Hermosos ojos azules.
Todos estaban saliendo del instituto mientras charlaban efusivamente entre ellas, y Harry. Cuando de pronto el último mencionado, se paró en seco.
-¿Qué pasa, Marcel?-preguntó Helena al verlo y haciendo que todas se detuvieran.
-Me he olvidado la libreta en clase de inglés.
Todas se miraron. A ninguna le apetecía volver a clase, les daba demasiada pereza. Pero sabían que al menos una tendría que acompañarlo para que las demás no se sintieran culpables.
Sin decir una palabra, empezaron a jugar a piedra papel o tijeras entre ellas. Harry tardó unos segundos en entender de qué se trataba todo eso.
-¿Eh? No hace falta que me acompañéis, no pasa nada.
-¿Seguro?-preguntó Leia sintiéndose culpable aún con la pereza en todo su cuerpo, como las demás.
Harry sonrió cálidamente, verdaderamente feliz. Lo alegraba ver que sus amigas sentían la responsabilidad de no dejarlo solo.-Sí, tranquilas, podéis iros.
Las chicas lo miraron un poco sorprendidas. "¿Tenía hoyuelos?" Se preguntaban.
Raquel sonrió.-Buen chico, Marcel.-dijo revolviéndole el pelo.-Mañana te compraré un paquete de las chuches que quieras.
Dicho eso, las cuatro amigas se fueron.
-¿No os parece adorable, Marcel?-preguntó Helena mientras se alejaban del mencionado.
-La verdad es que sí, debería sonreír más.-concordó Raquel.
**
Harry fue a la clase de inglés.
¿Qué haré si está cerrada? No quiero entrar en la sala de profesores, me da miedo.
Llegó a delante de la puerta de su clase. Nervioso y un poco asustado, cogió el pomo de la puerta. Suspiró aliviado al abrir la. Sin más, entró tranquilamente sin percatarse de un pequeñísimo pero importante detalle: no estaba solo.
Fue directo a su asiento, con una sonrisa soñadora y feliz. Desde hacía un tiempo, llevaba esa sonrisa por el hecho de pensar en que ahora tenía amigas.
El castaño de ojos azules frunció el ceño al ver al rizado con esa sonrisa. "¿Quién lo ha hecho sonreír así?" pensó, molesto. Pero no era el momento de pensar en eso, era su oportunidad para acercarse al pequeño.
Negó con la cabeza para despejarse, y bajó los pies de su mesa.-Hola Ha-no pudo continuar. Se le formó un nudo en la garganta y su corazón latía a una velocidad anormal. "¿Por qué estoy tan nervioso? Si la última vez pude acercarme a él. ¿Será porque tengo que hablarle? ¡Si solo esos dos idiotas estuvieran aquí...! ¿De qué serviría que estuviesen aquí? ¡No lo sé! Solo... Me sentiría más seguro. Ahora no están. De todos modos no voy a perder la oportunidad-tragó saliva.-voy a hablar con Harry."
Vacilante, se levantó de su asiento y se acercó al rizado.-H-Hola Harry, ¿qué haces aquí?-"¿¡Qué mierda, ahora tartamudeo!?"
Harry sorprendido, se giró de inmediato en que escuchó la voz del ojiazul, pues le estaba dando la espalda para coger su libreta. Inmediatamente en que lo miró, se quedó ensimismado por la belleza de los ojos del castaño. Siempre había pensado que eran bonitos, pero nunca tuvo la oportunidad de verlos de cerca. Y ahora que tenía esa oportunidad, se sorprendía por la magnitud de su belleza.
-Hermosos...-susurró sin querer, sin darse cuenta.
Louis, al verlo, no pudo evitar sonrojarse. Harry estaba malditamente adorable. La gomina se le había quitado a causa del sudor, y ahora tenía los rizos desperdigados y alborotados, estaba levemente sonrojado, y tenía los ojos con un hermoso brillo lleno de admiración.
"Maldición, ¿por qué tiene que ser tan bonito? Espera, ¿hermosos?"
