Reglas

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Hola, Irene.

Cuando me pasaron una hoja color rosa pastel (cabe agregar que el rosa pastel es tu color favorito, y es solo por ser pastel) me quede sorprendido, porque es una hoja color rosa pastel. ¿Quién tiene hojas color rosa pastel? Solo tú. Le pregunte a Anthony (Si, ese sudoroso deportista que no conoce el jabón ni el desodorante y ni hablar de las colonias) que para quien era, y él me dijo que me lo tenía que pasar a mí y ya. Mi sorpresa fue mayor al leer lo que decía, lo releí varias veces y al final lo pensé bien, tú me das una oportunidad para ser parte de tu vida y seria el ser más idiota si no la aceptaba.

Así que si, Irene acepto ser tu admirador.

Pero no será tan fácil, porque tendremos reglas.

Yo rompo reglas, pero estas no porque las voy a crear y tu las vas a tener que cumplir, como siempre haces.

Primero, no quiero que me hables, te repito lo que te dije en mi carta anterior, soy un idiota aun estoy creyendo la teoría que de pequeño mis padres me dejaron caer de la cuna varias veces, y aun no estoy listo mentalmente ni físicamente para acercarme hablar contigo frente a frente, así que admiraría pero de lejitos.

Segundo, seguiré dejando las cartas en tu casillero como todo admirador secreto haría.

Tercero, me gustaría que esto de las cartas solo sea de nosotros porque si la gente se entera que soy tan miedoso para hablarte y lo hago mediante a cartas, los chicos me harán bullying en los vestidores, y nadie quiere que me hagan bullying, puedes contarle a tus amigas de las cartas pero no contarles que soy yo, repito BULLYING. Por eso seguiré firmando como admirador.

Cuarto, espero no te sientas mal con mis ideas pero en parte es tu culpa por ser tan linda, si no fueras la chica más linda de todo el edificio tal vez yo no estaría tan nervioso y no tendría que escribirte para hacer el ridículo enfrente tuyo.

Así que por favor, te lo pido sigue las reglas y yo prometo que de a poco me acercare a ti, pero sin presiones.

Si ahora que todo está solucionado seguiré admirándote desde lejos.

Att: Tu admirador no tan secreto.

Caleb sonrió al ver como Irene abría la carta con entusiasmo, y al notar la sonrisa de la rubia se sintió realizado porque esa sonrisa era para él y sus palabras. Se alejo del casillero de Irene segundos después para que no lo notara. Mientras que Irene al terminar de leer lo busco con la mirada, pero no contaba con que Caleb en ese momento ya se había ido.

N/A: No odien a Caleb por las reglas, solo que es muy miedoso. Esta historia es muy diferente a la mayoría ya que se sale del cliché del admirador. Pero que les parece a ustedes la historia hasta ahora?


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