The Clemmings |Muke|

✖Uno.

«Nuevo bebé»

Luke.

8 meses.

Deje el plato con frutillas en la mesita de noche y me di la vuelta para acomodarme mejor cerca de Michael, una panza enorme no me dejaba pero falta menos para tener a Logan en nuestros brazos. Si, ese sera su nombre.

Kaya y Christopher ya no podían dormir con nosotros porque yo apenas duermo y estoy gordo, me tengo que poner de pie con la ayuda de Michael, él me ayuda a atar mis zapatillas, también a bajar las escaleras porque tiene miedo de que me caiga.

—¿Ya terminaste? —me pregunta Michael dejando su celular a un lado.

—Si —sonreí—. Ahora puedo "dormir" —hice comillas—. Tranquilo.

—Está bien.

Pasó un brazo por mis hombros y me apoyé en su pecho.

—¿Cuanto nos falta?

—Tres días y tendremos a Logan con nosotros.

—Siento que es mu–

—¿Qué pasa? —preguntó alarmado.

Una patada fuerte se sintió y enseguida el dolor se fue a la parte baja de mi estómago.

—Michael...—dije asustado—. ¿Por qué otra vez?

—Vamos.

Si, esto ya me era familiar, estaba a punto de tener a mi bebé. Kaya y Christopher no pudieron esperar hasta el día que tenía la cirugia y creo que este bebé tampoco.

Iba a llorar, de eso estaba seguro, me dolía demasiado y estaba viendo manchas negras. Estaba aburrido de los desmayos.

—Vamos hasta el auto, vengo por los niños y nos vamos ¿está bien?

—Si.

Me fui en el asiento trasero, junto a mis bebés. Ellos iban casi dormidos, así que no notaron mis muecas de dolor. Michael llamó al doctor y al llegar me llevarán en una camilla, para así hacer el trabajo más rápido y yo sentir menos dolor.

Ryan se iba a quedar con mis bebés el día de la cirugia, pero lamentablemente se adelantó y ellos van a pasar la noche en el hospital, esperando por conocer a su hermano. Pensé que iba a ser distinto esta vez y que Logan podría aguantar tres días más, veo que es impaciente como Michael.

—Aguantó casi nueve meses —dije—. ¿Por qué no tres días más?

Michael soltó una pequeña risa y yo fruncí el ceño, se estaba riendo de mi.

—Estamos llegando, bebé. Puedes relajarte.

—No puedo —dije con una mueca de dolor—. Obviamente tu no estás sintiendo este dolor, así que no hables.

—Volvimos cinco años en el pasado —murmuró.

No pude responder porque ya estábamos entrando al estacionamiento del hospital. Creo que sabe que ya estamos cerca, porque pateaba cada vez más fuerte y se movía mucho.

El camino en la camilla fue insoportable, yo no podia estar acostado, tampoco estar sentado así que me puse a llorar con más fuerza por el dolor que sentía y también estaba solo, sé que Michael tiene que estar con Kaya y Chris, pero aún así me sentía mal, se supone que teníamos bien planeado este momento.

—¿Dónde está Michael? —pregunté enojado desde la camilla.

—Él no puede entrar aún —me respondió la enfermera.