Parte 4

5K 202 139
                                    

-Espera... para, ¿¡que rayos haces!?... ¡no! Tsk... dijiste que... ghhmm-

-¿Qué es lo que dije?-

-Dijiste que esperarías una semana...-

-¿En serio dije eso?-

-¡CLARO QUE LO DIJ!...aagh~-

-No me acuerdo-

-Aghh~~ para... -

-¿Porque debería parar? Te estas entreteniendo ¿verdad?-

-N...Nogh~~ yo... aagh -

Hace dos días atrás Ivlis se había quedado obligado en el mundo de Satanick, estaba bastante herido por las constantes torturas de Reficul y del diablo quien lo hospedaba, él realmente necesitaba un tiempo de descanso, no solo para restaurar su cuerpo, sino que también su ánimo y sus poderes, el constante uso de estos para recuperar su cuerpo lo tenían muy agotado, pero el desgaste físico no se comparaba para nada al desgaste mental que tenía, una, por no poder defenderse de sus opresores y sentirse débil e inútil, y dos, que era la razón más clara de su constante trauma, el propósito de Satanick en todo este asunto, no podía dejar de preguntarse por qué de un día para otro ese diablo se interesó tanto en él, llevaban años de conocerse ¿por qué justo ahora se le cruzó por la mente esa perturbadora idea?, es más, si se ponía a analizar el asunto, todo comenzó cuando se interesó en Siralos, pero sí logró tener una cita ¿Por qué no lo intentó otra vez?... ¿lo estaría usando de reemplazo? No, no cree eso, Siralos es muy diferente a él, aunque si bien era su padre y claramente poseía rasgos parecidos a éste no era tan agraciado como el dios, es más Siralos tenía rasgos muy finos, realmente parecía una mujer, aunque claro, con todas esas sesiones de manicure, masajes de pelo, semanas de ir al spa, todos podían mantenerse jóvenes con una hermosa piel... sin embargo él, él no tenía nada tan agraciado como el dios, el diablo tomó un espejo y se puso a observar su rostro, no era feo, pero tampoco es como si fuese un prodigio en belleza, tenía ojos grandes y de un color muy común en su mundo, sus pestañas eran tamaño promedio, sus dientes eran comunes, dejó el espejo de lado y se observó el cuerpo, era delgado, no tenía un cuerpo escultural, es más tenia cicatrices en su pecho bastante feas, se miró los brazos y pensó, que era extraño el tono tan rojo de estos, en fin, no sabía que era lo que le llamaba tanto la atención al otro diablo de él para estar tan entusiasmado, aunque claro su autoestima no era muy alta después de toda la tortura que había recibido durante años.

Horas después estaba durmiendo, Satanick lo despertó, le traía el almuerzo, Ivlis estaba perturbado, pero no porque el más alto lo estuviese atendiendo, sino por el atuendo que traía puesto, era bastante perturbador ver a un tipo corpulento, tan alto como lo era Satanick con esa cara de pervertido y para nada femenino usando un traje de enfermera que apenas le tapaba la entrepierna, Ivlis no sabía si llorar o vomitar sangre cuando lo vio entrar, así que solo desvió la mirada para intentar no quemar sus ojos por la vista que le daba el otro.

-El otro día esa tipa desagradable te estaba dando de comer en la boca... yo también quiero hacerlo~~ - dijo con un tono infantil como si estuviese cuidando a un huérfano moribundo, Ivlis no podía emitir ninguna palabra, aún seguía aturdido por la visión que tenía ante él, fue cuando vio que una mano le tomaba la mandíbula y se la abría forzosamente y Satanick se le acercaba con un aura maligna -si quieres que te trate bien, al menos copera, basura- Ivlis comenzó a traspirar frio y asintió con la cabeza con algunas lagrimitas en los ojos, Satanick volvió a sonreír -di "a"~~- el diablo en la cama abrió la boca diciendo "a" cerrando los ojos para no sentirse tan avergonzado, la primera cuchara con sopa que le había preparado Satanick llegó directo a su garganta, el diablo se estaba ahogando - cofcofcofcofcof... nocofcof -

Satanick x IvlisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora