- Inuyasha... ¿Crees que esta bien?-dijo Kagome sentada en el sofá de esa mansión junto a Inuyasha.
- ¿De que hablas?
- Es que siempre hay algo que nos impide estar juntos...
- Estaremos juntos, te lo aseguro.-dijo abrazándola. –deja de pensar en eso.
- Sí...
- Inuyasha-dijo alguien desde la puerta.- Sesshomaru....-respondió soltando lágrimas era seguida por un hombre y una mujer.Mientras tanto, en un lugar muy apartado del centro de la ciudad.
- ¿Ahora que haremos?-dijo Kikyo.
- Tenemos que pensar en como separarlos.-dijo Naraku.
- ¿Cómo?
- No lo sé...deja de molestar. Me desesperas.
- Tú eres el que molesta.-dijo Kikyo, pero Naraku la tomó del cuello.
- Será mejor que te calles. Yo fui quien te hizo y soy quien puede destruirte. ¿Entendiste, estúpida?-dijo lanzándola contra una pared.
- Eres demasiado brusco...
- Y tú demasiado tonta. Esta bien, quise ser compasivo, pero ahora...
- ¿Qué?
- Si no puedo tomar a Kagome...mataré a los Taisho
- ¿Qué? Pero Inuyasha...
- Ese no me importa...
- Pero a mi sí.
- Entonces tendré que matarte a ti también.
- No lo harías...
- No me retes.
- ¿Entonces para que me convertiste?
- Por simple capricho...tal vez me serias útil pero ya veo que no.-dicho esto se acercó a ella.
- ¡Aléjate!
- ¿Qué pasa? ¿Ahora tienes miedo?
- Dame una nueva oportunidad, por favor-dijo poniéndose de rodillas.
- ¡Que pena! Pero...no existen las segundas oportunidades.-dijo tomándola del cuello nuevamente y sacando una daga de su funda.Mientras que en la mansión Taisho...
- Kairy...-dijo Inuyasha.
- Esta muerto....-dijo llorando y señalando a Kagome- Por esta...
- Ella no tuvo la culpa-dijo Inuyasha- Fue Kikyo.
- Así que Kikyo ha vuelto...-dijo el padre de Inuyasha entrando a la habitación junto con su madre.
- Sí.-dijo Inuyasha
- Parece que por más que reviva nunca cambia-dijo la madre de Inuyasha.
- Seguramente Naraku no tardará en atacarnos-dijo el padre.
- Estoy deacuerdo...tenemos que hacer algo-dijo Inuyasha.
- Debemos estar juntos en todo momento o al menos en habitaciones cercanas.-dijo el padre.
- Lo malo es que ellos utilizan unas dagas especiales para asesinar vampiros-dijo Kagome.- Ustedes correrán gran peligro...si yo me quedo...debería ir con él para que los dejé en paz.
- Sí...deberíamos entregársela-dijo Kairy.
- ¡Por supuesto que no!-dijo Inuyasha.
- Inuyasha...quiero dejar de causarles problemas...piensa que mi vida vale por la de cinco: la de tus padres, la de Miroku, la de Kairy y la tuya.
- Pero Kagome...
- No te preocupes por mí...
- No quiero decir que debemos sacrificarte-dijo el padre.- Tenemos que buscar la manera de proteger a todos.
- Pero...-dijo Kairy.
- Basta Kairy-dijo Izayoi.
- Que tontería...-dijo Kairy- Me largó no me importa morir...Sesshomaru lo era todo para mi...ahora que está muerto ya no tengo nada.
- Kairy...-dijo Kagome.
- Parece que ganaste, Kagome. Te quedaste con el corazón de Sesshomaru. Me voy-dijo saliendo de la habitación.
- ¿Y Miroku?-dijo Inuyasha.
- No debe tardar en llegar. –dijo el padre.
- De hecho ya estoy aquí...-dijo Miroku.
- ¡Sango!-dijo Kagome con sorpresa- Acaso tú también...
- Sí...Kagome, empecé a salir con Miroku y pues ahora yo también soy como él- dijo apretando fuertemente la mano de Miroku.
- ¿Qué escondido te lo tenías Miroku?-dijo Inuyasha.
- Sí-respondió Miroku.
- Bueno dejen eso por ahora, lo más importante es pensar como deshacernos de Naraku.-dijo Inu no Taisho.Mientras tanto, Naraku llamó a uno de sus sirvientes.
- ¿Qué desea señor Naraku?-dijo el sirviente.
- Quita eso de mi vista –dijo Naraku saliendo de la habitación.
- Eso es...En medio de un charco de sangre se encontraba el cadáver de Kikyo.
- Pero Señor Naraku... ¿Qué haré con ella?
- Incinérala idiota... después esparce sus cenizas en varias partes lejanas.
- Esta bien-dijo el sirviente recogiendo el cuerpo.
- Mataré a esos desgraciados-dijo juntando varias dagas.- Y me divertiré mucho con Kagome.-dijo para sí mismo sonriendo arrogantemente.