NARRA IAN:
Abrí la puerta y corrí hasta donde estaba Hannah, pude ver el brillo de alegría y de esperanza que sus ojos lanzaban, con fuerza comencé a desatar las ataduras de sus manos, cuando libere una mano seguí con la otra hasta dejarla completamente libre, con esfuerzo la puse de pie.
-¿Qué está ocurriendo?-me preguntó.
-¡Tenemos que largarnos de aquí ya!-grite para que me escuchara sobre el sonido de la grabadora.
-¿Qué paso con Fernando y nuestra madre?
-Olvídate de ellos.
Extendí mi mano para que ella la tomara, sentí su cálida piel sobre la mía y comenzamos a correr juntos, el sonido de la alarma era increíblemente insoportable, el tiempo se nos estaba agotando muy rápido y eso me ponía cada vez más nervioso.
Teníamos que salir de aquí, teníamos que ser libres, esto era (al menos para mí) muy parecido a la guerra, no todos los integrantes de un bando saldrían vivos y eso ocurrió con Samuel, aun me dolía pensar en el, me dolía pensar en la idea de dejarlo abandonado aquí, pero ya no había nada más que hacer.
Sin saber cómo chocamos con la pared de un pasillo, no había salida... ¡Maldición! No conocía este lugar, el tiempo valía oro y nuestras vidas estaban en juego.
-¡Vamos por acá!-grito Hannah y comenzamos a correr en la dirección contraria.
Cada paso que dábamos mis nervios crecían mas, ¿Por dónde había salido Fernando? Este lugar estaba perfectamente diseñado para eso, para confundirnos y matarnos, todo este lugar era diseñado para un maldito juego sádico en el que solo se divertían "A" y Saco Rojo, ninguno de ellos merecía ser llamado como mis padres, ningún padre en su sano juicio haría todo esto a sus hijos.
-¡Ahí hay una salida!-grite al ver una puerta entreabierta.
-¡Vamos!
<<Quedan diez segundos...nueve... ocho... siete... seis... cinco... cuatro... tres... dos...>>
Logramos cruzar la puerta cuando escuche una fuerte explosión, la fuerza del estallido me lanzo sobre el aire, choqué contra el tronco de un árbol y solté un alarido de dolor, vi como varios pedazos de escombro salían desprendidos por el aire al igual que una inmensa nube de polvo y humo negro, sin previo aviso otra bomba estallo y salí disparado entre los arbustos, comencé a rodar y me golpee en la cabeza.
Mi oído estaba dormido porque solo podía escuchar un ligero pitido, toque mi odio y sentí algo caliente: sangre, el estallido me había dejado sordo, comencé a moverme con lentitud y entonces me di cuenta de el inmenso desastre que se había hecho.
Había arboles con fuego, escombros por doquier, el humo iba creciendo directo al cielo... ¡Hannah! Tenía que encontrarla, con torpeza comencé a correr mientras gritaba su nombre, tosí porqué mi garganta estaba completamente seca.
-¡Hannah!-le llame pero nadie me respondió-. ¡Hannah!
Un escombro callo a mi lado y me cubrí la cabeza, entonces la vi, estaba tirada en el suelo, comencé a correr hacia ella, me tire a su lado y la moví, estaba inconsciente.
-¿Qué...?-despertó repentinamente.
-¡Dios!-dije aliviado, la abrace y ella soltó un grito desgarrador.
Me aleje asustado y entonces vi que era lo que causaba su dolor, un pedazo de escombro había caído sobre sus piernas, me cubrí la boca al ver la imagen de sus piernas así, ella se levanto un poco y vio el accidente.
-Mis... piernas ¡Dios mío!-comenzó a gritar aterrada.
-Tranquila...-dije con la voz temblorosa-. Te sacare de aquí.
Aunque muy dentro de mí sabia que eso sería imposible... y en el mejor de los casos, si es que lograba sacarla de aquí... ella no podría usar nunca más sus piernas.
ESTÁS LEYENDO
Liberación (Metamorfosis 3)
أدب المراهقينNo más secretos. No más mentiras. No más engaños. No más juegos. Los juegos por fin terminaran y la verdad que tanto han anhelado saldrá a la luz, pero todo tiene un precio y esto no es la excepción, luchas, sangre, dolor y pasión son algunos elem...