Domingo 27 de septiembre de 2015. 2:31 am.
Totalmente agotada psicológicamente. No soporto más nada.
No entiendo como la gente puede ser tan hipócrita. No me excluyo de esto porque quién sabe si alguna vez lo fui sin darme cuenta. Pero yo no hablo de la gente que lo es sin querer serlo, habló de las personas que hacen una vida de reglas para todos a excepción de ellos mismos. Hablo de las personas que dicen que no hay que faltarle el respeto o gritarle a nadie y terminan por poco destruyendo a la personalidad de una persona por su propio orgullo.
Tampoco entiendo como la gente puede ser tan estúpida y a pesar de que haces algo igual o mejor de lo que hizo otra te tratan como si fueras basura. Yo esté año perdí un cuatrimestre de la facultad por una materia que me había quedado colgada del colegio, fui a rendir otra vez hace unas semanas y la aprobé. Perdí solamente un cuatrimestre, las materias que tengo aprobadas las puedo rendir. No es como si hubiese perdido 1 año para estar al pedo, o perder un año porque no me interesaba la carrera, o peor perder 5 años porque no me gustaba ninguna de las carreras que empezaba ¡¡PERDÍ SOLO 4 MESES!!
Lo peor es cuando la persona que te critica y te destruye psicológicamente es alguien que desapareció durante 17 años pensando que poner plata es lo que se necesita para decir "Estoy presente", pero no entiende que estar presente en la vida de alguien es preocuparse por esa persona, ir a ver un p*** acto del colegio, estar ahí para esa persona cuando está en su peor momento y apoyarla, no agarrar y decir "Es un show, deja de generar quilombo. Tené un poco de autocrítica".
La persona que dice eso es la persona que tiene que mirarse a un espejo durante una eternidad, porque es alguien tan hipócrita que para esa persona él/ella es f*cking perfecto/a. Igual no se daría cuenta de lo que ve en el espejo él/ella es así de idiota.
Lo peor es que todo eso me hace volver al principio y querer quitarme la vida una y otra vez. Ya se que hay cosas peores pero en medio un momento de depresión, de vulnerabilidad, uno quiere hacerlo no importa qué. Yo llegué a dejarme crecer las uñas lo suficiente para por ser rasguñarme cada vez que me ponía ansiosa o nerviosa, tenía todos los brazos con arañazos ligeros, los nudillos de las manos todos quemados y rasguñados, eso era un suplente al suicidio para mí, porque no quería hacerles mal a todas las personas que quiero. No digo que este bien, PARA NADA. NUNCA LO HAGAN. No se lo deseo a nadie, a pesar de que lo mío fue dentro de todo leve, sigue siendo malo.
Lo que quiero hoy en día es ser feliz pero últimamente no veo una forma de llegar a eso.
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Diario Público
Teen FictionEsta soy yo, esta es mi vida y mi forma de pensar. Necesito sacarme de adentro todo lo que me hace tropezar una y otra vez. Quiero cambiar,necesito cambiar. Mi nombre: María Agustina. Mi apellido: Vargas. Mi edad: 24.(primer publicación con 17 años)