-¿Her-Hermosos?-preguntó obligándose a hablar, aunque se estuviera muriendo de los nervios.
-¡Ah!-Harry abrió los ojos de par en par, y rojo hasta las orejas, se tapó la boca con ambas manos, sorprendido por lo que había dicho.- ¿¡Lo he dicho en voz alta!?
Louis lo miró, así aumentaba cien veces más su adorabilidad. "¿Lo hace apropósito?"
-¿Enserio no te has dado cuenta?
Harry cerró con fuerza los ojos, avergonzado. Y negó efusivamente.- ¡E-Es que, tus ojos son tan hermosos que me había quedado embobado!-dijo rápidamente, arrepintiéndose al segundo de decirlo.
"¿Qué me pasa? Seguro que ahora cree que soy idiota. Agh todo es una caca." Pensó tapándose la cara con las manos, avergonzado. Era la verdadera situación en que piensas: "¡Tierra, trágame!"
Louis lo observó perplejo. Estaba completamente rojo, se tapaba con las dos manos la cara, avergonzado. Era como una bolita roja totalmente adorable.
Louis rió por dentro. "¡¿De verdad, enserio que no lo hace aposta?! Pero si es una maldita bola adorable."
-G-Gracias, supongo.-dijo el castaño un poco nervioso.
-¡Louis!-la profesora de inglés entró molesta.- ¿¡Qué haces aún aquí!? Te he dicho que no te quedes mucho.
El mencionado se giró y se acercó a la señora de mediana edad con una sonrisa divertida y arrogante. Le encantaba cuando la gente perdía enseguida los estribos. ¿Que no podía decirlo bien? Y luego era ella la que odiaba que la gente gritara. "Hipócrita" pensó con odio y verdadero asco.
-¿Por qué gritas, Mila? Nadie te ha gritado.-dijo calmado, con una sonrisa satisfecha, sabiendo lo mucho que le molestaba a la profesora su actitud.
-Dame las llaves.-dijo en un tono frío y lleno de rabia.
Louis sonrió divertido.- ¿Cómo se dice?-preguntó hablándole como si fuera una niña pequeña a la que le estuvieran enseñando a pedir bien las cosas.
-Dame-la-llave.-repitió con voz fría y enfadada.
-No me digas que con lo vieja que eres, se te ha olvidado cómo pedir las cosas.
-No puedes hablarme así. ¡Soy tu profesora!
-Ah, tranquila profesora, que yo te tengo el mismo respeto que tú me tienes a mí.
Ella lo miró con verdadero odio y repulsión pero él solo sonrió, disfrutando el ponerla así. La profesora suspiró.-Mira, Louis. No estoy de humor para peleas.-dijo más tranquila.-Te había dejado las llaves para que salieras después y me las dieses, no para que te quedes todo el tiempo del mundo a charlar.
-Para tu información, no nos hemos quedado a hablar como unos idiotas. Estaba ayudando a Harry a buscar su libreta.-se le había ocurrido una buena excusa al ver la libreta del ojo verde.
Harry se sorprendió. Lo que había dicho el castaño estaba mal, era mentira. Y las mentiras eran malas. Pero no diría nada.
La mujer suspiró exasperada.-Agh, bien, lo que digáis. No me importa. Solo dame las llaves e iros.
Louis la miró mal. Le lanzó las llaves y ella las atrapó en el aire.-Vamos.-ordenó el más alto, y ambos salieron de la clase.
//Sé que he tardado mucho en seguir, y como compensa ahora publicaré el siguiente capítulo. Espero que os guste y si tenéis alguna sugerencia tipo... Pues podrías escribir mejor si lo hicieras así o pues me gustaría más esto... Me gustaría mucho. ;)//
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El nerd. (Larry) (Larcel)
Novela JuvenilHarry, es un chico tímido. Nerd le dice la gente. Todos se meten con él, o lo ignoran. Excepto Louis. Louis, un chico completamente diferente a Harry, que se lleba la ley por su mano. A Louis le gusta el pequeño nerd, pero hay un pequeño problema. ...