Capítulo 36 Juntos

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Después de una larga charla, de una larga explicación, después de dejar las cosas completamente claras, Luzu y Jorge se encontraban, en silencio, todo esto era como parte de un sueño para Luzu aún, y a pesar de que el sueño lo estaba consumiendo, no quería dormir, sentía y creía que al despertar su amigo ya no estaría, pensaba que si dormía todo desaparecería, y por un lado deseaba que todo fuera un sueño, deseaba volver al momento en que se miraba al espejo, listo para bajar y casarse con su novio, pero por otro lado, el tener de vuelta a su mejor amigo, lo hacía sentirse muy feliz, y no quería que eso desapareciera.

Después de un rato Luzu se había quedado dormido, Jorge trató de levantarse pero le fue imposible, pues tenía a Luzu casi encima suyo, como cuando era pequeño y se quedaba en su casa a dormir, estaba aferrado a su brazo, con la cabeza en su hombro, vale que lo que quería Jorge era que su amigo descansara, pero como alguien puede dormir tan a gusto con un traje puesto. Como pudo se zafó del agarre, y con un poco de dificultad y cuidado de no despertarle, le quitó su traje, dejándolo solamente con la camisa de tirantes y en calzoncillos, buscó una sábana y se recosté a su lado de nuevo, cubriendo a ambos con esta. No pasó demasiado para que Luzu sintiera de nuevo el cuerpo de Jorge y por instinto, inercia o como queráis llamarle, se volviera a pegar a el, esta vez, como si supiese, aferrándose aún más; puso la cabeza en su pecho, rodeo su cintura con uno de sus brazos y subió una de sus piernas sobre las de Jorge, -Ay Luzu- dijo este en un suspiro, -Lamento mucho el haberte dejado solo- , extrañaba tanto estos momentos con el, y si había logrado recuperarse, si había salido adelante, si volvió, fue solo por el, y la verdad era que le dolía tanto verlo así de mal, le era muy difícil poder creer todo lo que había pasado, creer que Samuel hubiese sido capaz de eso... Y no es que se estuviera poniendo del lado de Luzu, no, por qué el también cometió ese enorme error, pero lo conocía de sobra y sabía que su amigo no lo haría con malicia, y que probablemente por ese acto, estaría sintiéndose la peor de las personas.

-No me imagino como debes estarte sintiendo ahora pequeño- dijo mirando a su amigo dormir, acarició su cabeza y dio un suspiro, -Pero se lo que se siente que tu corazón se rompa- levantó la mirada y dio otro suspiro, -Pero ahora que estoy aquí, no voy a dejarte solo, nunca mas-, por las personas que quieres, eres capaz de cualquier cosa, ¿y por la persona que amas?. A duras penas Jorge logró acomodarse, cuando la puerta comenzó a sonar, primero había pensado en no atender, pero como fue mucha la insistencia, decidió bajar a ver, con cuidado se separó de Luzu y bajó. Al abrir la puerta, una hermosa chica rubia se lanzó a sus brazos, -Where is it?-, Jorge correspondió el abrazo, -Está durmiendo-

(...)

Después de salir casi corriendo de la casa, Samuel fue detenido por su hermano, justo en la salida, -Pienso que deberías esperar, por lo menos hasta mañana- le dijo mientras lo sujetaba del brazo, tal vez tenía razón y lo mejor era esperar a que las aguas se calmaran un poco, a que todos tuvieran la cabeza mas fría y no terminaran así, liándose a golpes de nuevo, -Pero debo hablar con el macho- y esa charla tenía que llevarse a cabo tarde o temprano, pero este, no era el momento indicado, -Lo se hombre, pero este no es el mejor momento, espera a mañana, se lo que te digo- y a Samuel no le quedaba de otra que aceptarlo, era la mejor idea, -Ahora dime, ¿y el otro chico?- dijo mientras lo soltaba, -¿Sientes algo por el?, por que de no ser así, no comprendo tu estupidez de irte a meter con el, estando con Luzu- las palabras de Abel lo hicieron sentir un escalofrió en todo el cuerpo, ¿sentía algo por Guillermo?, claro que si, pero esta claro que no lo diría, ni aceptaría, no esta vez, y con la mirada clavada en el suelo, respondió a su hermano -No- ganándose así una mirada de molestia y desaprobación, pero, si eso no era suficiente... -¿Que acabas de decir?- se escuchó una voz detrás suyo, ambos se giraron, topándose con esos ojos rasgados que los miraban atentos, -Samuel- dijo en un intento de obtener una respuesta, al contrario de eso, solo hubo silencio, -Contéstame- dijo con la voz algo frágil, Abel por otro lado se limitó solamente a negar con la cabeza y a marcharse de ahí, dejando a los dos chicos solos, para que arreglaran sus asuntos.

