NARRA IAN:
Al fin me animé a cercarme al cuerpo inerte de la chica, el corazón retumbaba dentro de mi pecho con mucha fuerza, las manos me temblaban y el sudor bañaba mi frente... realmente iba a hacer esto...
Contuve las ganas de vomitar y comencé a tentar las bolsas que tenía su ropa, la ropa que había utilizado el último día de su vida, por más que buscaba no encontraba la maldita llave, había trazado un plan en mi mente pero el tiempo era un factor importante para llevarlo a cabo. Las opciones se estaban terminando, entonces me fije en la rajada que tenía en la garganta, debajo de la piel que cubría su cuello había un bulto poco natural... ¡Dios mío! La llave estaba dentro de la rajada, me cubrí la boca, definitivamente no iba a meter la mano ahí.
Dejando escapar varias lagrimas me decidí a hacerlo, mi vida estaba en juego, levante la fría piel que la cubría y la vi, cubierta de sangre la llave estaba ahí mismo, llené mis manos de sangre, sangre que perteneció a una chica feliz, inocente... tome con fuerza la llave para que no se me cayera debido a los temblores de mis manos, me acerque a la puerta y la abrí.
Al salir al pasillo las luces se fueron, entonces recordé que cada noche se iba la luz, esta era la segunda parte del plan, comencé a correr como si el demonio viniera por mi alma y comencé a buscar alguna ventana o puerta que me condujera fuera de este lugar, todas estaban cerradas excepto una, en ella estaba una inscripción "PASILLO A", sin dudarlo la abrí y entre en una recamara oscura, sin saber cómo tropecé con algo, el suelo sonaba hueco... como si no hubiera nada debajo, busque a tientas con lo que había chocado y entonces la luz regreso.
Tarde en acoplarme a la luminosidad pero cuando lo hice me percate de que había chocado con una manija, con fuerza tire de ella y una parte del suelo se levanto, debajo del piso había un pasillo, sabía que si me quedaba aquí alguien vendría por mi así que me mordí el labio y comencé a descender por las escaleras.
NARRA HANNAH:
Moví con fuerza un mueble que encontré y cubrí la entrada, al instante escuche como alguien golpeaba con fuerza la puerta, por más que lo intentara no podía dejar de llorar, tenía que encontrar una salida antes de que "A" logrará entrar, la habitación parecía una bodega, había varias cosas regadas, encontré una ventaba con pedazos de madera clavada, corrí hacia ella y trate de tirarlas con fuerza.
Sin embargo no era suficiente para zafarlas, los insistentes golpes de la puerta se detuvieron repentinamente, mis manos sudorosas resbalaron y golpee una caja, al instante varias cosas comenzaron a caer al suelo, entonces algo pesado cayó sobre mí, solté un grito de miedo y me aleje llorando, me cubrí la cara con las manos pensando que "A" había logrado entrar en la habitación pero no ocurrió nada, abrí los ojos y me tope con un cuerpo tirado.
-¡Por dios!-me cubrí la boca.
Era el cuerpo de un hombre pero no le pude ver la cara porque estaba boca abajo, quería gritar, quería llorar, quería desaparecer, quería tener a mis amigos conmigo, esto era demasiado para mi, tome aire varias veces y me acerque al cuerpo tirado, con fuerza lo gire para poder ver el rostro de la persona.
-¡No pude ser!-el llanto volvió a hacer presencia, pero esta vez era porque si reconocí a la persona que tenia frente a mí, su rostro sucio y lleno de tierra, su ropa rota...- ¿Pero... pero que te ha hecho?
Vi como la sangre había manchado el pecho de John, mi amigo estaba muerto...
NARRA SAMUEL:
La tierra seguía lloviendo sobre mí, intentaba no quedarme enterrado pero me resultaba imposible, mis piernas habían quedado completamente cubiertas y no me podía mover, cada vez que lograba remover tierra para liberarme más me caía encima.
Llego un punto en el que lo único que tenia libre era la cabeza, la tierra seguía cayendo y me cubrió por completo, sentía su insistente peso sobre mí, no podía respirar y las ansias se apoderaban de mi, no sabía cuanta tierra había sobre mi pero tenía que luchar, no quería morir.
Con fuerza comencé a mover mi brazo pero no podía hacerlo tan fácil, entonces sentí el frío aire de la noche sobre mis dedos, había alcanzado la superficie, ahora solo quedaba luchar para salir y conteniendo la respiración no sería fácil, posiblemente me moriría en el intento, pero no dejaría a Ian solo, lucharía una última vez.
ESTÁS LEYENDO
Liberación (Metamorfosis 3)
Teen FictionNo más secretos. No más mentiras. No más engaños. No más juegos. Los juegos por fin terminaran y la verdad que tanto han anhelado saldrá a la luz, pero todo tiene un precio y esto no es la excepción, luchas, sangre, dolor y pasión son algunos elem...