

-Muy bien, perdón por no presentarte al resto del grupo como corresponde, pero todos ellos nos acompañaran en nuestro viaje.- Me gira para que vea a la docena de lobos que me observan. 

-Ellos son mis mejores lobos, y como creerás, también son los que están bendecidos por los dones de la Luna. Cada uno de ellos serán nuestros acompañantes y tus vigilantes. No sería bueno que trataras de escapar ahora que ya he llegado tan lejos.-