- Así que es cierto...-exclamó el chico descubriendo la boca de la joven y se acercó hasta dejar rozando sus labios, de cierta forma su rostro mostraba molestia pero también tristeza.
- Eso no te incumbe.
Inuyasha abrió sus ojos con una expresión de sorpresa, hace unos momentos se había de cierta forma, controlado para no gritarle en su cara e ir a golpear a su hermano, en esos momentos al haber escuchado esas palabras una furia se hizo presa de su ser.
-¿Qué demonios sucede contigo? –le gritó, ahora la tomaba de los hombros, ella por unos instantes comenzó a sentir miedo.
- Tú... ¡Tú no tienes que reclamarme nada! –le gritó ella- ¡Tú y yo no somos nada! ¡Déjame en paz!
- ¡Te equivocas! ¡Tú eres mía!
- ¿Estás loco? ¡Deja de tratarme como si fuera un objeto! ¡No soy tuya ni de nadie!- Tú eres mía – dijo acercándose a sus labios besándola, Kagome trataba de apartarse pero el la había sujetado lo suficientemente fuerte para que no se escapara. Se separó de ella, se había encontrado con la mirada de Kagome triste y furiosa a la vez. De pronto unas imágenes de cuando Inuyasha abusó de ella y como la asesinó vinieron a su mente.
- Es cierto...ya lo entiendo, lo hiciste... ¿Verdad?
- ¿Eh?
- Parecido a lo que intentas hacerme en estos momentos, tú te aprovechaste de mí –dijo sollozando.Eso fue un golpe bajo, Inuyasha sentía como si un balde de agua fría le hubiese caído en la cabeza.
- ¿Cómo sabes eso?
- Eso no es importante, lo que importa es lo que hiciste.-dijo mientras crueles lágrimas salían de sus ojos, él se alejó de ella, ahora se encontraban sentados.
- Eso fue un error, Kagome...yo no quería hacerte daño, quería verte de nuevo.- No tenías que haberme asesinado, ¿No crees?
- Era otra época vivir como lo que soy no es fácil, no quería esa vida para ti, ahora los tiempos han cambiado...- Eso no significa que puedes venir y hacer lo que quieras conmigo...
- ¿Entonces...no quieres nada conmigo?
- Lo siento...pero no.
- Entiendo –dijo con una mirada invadida por la tristeza y acompañada por la soledad, pronto se hizo un silencio incómodo, estaban ahí, mirándose; sin articular ni una sola palabra. Hasta que por fin el silencio se rompió.
- Pero...debo admitir que una parte de mi me dice que todavía podemos tener algo, pero esa voz está siendo callada por otra que me dice que tú y yo no podemos estar juntos, nuestras naturalezas son distintas ahora, soy humana y tú eres un vampiro...además supongo que ya haz de haber notado esto... -dijo descubriéndose el cuello. Él la miró atónito esa marca no fue hecha por el, eran las marcas de una mordida reciente y seguramente él ya sabia a quien le pertenecía. Él hizo una mueca de disgusto mayor, estaba furioso.
- Sesshomaru... ¿Cierto? ¿Lo amas?
- No lo sé.
- Esperaba que me dijeras un "no"
- Lo sé.- Entonces ¿Por qué puedes estar con él y no conmigo?
- Te equivocas, simplemente nos dejamos llevar a decir verdad no creo que ninguno de los dos nos amemos.
- Esta es una propuesta muy importante que voy a hacerte. Esperaba que tú sintieras lo mismo que sentías antes por mí y ahora si proponerte que tú...
- ...
- Que te convirtieras en alguien como yo.- ¿Eh? ¿convertirme en un vampiro?
- ¿Qué piensas sobre eso?
- No, no creo que eso sea bueno.
- ¿Por qué?
- Por que no estoy segura de lo que siento por ti.
- Entonces...hay una cosa que yo debo pedirte.
- ¿Dime?
- Si no puedo estar junto a ti es estar completamente muerto, mi cuerpo ya lo esta y si tú no estás a mi lado estaré verdaderamente muerto. Tú eres la razón por la cual he luchado contra mi propia naturaleza, a quien he esperado tanto tiempo, pero sobre todo a la PERSONA QUE AMO. Sin ti ya no tengo más razones para seguir existiendo...- levantó su rostro, en esos hermosos ojos caían lágrimas pero no eran normales, eran lágrimas de sangre. Kagome no sabía que decir lo miraba estupefacta.
- Inuyasha
- Por eso mismo, sino puedo estar contigo quiero que tú seas la que me destruya solamente así podré morir tranquilo, ya que por volverte a ver regresaría tantas veces de la tumba como fuesen necesarias.
- Creo que será mejor que no nos veamos de nuevo... -dijo ella mientras le daba la espalda, de repente unos brazos le rodean la cintura y él le susurra algo al oído.
- Te amo...
Mientras que a lo lejos se encuentra un hombre de ojos rojos, cabello negro y muy pálido.- ¿Ha sucedido algo?
- Sí ella esta con él
- Mmm...lo suponía
- ¿Piensa hacer algo?- ¿Hacer algo? No sólo haré algo...eso lo sabrás con el tiempo. –dijo el hombre levantándose y acercándose a la mujer que se ocultaba en las sombras- Esto sólo es el comienzo. –dijo el hombre dirigiéndose hacia donde se había producido la voz de mujer.
Mientras tanto, en casa de Kagome.
- Créeme Kagome, de verdad me arrepiento por lo que hice, no quiero jugar contigo...tú eres muy importante para mí –decía él mientras seguían cayendo gotas de sangre de sus ojos.
- Inuyasha, quiero...pero...
- No dudes –dijo girándola para verla a los ojos- Si no me amas, al menos quiero que me lo digas de frente. –Ella también...lloraba.
- ¿Cómo no poder hacerlo? Si tú...
- Ya se lo que hice pero quiero tu perdón al menos...pero quisiera que me permitieras conquistarte de nuevo...yo te quiero, te necesito, te a... -no alcanzó a terminar ya que fue interrumpido por un dedo de Kagome que se posaba en su labio inferior del chico.
- Inuyasha –dijo para luego besarlo, a lo cual él correspondió de la misma forma, después de todo, ¿Quién puede luchar contra los sentimientos?
- "Kagome, nunca, nunca, desde que te conocí...pude dejar de pensar en ti, al final te convertiste en la luz de mi vida"
- "Inuyasha, aún siento rabia por lo que hiciste pero...no sé porque...yo también siento que no puedo dejarte solo, que te necesito tanto como tú a mi...en estos momentos...sólo tú y yo...y nadie más"