Capítulo 24 ¿Que ha pasado?

96 10 3
                                    

(Luzu)
Mañana volvíamos a España, y las cosas se habían tornado un poco extrañas, para mí, ahora me encuentro haciendo las maletas, Frank en cambio, está tan distraído, tan callado, desde ese día poco hemos hablado, y necesitamos hacerlo, y bueno tal vez no entendéis nada de lo que estoy diciendo, así que os contaré lo que pasó estos últimos días, para que podáis darse a la idea de cómo me siento en estos momentos. Bien, volvamos al día en que llegamos, cuando Frank se lastimó y yo me encargue de cuidarlo, pues bueno, hasta ahí todo estaba bien, pasamos la noche tranquila y al día siguiente yo debía reunirme de nuevo con las mismas personas, pero esa vez me llevé a Frank conmigo, no quería arriesgarme a que se lastimara.
¿Hasta aquí vamos bien? Bueno, eso fue por la mañana y nos desocupamos rápido esta vez, entonces yo le dije que fuéramos a comer por ahí, y eso hicimos, llegamos a un restaurante y pedimos lo mismo, la tarde pasó tranquila, es te pláticas y risas. La verdad es que yo me la paso muy bien con el.

Pasamos por un bar que se veía muy guay, y se me antojaba entrar, además que mire a Frank como se le iban los ojos, y es que el pobre desde que llegamos no había visto nada, el primer día encerrado y hoy lo traje conmigo a la reunión, por mí fuera lo traigo esta noche a distraerse, y me serviría a mí también, pero mañana debía reunirme de nuevo en la mañana, así que no podíamos pasarnos de horas, pero al día siguiente lo tendríamos libre, así que le propuse venir mañana en la noche, él aceptó muy emocionado y volvimos al hotel. ¿Hasta aquí todo bien verdad? ¿Todo normal?, pues ahora se viene todo.

(...)

-Buenos días Frank- dije al ver que se levantaba -Buenos días- dijo bostezando, yo me había despertado desde muy temprano, mi cita era en menos de una hora y no quería irme sin que Frank despertara, -Ya casi me voy, ¿vas a acompañarme? O prefieres esperarme aquí- dudaba que quisiera venir conmigo pues la anterior vez se le notaba a leguas el aburrimiento, y claro, él no se enteraba de nada -Voy a esperarte aquí, dijiste que no ibas a tardar mucho ¿no?- sabía que se quedaría, es por eso que me adelanté y pedí el desayuno -Vale, si, esta vez no tardaré nada, y cómo sabía que te quedarías, he pedido el desayuno que ya no debe tardar- termine de abrochas mis zapatillas y me levante -Recuerda que esta noche vamos a salir y nos divertiremos un rato-
-Vale, nos vemos al rato entonces-
-Hasta el rato Franker-
No tarde mucho esta vez en llegar a las oficinas, ni la reunión fue larga, una pequeña charla y firmar unos papeles, y ya está, soy un hombre libre, desocupado. De regreso pensé en llamar a Samuel, no hemos hablado desde que llegue aqui, pero es que no coincidíamos, o yo estaba ocupado o el no respondía, claro, el horario, el dormía cuando yo estaba libre. Lo llamé, un tono, dos tonos, tres tonos y nada, no pensé en preocuparme puesto que tengo bien presente la diferencia de horario, así que guardé el móvil y volví con Frank. Cuando llegué el no estaba, supuse que habría ido por algo de comer, pero luego pensé en que me lo hubiera topado en el camino, entonces a por comida no había ido, el baño estaba vació, y yo ya comenzaba a preocuparme, donde leches se había metido Frank, con la mano lastimada y solo, que no conoce nada de aquí, que ni si quiera habla el idioma, por que leches se va solo, y si le pasa algo, y si se pierde... Estaba por salir de la habitación cuando lo vi entrar -¡Frank!- le grite -¡Pero en donde te metes!- el agachó la mirada y después volteo a verme -Yo lo siento, solo quise salir a caminar un poco, sin alejarme mucho de aqui- Vale que haya salido, esta bien, pero me preocupe como nunca, es que si le hubiera pasado algo -A la otra deja una nota o algo, no sabes como me preocupe-.

Pasamos la tarde hablando, mirando alguna que otra película que pasaban, hasta que se llegó la hora de salir, -Estas listo Frank?- le dije mientras terminaba de ponerme mi chaqueta, el salió del baño, muy arreglado, y sonriente, la verdad es que se miraba muy guapo, probablemente se ganaría la mirada de muchas personas, -Estoy listo- eran las nueve y cuarto, ya estábamos ambos listos, así que lo siguiente era llegar a nuestro destino -Vamos Franker- dije dirigiéndome a la puerta, el me siguió y después de cerrar, bajamos a por un taxi, el cual nos llevó rápido, y una vez entramos al lugar fue ya no escuchar nada.

Así es el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora