Querido Rene:
Poco a poco los colores retornan. Hay algunos que les dan la bienvenida desde temprano, hay otros que les cuesta pero con el tiempo dejan que las luces se mezclen. En cambio hay otros que prefieren el negro, que prefieren estar a oscuras en su rincón y no aceptar las maravillas que hay por ver en el jardín.
Miles de personas agradecería por poder ver ese jardín de color, o sentir el aroma que dejaste en aquel terreno que ahora no da espacio al oxígeno en tu paraíso. Ni hablar de lo que darían por escuchar tu voz hablar desde la experiencia. Lo que daría por escucharte, verte y sentir tu olor una vez más. Por abrazarte fuerte o darte un beso en el cachete mientras mirabas el partido de fútbol en Carlos Paz. Pagaría con mi propia vida si se presenta la oportunidad de pasar un segundo más con vos para poder recordarte lo mucho que te amo.
Duele no tenenerte acá, pero es hermoso saber que el jardín esta siendo cuidado mientras disfrutas de la paz. Mi Jardinero, nadie amaba más las flores que vos. Nadie podría haber sido el mejor ejemplo que vos.
Las personas maravillosas nos saludan hasta luego antes que cualquier otro para poder preparar nuestra bienvenida al momento de visitarlos para la eternidad. Preparan las flores, preparan la pileta, el asado y la mesa, y tampoco se olvidan del vino ni el hielo, nunca.
Que bella es la vida que me puso gente por quién pelearla, gente que me marcó hasta el fondo el corazón. Que bella es la vida que me permitió tener anécdotas que contarles algún día a mis hijos/as, como aquella en la que el Jardinero salvó el día con una rosa y un beso. O aquella en la que el Jardinero nadó para hacer feliz a una princesa, y bailó un vals con ella y le dejó el corazón caliente de alegría y amor. O en la que este bello protagonista dejó ,antes de ir a trabajar en un mejor jardín, un recuerdo hermoso en las pesonas que lo rodeaban.
Que bella la vida que me dejaste vivir con vos a mi lado.
Te amo para siempre.
Te extraño para siempre.
Agu, tu Pichicha, tu Princesita 2.
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Diario Público
Teen FictionEsta soy yo, esta es mi vida y mi forma de pensar. Necesito sacarme de adentro todo lo que me hace tropezar una y otra vez. Quiero cambiar,necesito cambiar. Mi nombre: María Agustina. Mi apellido: Vargas. Mi edad: 24.(primer publicación con 17 años)
