Capítulo 16: Las pérdidas de una guerra.

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+P.O.V:SOUL+


Caigo al suelo de rodillas, adolorida por el golpeteo en mi estómago. Esto es... ¿por qué ahora? Tengo que salir de aquí cuanto antes o...

Siento como un lobo me empuja con su cuerpo y antes de que pueda comprender que está pasando, forcejeo como puedo contra la forma lobuna de Noah. Sus facciones no demuestran expresión alguna, pero estoy segura que es tan frío como para matarme.

No puedo pelear contra él en esta forma humana. Debo cambiar. Cuando logro alejarme unos centímetros de sus garras y dientes, dejo que mi cuerpo cambie. Las ropas se rompen y el pelaje empieza a cubrir mi piel. Pronto estoy parada en mis cuatro patas, lista para luchar. Noah vuelve a saltar para atacarme, pero otro lobo de pelaje negro y una cola plateada salta contra él. Noah cae lejos de ambos y mi nuevo ayudante me mira.

Al ver su collar nuevamente, no puedo evitar alegrarme y acercarme a él. Aki me sonríe y sus ojos almendrados brillan.

-Hola Soul. Cuando puedas, dale gracias a ese amigo tuyo por guiar a todas estas manadas a este claro. Sin él no habríamos podido llegar a tiempo.- Kris....

<<¿Qué haces aquí? ¿Cómo...?>>

-No hagas tantas preguntas, Soul. Ahora estamos en una guerra.- Asiento, pero igualmente, me habla mientras nos enfrentamos a varios lobos.

-No podía quedarme tranquilo después de esa noche que me fui. Tu habías hecho tanto por mí que me parecía injusto dejarte. Pero me enteré que te fuiste con Zephyr, así que decidí compartir tu historia con otras manadas. Al principio nadie me creía sobre tu existencia, pero hubo personas que sabían de a historia de tu manada. Al parecer tu padre y tu Alpha eran queridos por muchos otros Alphas y decidieron que me ayudarían a buscarte. Además, también se unieron otros marcados, como tu. Creían en el poder de la Luna y por eso decidieron que tu eras la elegida. Los meses pasaron y no había rastros de ti hasta que oímos de este valle. Decidimos venir en cuanto pudimos, pero estábamos perdidos hasta que apareció ese lobo de pelaje rojizo con tus mismos símbolos. Nos dijo donde estabas y vimos la luz roja del claro. Y así es como estamos aquí.-

Ataco a un lobo cercano a Aki, y logro hacerlo retroceder cuando termina de narrar su historia. Estoy tan feliz y agradecida por todo lo que han hecho por mí, cuando realmente no he hecho tanto por ellos. Soy solo una mujer loba.

<<Gracias, Aki... por todo...>>

Él solo responde con una sonrisa, antes de desaparecer entre todas las peleas.

Yo continúo peleando por mi cuenta, pero no puedo quedarme tranquila por mucho tiempo. No he visto a Blake desde que Noah me atacó. Con el olfato logro encontrar su aroma y  me muevo entre todos, tratando de ayudar a quien pueda en el camino.

Pronto logro llegar a una zona relativamente del claro y veo a los dos enorme lobos peleando a muerte. El pelaje rojo de Blake contrasta con el pelaje blanco de Zephyr y la blanca nieve. Sus ojos se muestra decididos y la forma en que se mueve es absolutamente letal. Supera a Zephyr en fuerza y determinación, pero él sigue siendo más hábil y con mucha más experiencia en batallas. No puedo dejar que luche solo contra ese monstruo.

Con mis cuatro patas corro sin dudar y ataco a Zephyr. No logra esquivarme y ambos caemos en la nieve. Aprovecho su desconcierto para herirlo con mis garras, pero él recupera pronto su lucidez. Con un movimiento logra apartarme y yo consigo con dificultad caer en mis cuatro patas. Es difícil pelear teniendo un peso extra en mi vientre, y es aún peor cuando duele tanto.

- Ustedes dos... las dos pestes que han arruinado mis planes. Supongo que esto es lo que me gano por no matarlos cuando tuve la oportunidad. No volveré a cometer el mismo error.- Aúlla y pronto una decena de lobos está alrededor nuestro. Miro tensa a todos lados. No se si pueda enfrentar a todos. Los espíritus están peleando en otras partes al igual que los demás lobos. No pueden ayudarme esta vez.

Soul: La profecíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora