De trizas, corazón

Querido escritor anónimo,

Déjame perderme si te pierdo
y encontrarme cuando no te busque entre las sombras
de la oscuridad de mi noche moral.

Sedúceme con palabras,
desnúdame con versos.
Recorre mi cuerpo con tu poesía sucia,
susúrrame tus frases estrella;
hazme sentir con tu lírica desbordada.
Bésame cada lunar,
ponle nombre a cada uno de mis satélites.
Hazte mi sol, mi estrella;
sé mi centro, mi cercanía
y no dejes que me enfríe ni un sólo día.

Déjame saborear tus palabras,
hazme llegar al límite,
pero con el sonido de tus labios
al rozarse cuando reciten.
Dedícame, hazme de tu propiedad;
mantente anónimo
para que ninguno conozca tu secreto,
el mío, el nuestro.
Enséñame a componer tu magia
sobre la partirura de tu piel desnuda,
a seducir como tú lo haces
y a amar todo lo que para otros no vale nada.

Lléname, arréglame.
Confíame la receta de tus palabras;
permíteme enamorarte con un suspiro
o una batida de pestañas rápida.

Hazme enloquecer con los parones de una coma,
déjame saltar cuando llegues al punto y aparte;
moriré cuando las luces vuelvan a encenderse.