♡~One-Shots a pedidos~ ♡

Gokudera Hayato (Lemon)

Suspiraste frustrada, eras la novia de Gokudera hace 1 mes, y el joven ni siquiera parecía felíz [A tu parecer]. Pensabas que tal vez había aceptado ser tu novio, solo porque los demás también habían conseguido una.

Habías sido amiga de él desde que tenía 14 años, actualmente su edad era de 18 años, y para ser sincera siempre le habías encontrado inexplicablemente atractivo.

El problema era que estabas llegando a tu límite de paciencia, no lo comprendias. Eras su novia pero no te prestaba la suficiente atención que querías.
Gruñiste y pateaste una botella que se encontraba en el piso.

"– Herbívora."

Sudaste en seco, y te volteaste encontrandote al demonio de Namimori; Hibari Kyoya, quién últimamente había aparecido mucho frente a ti.

__ [T.N]: H~Hola Hibari-san. –Saludaste temblorosa, pero con respeto.

Hibari: Deberías haber recogido esa botella, Kamikorosu –Podrías jurar que tus piernas flaquearon al ver como sacaba sus tonfas, para después reducir la distancia entre ambos.

__ [T.N]: Hibari-san le juro que nunca más pateare una botella, no me muerda hasta la muerte, por favor. –Moviste tus manos de un lado a otro con nerviosismo, claro temor.

"– ¡Oye idiota!"

Tu mirada se dirigió hacía el lugar de donde provenía la voz, demasiado conocida para ti. Sentiste un leve alivió al ver a Gokudera, Yamamoto y Tsuna.

El peli negro chasqueo la lengua y, guardo sus tonfas con molestia.

Hibari: Por esta vez te salvaste herbívora, pero a la próxima definitivamente te mordere hasta la muerte. –Te dio una sonrisa ladina que no supiste interpretar, él lo noto ante tu rostro de confusión.– Herbívora... –Su acción fue rápida, precisa. Mordió tu cuello y te dio la espalda.– No me gustan las multitudes. –Se fue antes de que los tres chicos llegaran hasta donde estabas.

Estabas roja, realmente te había mordido. Tsuna chillo al llegar a tu lado, preguntando como estabas, Yamamoto intentaba calmar las cosas, y Gokudera fruncia el ceño más que nunca, mascullando maldiciones.

Gokudera: Jundaime. –Llamó a Tsunayoshi, acaparando la atención.– Llevaré a __ (T.N) a casa. –Su mano se posó sobre la tuya, tomandola con algo de brusquedad.

Tsuna: Esta bien Gokudera-kun... –Fue lo único que soltó al ver la expresión molesta del peli plateado.

Durante el trayecto a tu hogar no habían soltado ni una palabra, soltaste un suspiro pesado. Pensaste que quizás no le había dado importancia al asunto, después de todo Gokudera solo se preocupaba por el décimo.

Te diste una cachetada mental al ponerte celosa del castaño claro, Gokudera realmente te tenía mal.

Gokudera: Llegamos. –Su voz sonó dura.– __ (T.N). –Te llamó alto, para que salieras de tus pensamientos.

__ [T.N]: ¿Ah? –Miraste a tu alrededor notando que ya estaban en su destino.– Perdón, enseguida. –Sacaste las llaves de tu hogar con torpeza, abriendo de inmediato la puerta.– ¿Quieres pasar? –Le invistaste, el joven solo asintió y paso al living, sentándose en el sofá más grande.