Oficialmente, Aaron y yo cumpliríamos dos meses de noviazgo. Los dos meses más exasperantes y divertidos de mi vida.
-¡Dame eso!
-¡No!-grito corriendo por el pasillo.
-¡Vuelve aquí, ahora Aaron, no estoy jugando!-Aaron seguía corriendo delante de mí y dio media vuelta solo para guiñarme un ojo y volver a correr.
Se me había perdido en uno de los pasillos de su casa.
-Demonios.-maldije mirando a mí alrededor.- Aaron, como no salgas voy a matarte.
-Suerte con eso.-escuche como gritaba y de seguido reía.
-¡Cabrón!
Volví a perseguirlo por la casa, hasta que algo se me ocurrió.
Me escondí entre uno de los armarios. Escuche los pasos de Aaron venir por el pasillo.
-¿Nena...?-pregunto pasando a mi lado pero sin notarlo. Me abalance a su espalda y tome la carta, pero Aaron me sujeto por las piernas, impidiendo que bajara.
-¡Demonios, bájame!
-¡Dame la carta!
-¡Jamás!
Logre bajarme de la espalda de Aaron y corrí hacia el patio.
-¡Emma!-me interpuse entre él y la piscina.
-¡No avances!-le amenace apuntándole con un dedo.
Aaron tenía una mueca divertida.
-Nena, dame eso.
-Púdrete.
Aaron rodeo la piscina y mientras daba un grito comencé a correr y esta vez entre en la cocina, me pare sobre la barra americana y rompí el sobre.
-Vamos, vamos, vamos....-comencé a leer rápidamente cuando me tomaron por las piernas y lo siguiente que vi fue la corpulenta espalda de Aaron.- ¡Bájame!
Veía como corría y se detenía en el césped.
-¿La leíste?-me pregunto y yo guarde silencio.-Emma...-gruño.
-Tal vez....-y Aaron salto a la piscina.
Salí a la superficie y Aaron me tomo de la cintura, yo lo fulmine con la mirada.
-¿Y bien...?-parecía estar temeroso.
-Te aceptaron.-una sonrisa abarco su rostro y me besó.- ¡Entraste a Hiwassee!
De pronto la sonrisa se borró de su rostro.
-¿Qué pasa?-de pronto me preocupe.
-Queda a más de ocho horas en auto y está en Tennessee.
Mi rostro habrá quedado en blanco. Eso sí que no lo vi venir.
-Oh.-mi emoción parecía haberse esfumado.- Pero empieza en septiembre, aún tenemos dos meses.-intente animarle.
-Y tú estarás aquí.
Fruncí los labios.
-Podremos con esto.-le acaricie los hombros.
Aaron frunció los labios y suspiro mientras salía conmigo de la piscina. Le mire, pero estaba pensativo, intente bajarme en cuanto entro a la casa, pero no me dejó. Le mire extrañada cuando subió las escaleras y más aún cuando entro al baño de su habitación.
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Lo que nadie sabe de mi.
AçãoLa vida es dura, lo puedes aprender de muchas cosas, de muchas razones, de muchas ocasiones. Dicen que nada pasa por casualidad, que todo tiene una razón, o que simplemente es tener mala suerte,una de las tantas personas que dicen eso es Emma Broo...