The Clemmings |Muke|

✖Veinte.

Aviso: esto es un regalo para ustedes. Necesito a yisus en mi vida, bueeeeeeeno.

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«Clemmings ft Stylinson»

—Tengo que ser siempre el mejor, mejor que nadie más, atraparlos mi prueba es, entrenarlos mi ideal.

Sonreí escuchando a Michael, él pensaba que yo aún estaba domido, creo.

—Yo viajaré de aquí a allá, buscando hasta el fin. Oh! Pokemon yo entenderé tu poder interior

Abrí los ojos y lo miré, estaba mirando su celular con el ceño fruncido y cantando.

—Pokemon, tengo que atraparlos. Mi destino asi es.

—Pokemon, tengo que atraparlos. Nuestro valor vencera. —dije yo.

—Te equivocaste, Luke —murmuró mirandome—. Te saltaste una linea.

—Lo siento —reí—. Continua.

Negó y lanzó su celular a algun lugar de la cama. Me acercó a él y envolvió sus brazos en mi cintura, escondió su rostro en mi cuello y yo comencé a masajear su cabello.

—¿Pasa algo? —pregunté preocupado. Michael siempre está de buen humor en las mañanas y ahora parece triste.

—No pasa nada —me dice con la voz ahogada.

Saca su rostro de la curva de mi cuello y me mira.

—Solo quiero estar abrazado contigo —sonrie—. Es muy temprano.

—Lo noté —dije mirando a la ventana.

El sol aún no aparece y puedo sentir el frío aunque la calefacción esté encendida. Quedaban cuatro días para que los niños entren a la escuela otra vez y habíamos vuelto a casa en la noche. Nos quedamos mucho tiempo, todos estábamos felices en ese lugar pero lamentablemente las pequeñas vacaciones tenían que llegar a su fin.

Eran las 7:30 de la mañana recién, demasiado temprano. Aunque me gustaba estar en la cabaña, extrañé la comodidad de nuestra casa y nuestra habitación. Se sentía extraño volver pero agradable.

—Lukey —me llamó.

Sonreí, me encanta cuando Michael usa su voz de niño.

—¿Hmm?

—¿Te puedo dar un beso?

—¿Por qué me preguntas? —reí.

Se encogió de hombros y dejó un pequeño beso en mis labios, enredé mis dedos en su cabello y lo acercqué para hacer más profundo el beso, sus dedos apretaron mis caderas y se subió sobre, sus piernas a mis costados y podía sentir la presión que hacia su erección mañananera contra mi muslo.

Mordió mi labio inferior y abrí la boca, enseguida su lengua se encontró con la mia en mi boca. Le quité la camiseta y acaricié la suave piel de su espalda desnuda. Me separé de sus labios y dejé cortos besos desde sus mejillas hasta su cuello, succioné la piel de sus claviculas dejando dos lindas marcas rojas, mordí el lobulo de su oreja y él soltó un gemido que silencié rapidamente con un beso.

Me fui levantando poco a poco y le di la vuelta, quedando yo sobre él, besé desde sus labios bajando por su cuello y su abdomen hasta el comienzo de sus pantalones. Michael no duerme con ropa interior así que se notaba un gran bulto ahí. Puse mi mano y Michael apretó las sabanas.

—¿Qué quieres que haga, bebé? —pregunté en su oído sin sacar mi mano.

—Oh, mierda —susurró—. Lo que sea.