Dolor

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Caleb iba a entregar la carta en el casillero de Irene, se había hecho costumbre ya que de vez en cuando entregara una carta. El creía que si se la mandaba todos los días ella se cansaría, además su imaginación no era tanta, dicen que cuando estas enamorado las palabras bonitas te salen natural él estaba enamorado pero no era un escritor reconocido, cada carta le costaba papel y dolor de cabeza para poder sacar todo sus sentimientos, duro semanas en poder pensar en la primera carta y que a Sally le gustara para poder mandársela. Así que decidió que se lo mandaría de vez en cuando, a veces era una vez a la semana, otras dos, y hasta tres pero todo lo valía cuando veía la hermosa sonrisa de su rubia.

Camino en el pasillo. Al ver el casillero de Irene se encontró con Sam la mejor amiga de Irene. Se acerco a paso seguro y esperando que Irene no le salga de algún lado como una emboscada, Sam había sido una buena ayuda en el tema de Irene.

- Hey Sam, me dejas pasar para meter esto. - Pregunto.

- Caleb tengo que contarte algo...

Sam le conto lo que sucedía, Caleb comenzó a sentir dolor imaginándose la tristeza que Irene debía sentir en este momento y lo peor estaba sola. Él le pregunto la ubicación de Irene, lo cual no pensó dos veces en contársela, Sam sabia que el único que podría hacer sentir un poco mejor a Irene era el chico que la hacía sonreír, sonrojar y desear que el fin de semana acabase.

Caleb corrió entre los pasillos, hasta la puerta que daba al patio trasero, al abrirlas noto que había comenzado a llover pero nada lo detuvo comenzó a caminar y las pocas personas que estaban aquí afuera se metían adentro para refugiarse la lluvia, no había uno que otro que le decía que caminara adentro o se iba a resfriar pero tomar un resfriado le era lo menos importante ahora.

Camino por el patio todo mojado hasta ver una figura abrazando sus rodillas y mojada por la lluvia, abajo del gran árbol donde había visto a Irene muchas veces. Se acerco a esa persona y se sentó a su lado seguro de lo que hacía.

La persona subió la mirada avergonzada de que él lo viera en ese estado. Algo que la madre de Irene le había enseñado es que jamás se dejara ver débil, por eso siempre andaba con una sonrisa cuando se lo merecía o normal cuando no quería sonreír, pero lo más vergonzoso para Irene era llorar y mas enfrente de Caleb. Conociendo a Sam lo más seguro le había contado a Caleb lo que pasaba y porque estaba en este estado tan desastroso.

- Caleb no quiero tu compasión, si vienes aquí por pena prefiero que...

Caleb no la dejo hablar y la abrazo porque él sabía que a veces era callarse y abrazar la persona. Irene volvió a llorar en los brazos de Caleb.

Así se quedaron los dos juntos y en silencio, donde solo se escuchaba la lluvia.

N/A: ¿Qué les parece la nueva portada?

-5 para el final.

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