-Samuel tu... Hace un momento...- pero antes de poder terminar la frase, fue interrumpido -Guillermo, mira, es mejor dejar las cosas así, terminar con esto de una vez, mira todo lo que ha causado- dijo llevándose las manos a la cabeza, el menor escuchaba atento, -Yo ni si quiera sé si siento algo por ti, creo que... De haber sido así... Mira, déjalo si, solo, dejemos todo aquí, ya- terminó de decir dándole la espalda, temiendo de la reacción o de la cara que pudiera tener Guillermo en este momento, probablemente querría golpearlo, y Samuel no se lo impediría, a pesar de haberse llevado unos cuantos ya, merecidos los tiene; pero en cambio, no pasó nada, y al girarse Samuel, pudo darse cuenta de que Guille ya no estaba ahí. Tal vez eso era lo mejor, caminó hacia el coche, donde se abra Abel y se subió, -Vamos a casa- le dijo soltando un suspiro y recostándose en el asiento, sin duda las cosas de ahora en adelante, van a ser un tanto diferentes y algo difíciles.


(...)

-Gracias por preocuparte Lana, cuando despierte le diré que viniste- Jorge cerró la puerta y justo antes de girarse para volver a la habitación, algo, o más bien, alguien se lo impidió, -Aquí estas- se escuchó la voz de Luzu, esa acción provocó una sonrisa en Jorge, quien mantenía sus brazos un poco alzados mirando como los de su amigo lo rodeaban, -Claro que estoy aquí, donde si no- dijo poniendo sus manos sobre las de el, lo separó y se giró para verlo, tenía los ojos hinchados y su cabello revuelto, y lo miraba de una manera que para Jorge era la forma mas tierna de mirar a alguien, -Te hacía dormido, deberías descansar un poco mas- pero Luzu se negó, cerró los ojos un momento y suspiró -Estoy bien- dijo mirando a su amigo a los ojos, -Me daré un baño y ya está- nada mas terminar la frase, se lanzó a su amigo, abrazándolo nuevamente, -Gracias por estar aquí- dijo apretándolo.


-Te preparé algo de cenar- dijo Jorge mientras ponía la mesa, -No tengo hambre- fue la respuesta que obtuvo, -Ni creas que te iras a la cama sin cenar, vienes, te sientas y cenas conmigo- una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Luzu, quien caminó hasta la mesa y se sentó justo frente a su amigo, -Mira que me ha quedado buenísima- Jorge trataba de todas las maneras posibles el hacer sonreír a su pequeño, y de eso se encargaría. Después de la cena ambos se fueron a la cama, y no pasó mucho tiempo para que de nueva cuenta, Luzu se quedara dormido, era entendible, su cuerpo estaba agotado, mas aparté había estado llorando mucho. Cuando Jorge estaba por conciliar el sueño, el móvil comenzó a sonar, se levantó y comenzó a buscar de donde provenía el sonido, hasta que dio con el, el bolsillo del saco de Luzu, sacó el móvil, pero justo en ese momento dejó de sonar, -A estas horas... ¿Quien puede ser?- dijo encendiendo de nueva cuenta la pantalla, una llamada perdida, tocó para ver de quien se trataba y no le agradó mucho el nombre que ahí aparecía.



Así es el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora