Capítulo 39 Luna de miel?

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A veces, cuando te sientes atrapado, cuando sientes que no hay una respuesta, cuando la confusión es tan grande que no logras comprender nada... Pasar un tiempo a solas, lejos de todo, es la solución no? Un tiempo para ti, para pensar, para aclararte, pero, y cuando ese tiempo lo compartes con alguien? Cuando te alejas de todo, de todos, lo haces por que quieres comenzar de nuevo, lo haces por que tu pasado ya no te atormenta y esta donde debe estar, atrás... Lo haces para superar esos errores que cometiste y que te hicieron daño, para superar el dolor que llegaste a sentir, pero, y si una parte de ese pasado te acompaña?

(...)

-Buenos días dormilón- dijo con una voz suave, haciendo que Luzu pegara un leve quejido, -Mmgh, que hora es- preguntó acomodándose boca arriba y llevando su brazo a la cara para cubrir sus ojos de la molesta luz, -Tarde- le respondió su novio dándole un corto beso en los labios, -Son las doce- dijo depositando otro beso, el cual esta vez alcanzó a ser correspondido. Luzu comenzó a tallar sus ojos y los entre abrió para irse acostumbrando a la luz, la cual según el, lo dejaría ciego, -Por que no me despertaste temprano? Te lo dije- miró con atención a su novio quien estaba junto a la cama, cruzado de brazos, -Estabas muy a gusto, no quise despertarte, además que llegamos muy tarde y te veías muy cansado- respondió este, Luzu alzó una mano, haciendo una seña para que se recostara a su lado, orden que obedeció rápidamente su novio.

-Bueno- dijo Luzu acariciando la cabeza de su pareja, quien estaba a su lado, abrazado a el, -Ya nos perdimos de una bonita mañana juntos, y ya que estamos aqui- dijo mirándolo -Deberíamos aprovechar el tiempo, no crees amor?-

...

(Guillermo)
A veces me gustaría que el tiempo pasara muy rápido, otras, que se detuviera, y últimamente, me gustaría que volviera atrás, ¿para qué?, buena pregunta, a veces para seguir insistiendo, otras para simplemente hacerme a un lado desde el inicio, he llegado a pensar que sería lo mejor nunca haberle conocido, pero me detengo y rectifico, por qué con el pase, por decirlo, unos de los mejores momentos de mi vida hasta ahora. Tal vez para el no haya significado nada, haya sido solamente un buen pasatiempo, y haya logrado engañarme, pero para mí sí significó algo, lo que para él fueron momentos de desliz, para mí fueron lo mejor que me pasó.

¿Dicen que el tiempo lo cura todo, y estos últimos cuatro meses, me han dolido más que nunca, cuánto tiempo más tengo que esperar para que el dolor y la tristeza se vayan?, puedo parecer fuerte, aparentar frente a los demás, verlo y mostrar indiferencia, inclusive puedo mencionarlo y no ponerme nervioso, pero la realidad es que por dentro me está matando, me mata el verlo y no correr a besarlo, el estar a su lado y no poder tocarlo, es una tortura diaria la que estoy viviendo, y a veces pienso, ¿y si él lo supiera?, si supiera que muero de ganas por besarlo, por tocarlo, por abrazarlo, ¿seguiría rechazándome?... Por favor... Qué tonterías piensas Guillermo, es obvio que terminaría rechazandote, ¿que no te das cuanta que para él no significaste nada?, ¿no lo ves lo feliz que está con su pareja?, detente a pensar, simplemente recuerda aquel día en que se acabó todo con Luzu, ¿se fue contigo a caso?... No... Al contrario, me dejó...

-¿Guille?- escuche una voz que me hizo salir de mis pensamientos, -Hijo ¿vas a cenar?- preguntó mi madre asomando por mi puerta, yo la miré y negué con la cabeza -No tengo hambre mamá- respondí y volví a acomodarme en mi cama, ella entró y se sentó en la orilla de la cama, -Imagine que dirías eso y te traje un vaso con zumo, por lo menos tómalo- me dijo poniendo el vaso sobre la mesita de noche, yo la miré y le sonreí, ella acaricio mi mejilla y me devolvió la sonrisa, era la única persona que sin decir una palabra lograba tranquilizarme, y aún que ella sabía a l a perfección que yo no estaba bien, no insistía con preguntas, no me obligaba a pasar por un interrogatorio, simplemente me daba su cariño, como siempre lo ha hecho, me brindaba esos pequeños momentos de tranquilidad que tanto necesitaba, -Gracias- se acercó a mí y besó mi frente, acaricio mi cabeza y después se levantó de la cama, -Que duermas bien mi niño- me dijo para después salir, y eso esperaba, poder pasar una noche tranquila.

Así es el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora