NARRA IAN:
Los tres comenzamos a buscar algo que nos aportara información, había miles de papeles que eran inservibles, cosas que no tenían sentido para nosotros, desde recibos por cámaras y pistolas, hasta revistas viejas.
-Chicos-dijo Samuel rompiendo el silencio-. Escuchen esto, parece ser un diario escrito por "A".
Nos acercamos a él para poder escucharlo mejor y entonces comenzó a narrar:
"Nunca quise que esto fuera así, ¿Cuánta maldad habitaba dentro de mí? Pero no, no puedo parar, es como un juego... no se acaba hasta que queda un solo ganador, creo que le mate... puedo sentir su vida escurriéndose entre mis frías manos, puedo ver en sus ojos la luz apagarse pero no me arrepiento, me encanta lo que hago...
Ahora le toca a la niña pagar, los odio tanto... cada vez que veo sus pequeños rostros me asqueo, cada vez que los ducho me dan ganas de dejarlos morir dentro de la tina..."
-Eso es todo-finalizo Samuel.
-¡Dios! ¿Contra quién estamos luchando?-dijo Hannah asustada.
-Un monstruo-afirme.
Continuamos nuestra búsqueda hasta que Hannah nos llamo, estaba frente a una caja llena de papeles y carpetas, los tres alumbramos la caja para ver el interior.
-En esta carpeta viene tu nombre Ian-dijo dándomela-Y esta de acá tiene el mío, pero de Samuel no hay nada.
Alumbre el papel que tenía en las manos y lo estudie con calma, en efecto estaba mi nombre escrito, seguí leyendo pero no entendía absolutamente nada... hasta que de pronto lo entendí.
-Esto es un acta de nacimiento-dije con temor-. Pero no tiene sentido... este no es mi apellido.
-Tampoco es mi apellido- aseguró Hannah.
-Debe ser falso-dijo Samuel.
-No-dijo Hannah con miedo-. Este cello es real, ya lo he visto antes... ¡YA! ¿Recuerdan al señor que visitamos para preguntarle si había visto a Ashley viva? Es el mismo doctor.
En efecto lo era, era la misma firma, el mismo nombre... el mismo señor, según este certificado se había firmado hace 20 años, que casualmente era la edad que yo tenía.
-Hannah ¿Qué apellido esta en tu certificado?-pregunte.
-Stiller ¿Por qué?-pregunto.
Leí mi certificado y me cubrí la boca, se lo mostré a Hannah y ella hizo lo mismo, sus ojos se llenaron de lágrimas, Samuel nos observo con temor.
-¿Qué está pasando?-pregunto él.
-Si estos certificados son ciertos...-dijo Hannah pero se detuvo.
-Si estos certificados son ciertos... significa que Hannah y yo somos hermanos.
-¡No jueguen!-dijo Samuel impresionado.
-Velo tu mismo-dijo Hannah dándole los papeles.
Samuel comenzó a estudiarlos y al final simplemente abrió los ojos como platos, ¿Pero cómo podía ser cierto? Samuel continuo buscando en la misma caja pero yo estaba congelado, si era verdad que Hannah era mi hermana... significaría que nuestros padres nos habían mentido, ¿Pero porque? ¿Por qué "A" tenia esto? Simple, para poder utilizarlo en nuestra contra después, así era como él jugaba, ahora entiendo porque mi madre decía que "A" venia por mi familia, no se refería a Samuel sino a este maldito hombre... mi madre supo la identidad de "A" todo el maldito tiempo y se lo llevo con ella a la tumba.
-Chicos... esto... pertenece a "A" o mejor dicho Fernando-Samuel tomo la carpeta con fuerza y alumbro el papel para leer en voz alta-. Según esto Fernando estuvo internado en... el mismo hospital psiquiátrico que yo, lo encerraron porque mato a su esposa y quiso matar a sus hijos también.
-No puede ser-dijo Hannah abrazándose.
¿Una esposa? ¿Se había casado? ¿Tuvo hijos? Entonces dentro de mi cansada mente algo hizo clic, una idea tan retorcida como el hombre a quien no enfrentábamos, tome los certificados que Hannah había encontrado y los estudie mientras Samuel continuaba hablando.
-Según esto, Fernando escapo del hospital hace varios años y nadie lo encontró de nuevo-concluyo.
-Préstame ese archivo-dije.
Tire los papeles inútiles que cubrían el escritorio y coloque los certificados y el archivo en el escritorio, alumbre el archivo que Samuel había leído, algunas letras ya casi no se podían leer debido a lo antiguo, acerque mi cara a la hoja y agudicé la vista... hasta que lo encontré.
-¡Mierda!-dije retrocediendo.
-¿Qué ocurre?-dijo Samuel.
Pero no respondí, mi mente se había puesto en blanco... toda esta información... ¡La verdad estaba aquí! Pero no era una verdad que me gustara.
-¿Ian?-dijo Hannah acercándose.
-Si... yo... bueno...-me tome un segundo para controlar mis ideas y para poder controlar el temblor de mis manos-. Si estos papeles son reales: Hannah y yo somos hermanos, lo que significa que somos hijos del mismo hombre... si leen los archivos se darán cuenta de que "A" o Fernando tiene el mismo apellido que nosotros.
-Eso significa que...
-Sí, "A" es nuestro padre-añadí.
ESTÁS LEYENDO
Liberación (Metamorfosis 3)
Novela JuvenilNo más secretos. No más mentiras. No más engaños. No más juegos. Los juegos por fin terminaran y la verdad que tanto han anhelado saldrá a la luz, pero todo tiene un precio y esto no es la excepción, luchas, sangre, dolor y pasión son algunos elem...