DE CARA A LA VERDAD PARTE I

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NARRA IAN:

Me aferre con fuerza a los sillones, cerré los ojos y espere para sentir el frió filo del cuchillo cortarme el cuello, afortunadamente no tendría que ser una herida grande, pero aun así, el tener un cuchillo cerca de mi cuello me alteraba un poco, Hannah ya había pasado por este proceso.

Sentí un ligero ardor y después el movimiento que me informaba que el chip había sido removido, Samuel desinfecto la herida y puso una gasa que habíamos encontrado en uno de los cajones de la cocina.

-¡Listo! Los dos son libres ahora-dijo Samuel mas para tranquilizarse el mismo.

-Gracias-dije dándole un beso.

-¿Qué creen que habrá en ese cuarto?-dijo Hannah leyéndome la cabeza.

-No lo sé pero lo vamos a averiguar ya mismo-me puse de pie y me dirigí hacia el pasillo.

Ya sabía que la puerta estaba cerrada así que comencé a golpearla con mi hombro, el primer impacto fue doloroso pero era la única manera de poder entrar y descubrir lo que se ocultaba detrás, cuando volví a golpear la puerta, se creó un orificio de mi tamaño y salí disparado.

Comencé a caer por unas escaleras, sentí un fuerte golpe en mis costillas y de pronto choque contra una pared, se levantaron enormes nubes de polvo y comencé a toser con fuerza.

-¿Estás bien?-grito Hannah.

-Si... eso creo-dije sacudiéndome.

-¡Hay una caja con linternas!-grito Samuel.

Vi el rayo de luz de una linterna y después el grito de Samuel y Hannah, me puse alerta pensando que algo aparecería pero al girarme vi el rostro frió de una persona a mi lado, grite aterrado y me aleje de la figura, con la luz de linterna me di cuenta de que solo era una estúpida estatua.

-¡Es solo una estatua!-grite- Pueden bajar.

Los chicos comenzaron a bajar por las escaleras, Hannah me dio mi propia linterna para poder iluminar el camino, al iluminar el lugar me di cuenta de que esto era un túnel que descendía pero no sabía bien a donde.

-Este lugar está lleno de túneles-dijo Hannah y su voz resonó como un eco entre las paredes.

-¿Listos?-pregunte.

-Si-respondieron los dos a la misma vez.

Comenzamos a bajar con calma, cada paso que debamos el lugar se tornaba frió, daba la sensación de que nadie hubiera bajado aquí por mucho tiempo, nuestras pisadas y nuestra respiración sonaban como gritos desesperados, giramos a la derecha siguiendo el camino y otra estatua nos asusto.

Esta estatua era de un hombre con cara de sufrimiento, en las manos tenia lo que parecía ser un cuchillo y debajo del hombre se encontraba la figura de dos niños muertos, sentí un escalofrió al ver la imagen.

-No sé si quiero seguir-dijo Hannah a mi lado.

-No podemos retroceder, no ahora-dije con firmeza a pesar de que yo también tenía miedo.

Seguimos adelante y nos topamos con un enorme espejo y me asuste al ver mi reflejo, en medio del frió y seco silencio se escucho un grito de lamento, los tres nos pusimos atentos pero nada pareció por ningún lado del pasillo, mi respiración estaba acelerándose poco a poco, el sudor bañaba mi frente y el temblor de mis manos era más que notorio.

-Si... sigamos-dije con calma.

Continuamos el oscuro camino hasta llegar al final del túnel: una puerta, ¿Qué habría del otro lado? El corazón latía con fuerza, me acerque a la puerta con calma sin hacer ruido, tome la fría y sucia chapa y la abrí repentinamente.

Era una bodega, o mejor dicho... la guarida de "A", había un montón de trajes y mascaras aterradoras, fotografías de nosotros tres pagadas por todas partes, había papeles regados por todo el suelo, había escritorios llenos de cajas con juguetes de niños pequeños, con discos antiguos.

-Chicos... creo que encontramos la verdadera guarida de A-dijo Samuel.

-Esto es un desastre-dijo Hannah- Pareciera que nadie hubiera estado aquí en mucho tiempo.

Escuche que algo se movía atrás de nosotros, mi gire y alumbre con rapidez, el ruido provenía de adentro de un casillero entre abierto, ¿Y si había alguien dentro? ¿Y si alguien nos estaba observando? Me acerque con lentitud y abrí por completo el casillero, la figura de una rata salto y salió disparada, solté un brinco del susto y deje que saliera corriendo.

-Chicos-dije con el corazón resonando en mi pecho-. En este lugar están las respuestas que ocupamos, solo hay que encontrarlas.


Liberación (Metamorfosis 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora