Capítulo 30

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A diferencia de otros días, el rostro de Evan no se veía tímido y algo atemorizado, sino que ahora parecía... fingido.

No baje mi arma.

-¿Qué haces aquí?

-Emma, cariño... Baja eso...-tartamudeo. Pero no confiaba.

-No lo haré. Contesta a mi pregunta.-estaba increíblemente sorprendida, pero parte de mi me canturreaba "Sabia que algo estaba mal con el."

-Eh... yo... fui a buscarte pero no... no estabas.

-¿Y cómo lo sabes?

-Fui a tu... a... apartamento.- tenía la vista fija en el arma.

Mi moto estaba estacionada, podía tomarse como indicio de que estaba.

-¿Fuiste a mi trabajo?

-Fui al taller...-comenzó a acercarse.- Cariño, baja el arma, ¿quieres?

Su tranquilidad repentina activo otra alarma.

-¿Me seguiste?-pregunte sin dejar de mirarlo a los ojos.

-Desde la casa.

Bingo.

Me acerque a él. Creyó que iba a saludarlo, pero lo que hice fue golpearlo. El golpe lo tomo por sorpresa, pero no tardo en bloquearlos, pero no los devolvía. De pronto, me tomo por una de las mano e hizo que quedara de espaldas. Respire profundamente y le di un codazo en el estómago, clave mi pie en su pierna y le di un codazo en la garganta, dando media vuelta, le patee y cayó al suelo. Con otra patada hice que se diera vuelta, pero no tardo en levantarse, intento devolverme uno de los golpes y no reconocí su rostro. Se veía concentrado y hasta molesto. No es Evan. No el que yo conozco.

Tome su puño y lo gire, luego torcí su brazo y lo coloquen en su espalda, el dio un gemido de dolor.

-¿Quién eres?-pregunte cerca de su oido.

-Soy... yo Emma.-por su tono se notaba molesto y dolorido, lo que hizo que me enojara. Le hice una trampilla con los pies, el cayo de frente y yo quede en su espalda. Con velocidad torcí su otro brazo.

-¡¿Quién eres?!-le grite.

-Evan...

-¡No mientas!-sujete sus brazos con una mano y con la otra le tome del cabello e hice que su cabeza se estrellara contra el piso, no con demasiada fuerza.- ¡Contesta! ¡Ahora!

Su respiración estaba agitada al igual que la mía.

Apreté sus brazos con mis piernas, con una mano levante su cabeza y con la otra coloque una navaja bajo su cuello.

-Te conviene decirlo y lo sabes.-mantenía la navaja firmemente. Evan no peleaba por salir.

-Emma, soy yo.-volvió a repetirme, pero ya no le creía.

-Si me conocieras un poco, sabrías que odio que me mientan...-comencé a apretar la punta de la navaja.

-Soy Evan Jeremy Smith, Agente rango A de la CIA.

¿La CIA?



****



-¿Entiendes algo de lo que pasa?-preguntó Jessie.

Lo que nadie sabe de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora