NARRA IAN:
Sentía mi corazón latir, las manos temblaban como nunca antes lo habían hecho, esto no era justo, nada lo que estaba pasando lo era, me acerque temblorosamente al cuerpo de Samuel, no podía dejar de llorar, ¿Por qué tenía que ser él?
Podía ver el orificio ensangrentado que había causado la bala, no podría describir el dolor y la tristeza que me inundaba, haría lo que fuera por traerlo a la vida, entonces los recuerdos me lastimaron en la memoria: sus besos, sus caricias, su risa contagiosa, tu voz en las mañanas, recordé aquel viaje que hicimos a la playa, aquella noche en que escuché su hermosa voz en mi oído cantándome, no quería que eso terminara, no quería dejarlo ir.
Con mi mano temblorosa acaricie sus suaves mejillas, las lagrimas caían sobre su perfecto rostro, tenía sus hermosos y profundos ojos abiertos pero en ellos ya no había indicios de vida, aquella calidez y energía que desprendían se había esfumado, ya no había más nada que hacer.
En un arranque de coraje golpee la pared con mi puño, sentí un fuerte dolor pero no se comparaba con el vació que tenía en mi interior, ya no habrían más risas, mas bromas con él, mas recuerdos que vivir pues su camino había terminado.
-Lo... siento tanto-susurre entre mi llanto mientras lo acariciaba nuevamente-. Te voy a extrañar... y nunca te voy a olvidar, te amo... y te amare hasta que mi corazón deje de latir...
Respire y trate de tranquilizarme un poco pero era estúpido, no podía dejar de llorar.
-Fuiste tú quien me dio vida, quien me dio sentido... me diste las fuerzas que necesitaba cuando no podía más, me regalaste sonrisas cuando estaba triste... y estoy agradecido.
Sin poder contenerme me lance sobre su cuerpo y lo abrace con fuerza, pude oler el aroma característico de él, aquel aroma que no volvería a presenciar, me separe de él y le arregle la camisa, tome sus manos, aquellas manos que me habían transmitido calor, seguridad, aquellas manos que me habían acariciado muchas veces y las coloque sobre su abdomen.
-Te amo-susurre en su oído.
Con cuidado toque sus parpados y le cerré los ojos, así era menos doloroso verlo porque parecía que estaba durmiendo, estaba navegando en el mundo de los sueños para no despertar jamás.
Me acerque a sus finos labios y le di un último beso, un beso tan especial como todos los que le había dado, temblando me puse de pie, pero mis piernas no respondían así que me recargue en la pared manchándolas de sangre.
Pero esto no terminaría aquí, me vengaría de la manera más cruel posible, eso no se iba a quedar así, ellos me quitaron algo que amaba más que a mi vida... ahora yo les quitaría algo a ellos. Tome aire y levante la cabeza, me limpie las lágrimas.
-Dulces sueños amor-dije despidiéndome.
Comencé a caminar lentamente por el pasillo en la dirección en la que se había ido Hannah, me sentía culpable por haberla golpeado, ahora era ella la única persona especial en el mundo que me quedaba.
Al girar por el pasillo vi el cuerpo de Hannah tirado en el suelo, corrí hacia donde estaba y tome su pulso: seguía viva, tenía una herida en la frente... alguien la había golpeado.
-Aquí estas-dijo Jason saliendo de repente.
-Déjanos en paz imbécil.
-¿O qué? ¿Qué me harás?-dijo burlándose-. Déjame pensar... ¿Estas dolido porque te quitamos a Samuel? ¡Supéralo, te hicimos un favor!
Lleno de rabia me lance sobre él y le solté un fuerte puñetazo en la cara, vi como salía la sangre de su rostro, de pronto un fuerte golpe me lanzo de espaldas, me quede sin aire... vi como Jason se ponía de pie, se acerco a mí y me escupió, me tomo del cabello y me estampo contra la pared.
-Tú y yo no somos iguales mariquita-me dijo al oído.
-Tienes razón-respondí jadeando-. Tu vida es tan vacía en comparación de la mía.
Jason me dio otro puñetazo en las costillas y caí al suelo golpeándome la cabeza, estaba completamente débil como para levantarme y luchar.
-Cariño-dijo refiriéndose a mi madre que en ese momento cruzo la habitación-. Llévala al calabozo, yo me encargo de Ian.
-Si mi vida.
Vi como tomaba a Hannah de los pies y la arrastraba por la habitación.
-¡No! ¡Déjenla!-grite pero no tenía fuerza.
-Tranquilo-dijo Jason poniéndose frente a mí- Tú también vendrás con nosotros.
Al decir esto me soltó una patada y todo se oscureció.
NOTA EXTRA: ¡Lectores! El final está demasiado cerca, así que se me ocurrió que para el final podía agregar algunas de sus criticas de la trilogía entera, en los comentarios dejen su opinión y las más completas aparecerán al final de la novela, gracias y sigan disfrutando de esta historia.
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Liberación (Metamorfosis 3)
Fiksi RemajaNo más secretos. No más mentiras. No más engaños. No más juegos. Los juegos por fin terminaran y la verdad que tanto han anhelado saldrá a la luz, pero todo tiene un precio y esto no es la excepción, luchas, sangre, dolor y pasión son algunos elem...