OJO POR OJO

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NARRA IAN:

Salí al silencioso y húmedo pasillo, me sentía como un robot, era como si todos mis sentimientos hubiesen desaparecido excepto uno: el odio.

Caminaba como si no supiera a donde ir, sentía como la sangre se iba secando sobre mi abdomen desnudo, todo carecía de sentido para mí excepto la sed de venganza que residía en mi interior, los haría pagar, jugaba con la navaja que le había robado al empleado de Jason, estaba seguro de que ellos no sabían que había escapado y utilizaría eso a mi favor.

Escuche pisadas detrás de mí y corrí para ocultarme en la esquina del pasillo, entonces la vi, mi madre caminaba como si nada fuera de lo común hubiera pasado, al verla el odio incremento, se iba acercando a donde yo estaba y sin previo aviso salte y le solté un fuerte puñetazo en su rostro, vi como cayó de espaldas.

Levanto la vista y abrió la boca como su fuera a soltar un grito, pero rápidamente le solté una fuerte bofetada, pude ver en sus ojos el miedo pero eso ya no me importaba, supongo que con las cosas que he vivido... había aprendido a dejar de sentir.

-Ni se te ocurra gritar-susurre.

-¿Cómo escapaste?-pregunto con tono de superioridad.

-Eso no te importa... ¿Dónde está Hannah?

-¿Qué te hace pensar que te lo diré?-soltó una carcajada que me caló en los huesos.

Sin más, tome vuelo y enterré la navaja en su pierna y su característica carcajada se convirtió en un alarido de dolor, con fuerza saque la navaja y me acerque a su rostro.

-No vine a jugar-respondí-. ¿Dónde está?

Ella simplemente sollozaba cubriendo su herida, la desesperación me estaba dominando con cada segundo que pasaba, entonces grito, con rapidez volví a clavarle la navaja en la otra pierna y soltó un grito de dolor, la mire con seriedad.

-Te dije que no gritaras-añadí con clama mientras veía como sufría.

-No estaba equivocada-respondió y su comentario me tomo por sorpresa.

-¿A qué te refieres?

-¿Es que aun no lo sabes?-dijo llorando-. Tú eres el problema de esto, tú causaste todo esto.

¿Ahora yo era el culpable? Menuda estupidez, entonces recordé el fragmento del diario que habíamos encontrado en la bodega, también recordé los archivos que especificaban que Jason, o mejor dicho, Fernando tenía problemas psicológicos.

-Creo que los archivos y el diario que encontramos explica quien está realmente mal-respondí.

-Sigues siendo tan estúpido, si tan solo hubieras buscado un poco mas sabrías de lo que hablo... el diario no es de Fernando, es tuyo.

-¡Mientes!-grite.

-¡Tu quisiste ahogar a tu hermana en la bañera! Esa fue la razón por la que tu padre y yo discutíamos aquella mañana en la que escapaste con ella en brazos, meses antes te había hecho estudios porque actuabas... de manera extraña y adivina que ¡Tú también tienes un problema psicológico Ian! Eres igual a tu padre.

-¡Mientes!-dije molesto.

Entonces los recuerdos me golpearon en la memoria, era como si recordara un sueño en vez de algo ya vivido, recuerdo que tenía a un bebe sobre mis brazos y que la dejaba caer en el agua, podía ver la desesperación de sus ojos y la rapidez de sus movimientos, pero no hice nada... simplemente me quede ahí de pie, viendo como todo transcurría con rapidez, entonces mi madre entro en el baño y la salvo... ¡Dios mío! Ella decía la verdad... yo había intentado matar a Hannah.

-¿Ya lo recuerdas cierto?-dijo con seriedad-. Durante años te medicamos con pastillas para aclarar tu mente y que borraras esos recuerdos.

-¡NO!-grite llorando.

-¡Tú también eres un asesino!-me grito con furia-. Si yo no hubiera matado a Samuel lo hubieras hecho tu mismo.

-¡BASTA YA!

Levante la navaja, cerré los ojos y deje caer mi brazo con fuerza, sentí como el filo de la cuchilla se incrustaba en el abdomen de mi madre, abrí los ojos pero no sentí miedo ni culpa... sentí... placer al ver sus ojos abiertos, vi como salía la sangre por su boca, sentía como una sonrisa se dibujaba en mi rostro, lleno de odio le abrí la garganta para al fin muriera.

Entonces volví en mi, admire la escena con ojos diferentes, solté la navaja y me aleje nervioso, realmente había matado a mi madre... ¿Qué pasaba conmigo? ¿En qué me estaba convirtiendo? Escuchaba voces en mi cabeza que me decían que había hecho lo correcto... que no había hecho nada malo, pero sabía que no era cierto, comencé a golpearme la cabeza con la intención de silenciar esas voces.

Fue ahí cuando comprendí todo: realmente tenía problemas psicológicos, el diario no era de Fernando... era mío.

NARRA ASHLEY:

Habíamos esperado días para que los policías y detectives encontraran una pista que nos dijera en donde estaban los chicos, había pasado por innumerables sesiones de preguntas, pero ahora solo estábamos sentados en una sala asfixiante con aroma a café.

Podía ver como el rostro del padre... o bueno, padrastro de Ian se iba haciendo más cansado, las ojeras se hacían cada vez más presentes, cuando nos conto la verdadera historia de Ian hubo un extraño "clic" en mi mente, todo era cierto.

En eso entro el detective con una carpeta en la mano, a juzgar por su acelerada respiración y su tic con las manos sabía que tenia nuevas noticias.

-Tenemos la ubicación exacta de donde se encuentran los chicos-dijo el detective.

-¿Dónde está? ¿Es lejos?-pregunto el padre de Ian.

-Esta a cinco horas de aquí, así que será mejor que nos movamos de una vez... antes de que sea demasiado tarde.



Liberación (Metamorfosis 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora