+P.O.V:SOUL+
Los cuatro pequeños cachorros se acurrucan en mi pelaje oscuro y yo los cubro con mi peluda cola. Al menos así mantendré el calor. Sus pequeños cuerpos se apegan al mío y yo solo solo sonrío aliviada.
Me alegro tanto de que al fin hayan nacido a salvo de todo. Me dedico a verlos con atención y veo las marcas en sus pelajes. Entonces si heredaron mis marcas. Si esto acaba, al menos no tendrán que pasar lo mismo que yo tuve que vivir en mi infancia. Tres son hombres y una es una mujer. La pequeña cachorra tiene el pelaje rojizo de su padre, solo que más brillante, como la escarlata. Por otro lado, el resto de los cachorros machos tienen distintos pelajes al de su hermana. Dos de ellos tienen mi pelaje negro con zonas rojas, mientras que el más grande de ellos tiene un pelaje rojizo mezclado con rubio. Ese color debe venir por mi familia, gracias a mis hermanos.
A pesar de la felicidad inundando mi cuerpo, me siento muy cansada y abatida. El parto se ha encargado de quitar todas mis fuerzas.
-Así que aquí estás, heredera.- Alzo mi cabeza como puedo y veo a Noah entre la nieve y mi vista borrosa. Todo me da vueltas, pero puedo reconocer esos ojos fríos en cualquier parte. Es la misma mirada que tuvo cuando mató a su Alpha, Zephyr.
A pesar de que se haya lavado las patas, aún hay rastros de sangre en sus garras y en sus dientes se puede ver ese líquido carmesí ¿querrá matarme? La verdad es que ya no me importa. Estoy satisfecha con mi vida ahora que mis pequeños cachorros han nacido.
<<Mataste a Zephyr y ahora has venido a terminar el trabajo, ¿verdad, Noah?>>
-No me sorprende mucho que ya te hayas enterado de su muerte. La verdad es que ya estaba harto de seguir fingiendo sus órdenes con falsa devoción. Pero te equivocas si crees que voy a matarte. No vale la pena y tu muerte no me daría ningún beneficio para mis objetivos. De hecho, quiero hacer un trato contigo, pero aún si no aceptas, lo haría por la fuerza.- Escondo por instinto a mis cachorros con mi cola. No puedo confiar en alguien tan letal como él.
-Soul, yo ya sabía desde hace varios días de la cantidad de cachorros que ibas a tener y que heredarían tus marcas, gracias a la inspección que te hice esa vez después del ataque de Prisk. Debo admitir que me impresionó que pudieras resistir tanto cachorros y que además, no se notara por tu vientre. También supe que tendrías un parto difícil del cual probablemente no sobrevivirías. La cantidad de sangre que has perdido es mucha y si no consigues ayuda, creo que morirás. Además, ahora, debes considerar que estamos en medio de una tormenta de nieve y tus cachorros necesitan calor para sobrevivir. Es claro que tu sola no puedes darles suficientes.-
<<¿Qué tratas de insinuar?>>
-Estás pérdida, Soul, al igual que la manada de Zephyr. No tiene sentido que ellos sigan luchando y tampoco tiene sentido en que te esfuerces por mantenerlos vivos. Por eso, quiero ofrecerte mi ayuda y salvar a uno de tus cachorros llevándolo lejos de aquí.-
Aprieto los dientes y hago que mis hijos se apeguen más a mí ¿cómo podrías ser capaz de elegir para que se salvara por sobre otro? y ¿cómo cree que dejaré que se lleve a uno de mis hijos un asesino sin corazón? No puedo dejar que eso pase. Bajo la mirada hacia mis pequeños hijos que solo gimen un tanto alegres cuando me asomo en medio de la oscuridad de mi pelo. Aún no pueden abrir lo ojos, pero pueden sentir mi corazón y respiración. Me pregunto como serán cuando tengan mi edad y si se parecerán a su padre. Me gustaría que tuvieran el color de sus ojos y tal vez algo de su personalidad confiada.
El más pequeño de los machos se acerca a mí nariz y me trata de olfatear. Sonrío llena de felicidad. No puedo dejar que alguien más se los lleve. Puedo protegerlos, estoy segura que sí.
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Soul: La profecía
WerewolfLibro nº3 de la Saga de Soul La vida de Soul después del clan sombra se ha convertido en una tortura día a día. Apenas puede mantenerse consciente de vez en cuando y cuando lo está, lo hace solo para acatar con odio las órdenes de Zephyr o para come...