DECISIONES

796 56 4
                                    

NARRA IAN:

Bajar las escaleras resulto muy trabajoso, no tenia absolutamente nada con lo que alumbrar y el descenso me pareció eterno, el hecho de no poder ver que tenia frente a mi me ponía demasiado nervioso, las manos me sudaban y mi mente no dejaba de imaginar escenas realmente espantosas.

Cundo llegue al final comencé a tantear el aire, no sabía donde pisaba ni donde estaba, mis manos tocaron algo frió, algo muy parecido a una caja metálica, como pude logre abrirla y en el interior me pareció tocar unas linternas, tome una y la encendí, la luz me dio directo a la cara y me asuste.

Ilumine todo mí alrededor y me percate de que era algo muy parecido a una tubería enorme, había un enorme pasillo que se abría frente a mí, la linterna no me permitía alumbrar todo el túnel pero sabía que tenía que caminar para buscar una salida, comencé a caminar abrazando mis brazos, dentro de este túnel hacia un frió increíble, cada paso que daba resonaba demasiado para mi gusto.

¿A dónde me dirigía? ¿Era seguro? ¿Y si se trataba de una trampa? Eso ya no importaba, lo único que tenía que hacer era seguir adelante y ayudar a Hannah y a Samuel donde quiera que estén.

No sabría decir cuánto tiempo tarde caminando cuando escuche un eco, me detuve en seco con los ojos abiertos, agudice mis oídos para escuchar con claridad el eco que resonaba en las paredes del túnel, el sonido era muy parecido a unas pisadas... ¡No estaba solo dentro del túnel!

Un sonido metálico resonó, era como si alguien raspara las paredes con un tubo a propósito, no tarde mucho en comprender lo que sucedía, "A" sabía perfectamente que estaba en el mismo túnel, sabía que estaba indefenso y vendría por mí.

NARRA HANNAH:

Me acerque a John temerosa de poder lastimarlo... ¿pero que estaba diciendo? El ya no respiraba, "A" lo había matado, un montón de sentimientos comenzaron a moverse en mi interior, miedo: porque sabía que "A" podría matarme, tristeza: porque un amigo se había ido, coraje: porque todo esto me parecía injusto.

Cada sombra producida por las enormes torres de cajas que había parecía la sombra de una persona acechándome, escuchaba dentro de mi mente un reloj corriendo, indicándome que mí tiempo final estaba cerca... ¡No! Me rehusaba a pensar de tal manera, ya estaba harta de los juegos, fastidiada de las mentiras, esto terminaría aquí y si yo moría... "A" vendría junto conmigo.

Me puse de pie y con la linterna busque entre las cajas algo con lo que poder defenderme en caso de que fuera necesario, en una oscura esquina vi un bate de béisbol, lo tome con fuerza y me aferre a él como si fuera mi única esperanza, me plante frente a la puerta, la única entrada y salida que tenia.

No podía quedarme encerrada aquí, no podía llorar todo el tiempo, era tiempo de dejar a la niña atrás y enfrentarme a esto como la mujer que era, tome aire y me limpie las lagrimas, con fuerza recorrí el mueble que estaba frente a la puerta, me tome unos segundos para relajarme, del otro lado estaba "A", del otro lado estaba la verdadera batalla... del otro lado estaba mi libertad.

Solté un suspiro y abrí la puerta.

NARRA SAMUEL:

¡No podía! Tenía una desesperación increíble que nunca antes había experimentado, tenía miedo... miedo de morir aquí, es increíble la cantidad de pensamientos que cruzan la mente de alguien que está a punto de morir.

No voy a morir, no voy a morir, no voy a morir... no hoy, di mi ultimo empujón y sentí el frió de la noche sobre mi nariz... ¡Lo había conseguido! Empuje un poco más hasta poder sacar mi cara, sentí el aire inundando mis pulmones nuevamente y tosí con fuerza, sentí como lagrimas de alivio y felicidad resbalaban por mi sucia cara, lo había conseguido, pero ahora se me presentaba otro problema: no podía mover mas mis piernas, no sin ayuda, y obviamente no iba a venir "A" a ayudarme... pero ahora tenía una oportunidad más para seguir adelante. 


Liberación (Metamorfosis 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora