La sonrisa delatadora.
-Louis. -Harry entró a la habitación con un rastro de sonrojo en la mejilla. Un millón de pensamientos y sentimientos se mantenían atrapados como mariposas salvajes en su estómago, con la puerta mal cerrada y amenazando en arrasar con todo. Solo quería terminar con lo que tenía que hacer en ese momento, para poder desatar todos esos remolinos, y soltar sus pensamientos de amor hacia su amigo.
El llamado terminó de ponerse el suéter y se giró en dirección a su amigo, asintiendo con la cabeza para indicar que lo escuchaba.
-Tengo que explicarle a Pablo como llegar para que me recoja pero no sé cómo hacerlo. -sonrió avergonzado al tiempo que le extendía el teléfono.
El castaño le explicó cómo llegar al hombre que agradeció amable su ayuda, y bajó a la cocina a preparar el desayuno mientras Harry se vestía y preparaba. Se sentía feliz, puede que no le alegrara mucho que el chico se tuviera que ir ya, pero su sonrisa al mirarle, le hacía sentir que todo estaba en paz, tenía una sensación agradable de que todo estaba correcto, solo con verle animado, y hacía que aun siendo un fatal mañanero, se le dibujara una sonrisa de felicidad, casi por arte de magia.
-Alguien está de buen humor. -dijo Lottie al verlo, con una expresión divertida. Oh, iba a disfrutar con lo que sabía. La sonrisa contenta y divertida que se posaba sobre los labios de la rubia, se transformó a una sonrisa un tanto retorcida.
Al verle la mueca, una mala espina alertó al mayor. Que Lottie hiciera esa sonrisa no era nada bueno. - ¿Qué? -preguntó con recelo, deteniéndose en medio de su camino hacia la nevera.
La muchacha mantuvo su alertante mirada, hasta que notó que su hermano empezaba a crisparse y a molestarse. Y cuando este abrió la boca para gritarle molesto un par de cosas, esta empezó a reírse a carcajadas, golpeando la mesa donde estaba apoyada repetidas veces, hasta que no pudo más, y se sujetó el estómago sin dejar de reír. Ya con lágrimas de risas asomando en sus ojos.
¡Si es que era tan divertido! Solo con una sonrisa juguetona lo tenía tan alterado y crispado, ya pensaba que iba a hacerle daño. No podía creer que el chico pensara que era tan retorcida. Pero era tan divertido molestarle, que admitía que lo hacía más veces de la cuenta. A demás, lo peor de todo era que esta vez, ni siquiera estaba planeando hacerle algo malo, al contrario, solo quería contarle su descubrimiento y ver como reaccionaba. Pero su reacción a su simple mueca era demasiado divertida.
Mientras reía, Louis no podía evitar pensar cómo es que esa chica tan estúpida, fuera tan inteligente a veces. ¿La estúpida astucia era una cosa de familia, también?
-Tengo algo muy importante que contarte. -dijo la chica secándose las lágrimas.
-No será algo estúpido, ¿Verdad? Porque como sea la mitad de tonto de lo que tú has sido, vamos bien.
-No, no es algo estúpido. -respondió con una sonrisa divertida y un rastro de risa que le dolió por lo fuerte que se había reído antes. - ¡Y no me hagas reír que me duele!
Louis no respondió y simplemente continuó su camino hacia la nevera. Su hermana pequeña se acercó emocionada y le susurró su pequeño secreto:
-Le gustas a Harry.
Louis no respondió. Su corazón latía rápido, latía frenético, estaba incrédulo no podía ser vedad, ¿Qué demonios estaba diciendo la tonta de Lottie? No podía ser verdad, ¿Qué...? En su corazón, la puerta de la esperanza se resistía a ser abierta. Pero de igual forma, ya no había candado que la bloqueara.
Ante la mirada confusa e incrédula de su hermano, la rubia sonrió entusiasmada y dando pequeños saltitos repitió exclamando en ilusión:
- ¡Le gustas a Harry!
Al ver la sincera sonrisa de su hermana y la ilusión que esta transmitía, no pudo evitar mantener cerrada más la puerta de la esperanza. Y en su rostro se hizo dibujando lentamente una gran sonrisa de genuina felicidad e ilusión. - ¡¿De verdad?!
- ¡Sí! ¡Ayer hablé con él y me lo dijo! -respondió igual de entusiasmada que el castaño.
- ¿Qué te dijo exactamente? -la chica iba a responder, pero él siguió hablando. -Espera, ¿Lo deducías? -ella asintió e intentó hablar de nuevo, pero le interrumpió otra vez. - ¿Estás segura? ¿Lo sabías de antes? ¿Cómo sé que no me estás engañando? Eres capaz de eso y lo sabes, Lottie.
-A ver, despacio. Primero, fui a preguntarle qué era lo que opinaba de ti, y si le gustabas, ¡Él mismo me dijo que sí! A demás, por supuesto que lo deducía, ¿No ves lo lista que soy?
La esperanza y la presión de felicidad en el pecho del mayor estaban presentes, pero aún se sentía desconfiado hacia la más pequeña. ¿Cómo estar seguro del todo? Aunque pudiera ser que la chica no le estuviera mintiendo, podría haber un error. No estaba seguro del todo.
Un suspiro cansado y un poco harto de la desconfianza de su hermano, salió de los finos labios de la rubia. -Mira, si quieres estar completamente seguro, solo tienes que observar su sonrisa, ella te dará la respuesta.
Y como si estuvieran invocando a alguien, el de rizos chocolate bajó a la cocina a desayunar. Ya estaba casi completamente listo, solo le quedaba peinarse como siempre, y desayunar.
Louis no pudo evitar preguntarse por qué era que no se dejaba los rizos sueltos, le quedaban realmente bien al chico de gafas oscuras. Intentando deducir la razón, el más mayor de los tres se quedó viendo al chico tímido de cabello color chocolate, que solo se sonrojó un poco nervioso.
- ¿Qué? -preguntó dulcemente, con una mirada tímida, y una sonrisa hermosa. Reservada, un poco incómoda por la mirada de su Louis... Pero esperanzada. Una de esas sonrisas que solo se te dibujan cuando estás con la persona que te gusta, y te pones un poco nervioso o nerviosa. Así era esa sonrisa.
Y he hermosa, ¡Oh, sí era hermosa! Esa mirada dulce, tímida, nerviosa, y cargada del amor que no se había podido ocultar, era lo más precioso y valioso que había visto Louis en su corta vida, que ni llegaba a las dos décadas. Porque significaba, lo que quería que hiciera.
Su corazón latió rápido, tanto que dolía. No sabía qué hacer o qué decir, se quedó petrificado ante la felicidad, ante la incredulidad de lo que estaba pasando. Quería decir algo, cualquier cosa, pero en su mente solo pasaba una frase una y otra vez, como una alarma que no paraba de repetirse:
"¡No puede ser, no puede ser!"
Y así, dos sonrisas sonrojadas y felices, aparecieron en la habitación. Y otra igualmente feliz, pero divertida.
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El nerd. (Larry) (Larcel)
Ficção AdolescenteHarry, es un chico tímido. Nerd le dice la gente. Todos se meten con él, o lo ignoran. Excepto Louis. Louis, un chico completamente diferente a Harry, que se lleba la ley por su mano. A Louis le gusta el pequeño nerd, pero hay un pequeño problema. ...