Capítulo 29 Cuenta regresiva (1/2)

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Luzu
-Abel, cuñadito, no te esperaba tan pronto- dije mientras me acercaba y le daba un abrazo -Hombre, quería daros una sorpresa- me respondió con esa típica risa suya, -Pues vaya qué sorpresa tío- estábamos ya a trece días de la boda, y todos nos habíamos hecho un lío, todo parecía ya estar listo, pero nos quedaron mal con las invitaciones, los de la comida nos cancelaron y tuvimos que buscar por otro lado. Lanita que era quien más nos estaba ayudando, enfermó y tuvo que parar, el tiempo se nos estaba viniendo encima, -Venga hombre- dijo Abel en voz alta -Que te has quedado todo empanado tío- iba a hablar cuando me interrumpió Samuel -Veras hermanito, hemos tenido unos problemitas con la boda y Luzu anda muy preocupado- me tomó de la mano y la sobó -Yo le digo que no se preocupe, que todo saldrá bien, pero el señor angustias- dijo con una sonrisa, a ver, es normal que me preocupe, estamos a trece días, trece días, que se van a ir volando, y aún no estaban ni las invitaciones, ni la comida, ahora solo falta que el juez nos cancele y ya está, me doy un tiro.

Pero Samuel se veía tan tranquilo, siempre me repetía que todo estaría bien, que no me preocupara, como si él tuviera una solución para el último momento, pero para nuestra buena suerte, Abel llegó antes y dijo que nos ayudaría, creo que será todo menos pesado.

12 días para la boda

Guillermo
-Te la estás jugando mucho Guille- me decía mi amigo mientras yo terminaba de arreglarme, Samuel y yo ya no podíamos pasar las noches juntos, ahora que su hermano estaba aquí, se quedaba en su casa, tampoco podíamos andar por ahí como si nada, corriendo el riesgo de que nos descubran, así que saldríamos a un lugar donde íbamos a poder estar solos por un largo rato -Calla Frank- dije terminando de arreglar mi cabello -Si él continúa buscándome, es por algo- mi amigo me miró y frunció el ceño -Si- dijo poniéndose de pie -Para pasar un buen rato, por eso sigue buscándote- lo miré a través del reflejo del espejo y de igual manera fruncí el ceño -Tu que sabes Frank es mejor que te calles- el me miró molesto y se acercó a mí -¿Que no entiendes Guillermo? Samuel no va a cancelar su boda, deja de tener esa estupida esperanza de que dejara todo por ti, por qué no lo va a hacer, ¡NO LO VA A HACER!- termino gritándome en la cara, eso me hizo enojar y de igual manera le respondí, grave error -Que Luzu solo hubiese querido pasar un rato contigo, no quiere decir que Samuel me busque para lo mismo!- y entonces fue que todo se vino a la mierda, Frank me miró y se quedó en silencio -Frank yo...- pero fui interrumpido por el -Espero que abras los ojos antes de que sea demasiado tarde- comenzó a caminar hacia la puerta -Frank lo siento- pero él ni siquiera volteo -Cuando Samuel te haga mierda- dijo girando a verme -Aquí tienes a tu amigo, ya sabes dónde encontrarme- dijo dedicándome una sonrisa y luego salió. La cagué en grande...

11 días para la boda

Frank
He pasado todo el día encerrado en casa, no tengo ánimos de salir, prefiero quedarme aquí en cama. Conozco a Guille y sé que lo que dijo anoche no fue con la intensión de herirme, pero lo hizo, y ha estado llamándome toda la mañana pero, ahora solo quiero estar solo, es que, no puedo sacar a Luzu y lo que pasó allá, de mi cabeza, todo está tan presente, cierro los ojos y es como si lo viviera de nuevo, si tan solo supiera que Luzu sintió algo, así como yo, pero desde que volvimos no hemos hablado, ni el me ha buscado, y la verdad no sé por qué me sorprende.

Tal vez una buena ducha me anime un poco, y no se, pediré algo para comer aquí en casa. Y eso hice, mis padres estarían todo el día fuera así que tenía la casa para mí solo. Después de esa ducha, que terminó por levantarme un poco el animo, me sentía fresco y más despierto, fui a la cocina, cogí mi móvil y llamé para pedir una pizza, me pidieron esperar media hora, y ahí estaba yo, tumbado en el sofá, esperando. Pasarían que, unos 20 minutos y escuché que llamaron a la puerta, vaya que eran rápidos, pensé, pero mi sorpresa fue otra cuando abrí la puerta. No era para nada mi comida... -¿Lu... Luzu?- me quedé helado cuando lo miré ahí parado -Hola Frank- me dijo con una pequeña e ineludible sonrisa, -¿Qué haces aquí?- pregunté nervioso, el me miró y volvió a agachar la mirada -¿Puedo pasar?- yo solo me hice a un lado y él entró a casa -Frank, vine por qué tú y yo tenemos una plática pendiente- sentí mi cuerpo helado y temblar cuando termino de decir aquello, mi corazón se aceleró y comencé a sudar frío, sabía que debíamos hablar, pero pensé que el, simplemente optó por olvidarlo y continuar como si nada hubiera pasado.

Así es el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora