Capítulo 9 Enfado

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Jueves
Otro día mas, y por lo que parecía, este sería un muy largo día. Ayer después de salir de la escuela, Samuel se fue directo a su casa, y en lo que restaba de la tarde y noche, no hablo con Luzu para nada, no respondió llamadas, ni los textos que este le mandaba, se sentía, mal, sentía que lo había traicionado, se paso la noche en vela, pensando, hasta que por fin tomó una decisión.

(Samuel)
Debo alejarme de el, debo alejarlo de mi... Os preguntareis como, pues se me ha ocurrido algo, y creo que funcionara, o por lo menos lo mantendrá alejado de mi lo suficiente. Y por Luzu, debe de estar muy preocupado, me ha estado llamando y no cogí el movil, ni respondí a sus mensajes, me imagino lo que ha de estar pensando.
Estaba decidido a ducharme cuando escuche que llamaban a la puerta, me coloque mi camiseta de nuevo y fui a abrir, y en cuanto lo hice, sentí como unos brazos me rodeaban, apretándome muy fuerte.

-Joder Samuel, por que no respondías, que pasa, estas bien, amor tenso algo, Samuel, dime algo-

-Luzu, tranquilo, estoy bien, no pasa nada-

-Joder amor, como no va a pasar nada, me tenias todo preocupado, pensé lo peor-

-Luzu... Mi Luzu... Estoy bien, solo me sentí un poco indispuesto y mejor decidí dormirme-

-Pero esta todo en orden ya-

-Todo en orden-

Puse mis manos en su cadera y lo acerque mas a mi, comencé a besarlo, mientras sentía como sus manos subían por mi cuello hasta llegar a mi cabeza.

-¿Te quedas?, estaba por ducharme-

-mmm déjame pensar-

-Luzuuuuu-

-Me convenciste, me quedo-

Caminamos hasta la ducha, nos quitamos la ropa y nos metimos... No hace falta entrar en detalles, ya os podréis imaginar lo que pasó ahí dentro.

(Frank)

-Vamos Guille que se nos hace tarde-

-Nada Frank, ya calma las ansias-

-Las ansias dice el chaval, apura Guille-

Me desperté muy temprano hoy, y como siempre me aliste y me fui a por mi compañero, tengo muchas ganas de ver a Luzu, y hoy en el entrenamiento con Samuel, tratare de sacarle algo de información sobre el, por lo que he podido notar, son muy buenos amigo, o serán parientes, que se yo, pero seguro puedo enterarme de muchas cosas con el.

-Guillermo Tio, apura-

Hoy este pringao andaba muy distraído, lo conozco tan bien, y se que algo le esta comiendo la cabeza, y se también que no me dirá nada, lo conozco, ya me hubiera dicho.

-Guille, tío-

-Eh... Lo siento-

-Ya, ya, vamos, nos queda poco-

El camino fue silencioso, moría de ganas por preguntarle que le pasaba, el siempre me cuenta todo, sabe que puede decirme lo que sea, pero si esta ocasión había decidido no decírmelo, es por que no debía enterarme, joder.
Llegamos y nuestra mañana de clases transcurrió normal, Guille seguía igual, inclusive no puso mucha atención en clases, solo veía su cuaderno. A la hora del almuerzo, nos encaminamos a la cafetería, cogimos una charola y algo de comer. Para nuestra mala suerte aun no hacíamos amigos aquí, y no había lugares libres.

-Siéntense aquí-

Guille y yo volteamos hacia donde se encontraba el dueño de aquella voz, era un chico rubio, de ojos verdes y se encontraba sentado junto a otro chico de cabello oscuro, tenía su mirada baja por lo que no pude verle bien, solo distinguí que llevaba anteojos.

Así es el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora