- ¿Sientes o sentiste algo por mí?
- No creo que necesite responderte esa pregunta.
- ¿Por qué?
- Por que si no, no te hubiese transformado en lo que eres, ¿No crees?
- Podría pensar que sólo fui un juguete para ti.
- Cree lo que quieras. De todas formas sabes porque terminamos.
- Pero Sesshomaru...- dijo abrazándolo. – Tú sabes que yo si siento algo muy especial por ti...Y no me gusta que estés cerca de esa tal Kagome.
- Sabes que es muy diferente a ti...
- ¿En qué?
- Ambas son hermosas e inteligentes, pero hay algo en ella muy distinto a ti...
- Ah... ¿sí? ¿Y qué es? –dijo cuando se le llenaban los ojos de lágrimas pero como tenía abrazado del cuello a Sesshomaru, éste no podía observarla.
- Ni yo mismo lo sé...
- Entiendo.
- Tengo que irme –dijo poniéndose de pie sin tener ningún cuidado al levantarse, arrebatándose del abrazo de la chica.
- ¿Me darías otra oportunidad de demostrarte lo que siento?
- No lo creo. Recuerda quien me traicionó.
- Pero yo estoy arrepentida y te quiero. ¿Esperarás a que esa chica, Kagome, se fije en ti? ¡Ella está enamorada de Inuyasha! ¡No te ama como yo a ti! –gritó la muchacha ya con varias lágrimas corriendo por sus ojos color azul, su piel era muy blanca y tenía una larga cabellera negra.
- ¡Cállate! Si estás tratando de conquistarme de nuevo, de esta forma te aseguro que no lo conseguirás.
- Sesshomaru...
- Eso es todo. Adiós –dijo comenzando a caminar, pero alguien lo detuvo del brazo.
- Por favor, dame otra oportunidad, te aseguro que no te arrepentirás.
- ¡Ya suéltame! –dijo soltándose del agarre- Eres demasiado problemática, si sigues con lo mismo...te mataré, yo te cree y te puedo destruir. Esperaba más de ti en ese tiempo, pero ya es muy tarde... Kairy. –dijo siguiendo su camino.
Cuando él se fue, comenzó a llorar con amargura y sus lágrimas no se detenían por nada.
- Maldita Kagome...
*Flash Back*
- ¿Dónde estará el joven Sesshomaru? –decía para sí misma una chica de ojos azules hasta encontrarse con algo inesperado. Más lejos de ahí se encontraba una pareja conversando, dentro de una habitación algo oscura y fúnebre, debían ser como las 8:30 de la noche.
- Pero Sesshomaru ya sabes que yo amo a tu hermano y que tú quieres a Kairy.
- Pero Kairy ya no es la misma, ni Inuyasha tampoco, Tú misma lo haz dicho.
- Pero...
- Kairy... ¿Puedes salir de donde estás oculta? Es de mala educación espiar a las personas...
- Sesshomaru –dijo Kagome viendo a la chica que había salido detrás de una de las paredes.
- No te preocupes. Kairy vete, déjanos hablar.
- Sesshomaru.
- No quiero que estés más cerca de mí después de lo que hiciste. ¿Quieres que te lo recuerde?
- Ya le dije que me perdone fue un error de mi parte, a él no lo amo, lo amo a usted.
Kagome solamente observaba la escena con un aire de pena y lástima por aquella joven.
- Creo que deben hablar –dijo Kagome.
- Sí –dijo Kairy.
- No, no tenemos de que hablar, sigamos Kagome –dijo dándole la espalda a Kairy y tomando una de las manos de Kagome, mientras se dirigían a otra habitación.
- ¡Déjela joven Sesshomaru!
Ellos seguían avanzando, Kagome miraba a la chica mientras que Sesshomaru no la miraba y se encontraba en silencio, hasta que lo rompió.
- No te metas en donde no te llaman. – la pareja siguió su camino hasta perderse de su vista.
*Fin del Flash Back.*
- Si no me hubiese besado con Inuyasha, sino nos hubiese encontrado en esa situación... ¡Si Kagome no existiera!
Mientras tanto, en el salón donde se encontraban Inuyasha y Kagome.
- Inuyasha...
- ¿Qué... qué....- dijo ella con cierto nerviosismo.
- ¿Qué?
- Hola Kagome y Hola imbécil.
- Ah vaya pero si es el perdedor.
- Cállate.
- Kouga acepta tú derrota.
- No aún no he perdido.
- Ahora déjanos solos, tenemos cosas importantes de que hablar.
- ¿Sobre qué?
- No te importa.
- Vamos Kagome- dijo jalando Kouga a Kagome.
- ¿Kagome que quería decirme?- dijo antes de que se alejaran.
- Luego hablaremos –dijo saliendo un momento del salón con Kouga.
- Esta bien.
Cuando salieron.
- Kouga. ¿Puedes soltar mi mano?
- ¿Eh? –la soltó rápidamente mientras se ruborizaba. – Lo siento. ¿Oye?
- Dime.
- ¿De que querías hablar con él?
- No es nada importante.
- No te creo... ¿De verdad estás enamorada de él?
- ¿Eh? –dijo ruborizándose – Te equivocas.
- Kagome, quiero decirte que tú siempre haz sido mi mejor amiga pero... me gustaría que....
- Entren al salón, va a comenzar la clase –dijo una voz masculina detrás de Kouga.
- Sí, profesor Sesshomaru –dijeron ambos al mismo tiempo que entraban al salón seguidos por el profesor.
Todo el día había transcurrido con tranquilidad hasta que llegó el momento de irse.Después de las clases y de despedirse Kagome fue a su casa, de pronto pasó por un hermoso parque lleno de flores, se sentó bajo el árbol, hacía algo de viento.
- ¿Cómo voy a preguntarle algo así? ¿Y si no es cierto? ¿Qué debo hacer?– se preguntaba así misma.
- Ten –dijo alguien dándole una flor y acercándola para que la observase mejor.
- ¡Inuyasha!
- "Es tan hermosa"-pensaba para si mismo.
- "¿Qué hace aquí?, me siento tan nerviosa.
Ella se encontraba sentada y él se encontraba sentado frente a ella, acercaba la flor hacia su oreja mientras que él se acercaba a su rostro, sin poder reprimir lo que sentía. Ella era la mujer que él amaba y él era el hombre que ella había amado. ¿Sobrevivía aún algo de amor? ¿Serían capaces de salvarlo? ¿De reprimir lo que sentían en esos momentos? Kagome tomaba el rostro de él con una de sus manos, mientras que él acariciaba su mejilla, sin darse cuenta fueron acercando sus rostros hasta unir sus labios con un dulce beso el cual a medida que pasaba el tiempo se fue volviendo apasionado hasta explorar sus bocas completamente, se habían puesto de pie y ahora ella abrazaba su cuello mientras que él la apegaba a su cuerpo por la cintura. Esas sensaciones, ese deseo, las dudas se habían desvanecido, simplemente querían estar el uno junto al otro. Se separaron un poco por la falta de aire.
- Kagome, te amo.
Ella sólo respondió con un nuevo beso, esa ternura que siempre la había caracterizado, pero algo de eso no estaba bien. Ella se había olvidado de lo que le dijo Naraku, probablemente después se arrepentiría pero en este momento eso no importaba, ni siquiera el hecho de que Inuyasha fuese un vampiro.
Después de eso, él la acompañó hasta su casa, se despidieron no sin antes darse un nuevo beso. Ella al principio no soportaba que él estuviese cerca, pero tampoco lo quería lejos, se molestaba con él, pero... ¿Qué derecho tenía de juzgarlo? Él no pidió ser lo que es así como los humanos no escogemos nuestra forma física al nacer, para él beber sangre era una necesidad, no habría otra oportunidad de sobrevivir. Pero las dudas volvieron a hacer su aparición en su mente, si se quedaba junto a él, ella moriría tiempo después, envejecería como cualquier humano, él no. Seguiría siendo un ser joven y bello de cierta forma, nunca cambiaría aunque tal vez; sólo tal vez, él decidiera darle el don oscuro. Se encontraba ya en su casa, sola, más específicamente en su habitación sobre la cama; mirando al techo.
- ¿Si quiero estar junto a él tendré que...?
- Yo pienso que sí.
- Sesshomaru! – él se encontraba sentado en la orilla de la cama, pero con un rápido movimiento se puso sobre ella.
- ¿Qué hace? Levántese de mí –dijo asustándose, mientras que golpeaba el pecho del chico.
- Tú estás confundida, no sabes que te hizo mi hermano, yo te di la oportunidad de estar juntos... ¿Recuerdas?
- ¿Oportunidad? ¿De qué hablas?
- Justo antes de tu boda, tú estabas pensando en la posibilidad de estar conmigo, Inuyasha había cambiado demasiado. Él me separó de ti cuando te mató.
- ¿Eh? –de pronto él comenzó a besarla y luego bajó a su cuello, besándola poco a poco. Kagome trataba de resistirse pero él le había sujetado las manos, de pronto sintió un agudo dolor en su cuello, él había clavado sus colmillos en su delicado cuello y comenzaba a saborear su sangre, él se incorporó un poco y se lambió sus labios.
- Sólo reclamo lo que me pertenece. –dijo y vio las lágrimas de la chica caer sobre las rosadas sabanas mientras que un hilillo de sangre caía por su cuello. De pronto varias imágenes sobre lo que había hecho Inuyasha pasaron por su mente. Ella sintió un gran coraje, Sesshomaru le había soltado las manos e iba a incorporarse sino es por que unos brazos lo detuvieron rodeándole el cuello y acercándolo al rostro de ella, la cual le plantó un beso más apasionado, las lágrimas ya no caían, ni siquiera tenía interés por lo que sucedería si Inuyasha se enteraba y peor por lo que había sucedido en el parque, tal vez sólo era el despecho, y la furia por lo que él le había hecho y Sesshomaru era muy guapo y parecido a Inuyasha; ahora sólo quería que pagara por lo que había hecho. Una parte de sí le decía que esto estaba muy mal, que ella amaba a Inuyasha, que se detuviera, pero en estos momentos, las dos personas que estaban en esa habitación, en ese lecho ya no conocían el significado de lo que estaban a punto de hacer. ¿Esto acabaría así? ¿Traicionaría a la persona que amaban? ¿Se entregaría a él hermano de Inuyasha? Y aún más importante, ¿lo amaba?