+P.O.V:desconocido+
Me levanto de la cama, aún cuando mamá y papá me lo han prohibido. Se que no debería salir de la cama a estas horas, pero durante la noche es el único momento en que puedo ver relativamente bien. Solo a veces veo manchas borrosas en mi visión.
Salto de la cama y aterrizo en el suelo sin emitir ruidos. Miro la cama de mis tres hermanos para asegurarme de que no han despertado. Continúan durmiendo.
Me alegro y camino hacia la ventana de mi habitación. Con cuidado, y en puntillas, levanto la cortina un poco para ver el cielo azul repleto de estrellas. La luz de la Luna y las estrellas atrofian un poco mi visión, pero no importa mientras al menos pueda ver.
El señor Maximus ha dicho tengo una enfermedad rara causada desde mi nacimiento. Supuestamente, los rayos de luz lastiman mis ojos y por eso no soy capaz de ver durante el día o en lugares con mucha luz. He pasado la mayor parte de mi vida sin ver y son poco los momentos en que apenas visualizar algo. Mis dos hermanos mellizos me dicen que no me preocupen. Que mis ojos se ven distintos y geniales en comparación a los demás. Sin embargo, se que mienten.
Gracias a mi falta de visión, he mejorado mi oído y olfato. Puedo oír a los demás niños y adultos hablar sobre mi condición. Eso me hace enfadar mucho, pero mamá siempre me reprende cuando trato de demostrar mi rabia hacia los demás.
Trato de visualizar el resto de las casas de nuestro clan escondido. Papá dice que soy muy pequeño para comprender porque nos escondemos de todo el mundo, pero también me ha advertido de los humanos con sus mortales armas. No se como luce uno, pero no tienen una forma lobuna. Los niños mayores siempre nos cuentan historias aterradoras sobre sus armas y como pueden matar a un lobo con solo un golpe. Mi hermana menor les cree, al igual que mis otros dos hermanos. Pero no creo en los niños mayores. Estoy seguro de que tampoco han visto a uno.
Veo un movimiento en la ventana. Un hombre alto envuelto en una capucha que camina hacia nuestra casa. Trato de fijarme más de quien se trata, pero él comienza a girarse para verme. Asustado, me agacho y oculto bajo el alféizar.
Trato de calmarme y me abrazo las rodillas esperando que no me haya visto. Si ese hombre me ve, entonces le dirá a mamá y seré castigado. No quiero eso.
Los segundos que pasan son eternos, hasta que al final decido volver a ver por la ventana. El hombre se ha acercado a la puerta, sin siquiera notarme. Suspiro aliviado, pero la curiosidad me hace preguntarme que quiere ese señor en nuestra casa a estas horas.
Camino hacia la puerta de la habitación, pero recuerdo algo importante. Vuelvo a mi cama y tomo a mi mejor amigo: un peluche de zorro de ojos negros. Lo tomo con un abrazo, abrazándolo contra mi pecho cuando voy a la puerta.
Giro con cuidado el pomo y procuro no emitir ruido para salir. Veo el terrorífico pasillo que se extiende frente a mí, pero camino sin dudar.
Llego a la escalera en pocos minutos y logro escuchar lo que están hablando en el piso inferior. Logro oír la voz de mamá y papá, pero también escucho la voz de alguien. Es seria y ronca. Honestamente, me da mucho miedo solo escucharla.
-¿...qué sucede?- Dice mamá con amabilidad.
-Se que tarde esta semana... pero las cosas en la manada han estado complicadas. Quise venir antes, pero solo ahora pude.-
-No te preocupes... después de todo siempre serás bienvenido aquí. Ellos están arriba y crecen muy rápido. El pequeño me recuerda mucho a su madre.-Dice papá. Yo debo ser ese pequeño debido a mi estatura. Pero según yo no tengo nada de parecido con mamá. Ella tiene el cabello castaño claro, mientras que mi pelo es negro azabache.
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Soul: La profecía
Hombres LoboLibro nº3 de la Saga de Soul La vida de Soul después del clan sombra se ha convertido en una tortura día a día. Apenas puede mantenerse consciente de vez en cuando y cuando lo está, lo hace solo para acatar con odio las órdenes de Zephyr o para come...