Capítulo XIII

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Lo siento, Harry.

Cuando los timbrazos dejaron de sonar, para la sorpresa de Harry no fue Lorena quien respondió si no Pablo; el novio de Lorena por hacía más de dos años, y el que cuidaba de que a los chicos no les faltase nada. Era una buena persona, cuidaba de la destrozada Lorena quien, tras haber perdido a dos hombres a los que había amado de verdad, tenía miedo de encontrar el amor de nuevo. Pablo había sido el único capaz de reconstruir aunque fuera un poco, el puzle perdido del corazón de Lorena. Y por eso, Harry se lo agradecía. A demás de que si no fuera por él, quizá ella ni pasaría por casa. Perdida en sus penurias sin tiempo a pensar en si sus hijos estarían administrando bien el dinero que les dejaría.

La verdad es que Pablo se encargaba de mantener encendida la diminuta llama que quedaba del alma de la mujer. Y si no fuera por él, seguro que la nevera estaría vacía. A parte de cuidar de Lorena, se encargaba todo lo que podía de Harry y los mellizos. Aunque no podían estar en casa la mayor parte del tiempo.

Por todo ello, el rizado lo había llegado a querer tanto como al difunto padre de los mellizos. Que también fue un buen hombre. Le quería como si fuera su tío.

El buen hombre se preocupó enseguida al darse cuenta de que el que llamaba era Harry. El chico nunca llamaba a su novia y enseguida le hizo decir todo lo que ocurría. Y, aunque el rizado no tuvo el valor para decirle qué ocurría, el hombre supo que algo no iba bien. Y le dijo que fuera directamente a casa después del instituto. Sus hermanos no solían volver en seguida, y él se aseguraría de que él y Lorena lo hicieran.

Así que, después de despedirse de sus amigas y prometerles que iría, Harry iba a paso nervioso en dirección a su casa. El corazón le latía rápido, y su garganta dolía en un nudo lleno de nervios. ¿Qué les iba a decir? ¿Tendría el valor? ¿Le harían caso? ¿Podría hablarles de ello, aún con su miedo? Se lo había prometido a Louis y a los demás, así que tenía que hacerlo. Pero eso no quitaba el miedo y la incertidumbre.

Llegó a casa, y cuando entró, se encontró a Lorena y a Pablo en el sofá. Ambos estaban hablando de algo en voz baja, y se detuvieron en seguida que notaron entrar al rizado a la casa.

Pablo se levantó y se acercó al muchacho, que aún estaba nervioso. Pero al ver la sonrisa amable del hombre, se relajó un poco.-Ven, Harry, siéntate con nosotros.-Pablo estaba preocupado. La forma en que le había hablado el chico, era preocupante. Se sentía su miedo. Y eso lo alarmó. Enseguida le contó a Lorena sobre la situación intentando que se alterara lo más mínimo. Pues la mujer amaba a sus hijos con todo lo que quedaba de su alma, y que le hicieran algo a su niño más pequeño, podría ser un gran golpe para ella.

El hombre moreno acompañó al chico de ojos verdes hasta donde estaba Lorena, e hizo que se sentara en el sillón de enfrente. El que estaba al lado de la televisión. No supo qué decir, él nunca fue un buen mediador, ni si quiera una persona que animase bien. No sabía cómo conseguía que su hermosa novia estuviera mejor. Solo sabía que no quería verla mal. Se le rompió el corazón al verla llorar en un bar, y ahora, notaba como se rompía de nuevo al ver la mirada desdichada y temerosa del niño frente a él.

No sabía por dónde empezar. No sabía ni qué decir. El pecho empezaba a doler por la empatía, y tragó saliva, nervioso. De verdad quería poder decir algo. Pero no sabía qué. Miró a Lorena, y la mujer tenía casi peor expresión que el chico.

Lorena se sentía fatal. Sentía que una brecha en su corazón se volvía a expandir al ver a su niño, roto de aquella manera. ¿Cuánto tiempo habría estado así? Se supone que ella era su madre, que tenía que cuidarle. Pero solo se había abandonado a sus desgracias, y casi se había olvidado de ellos. Se supone que una madre era fuerte, y cuidaba de sus hijos pasara lo que pasara, pero ella... Sus ojos se aguaron. Su pecho dolía como si lo apisonaran, y luchaba por no romper a llorar. Su pequeño estaba roto, y todo era culpa suya...

El nerd. (Larry) (Larcel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora