Parte 9

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Satanick siguió hablando un poco mas de su aventura con Fumus cuando era pequeño y solo paró cuando notó que el otro diablo se había quedado profundamente dormido, al parecer quedó exhausto después de lo que había pasado entre los dos, el que se encontraba despierto, solo sonrió y se acercó al más pequeño con la intención de dormir en posición de cucharita, además como lo suponía el otro diablo era muy calentito y analizándolo bien, Satanick aún no se explicaba el por qué Ivlis se vestía tan abrigado si podía emitir un calor corporal tan caliente, quizás necesitaba otro tipo de temperatura, en fin, lo miraba detalladamente, le parecia muy lindo su pelo así que tomó un mechón de cabello para olerlo, tenía un fresco olor a manzanilla, seguramente el shampoo que usaba se lo había comprado esa mujer que vivía con él, tocaba y tocaba el pelo del otro acariciando desde las raíces hasta las puntas que llegaban bastante abajo por lo que casi recorría todo el cuerpo de Ivlis, tenía lindo cuerpo, no dudó en colocar una mano en el muslo del otro y sobar por esa parte, hace mucho tiempo que no traía a alguien a su cama, y no es que no se entretuviera con otra gente, porque es lo que más hacia, sino que se había prometido que su esposa sería la única en acostarse con él en su cama matrimonial, y el resto serian solo en moteles o cualquier otro lugar, en fin no había roto totalmente la promesa puesto que era una cama distinta a la que usaba con Lil y que por cierto el mismo Ivlis la había estropeado con sus llamas, luego de pensar eso comenzó a divagar un poco y sonrió como auto retándose, abrazó por la cintura al que dormía e intentó dormir, después de todo, el también estaba cansado por la actividad de la noche.

La noche paso rápida y la mañana se hizo presente, el primero en despertar fue Ivlis, se sentía incómodo, como si tuviese todo el cuerpo acalambrado, le dolía la entrepierna, después de todo tuvo que abrir demasiado las piernas anoche y si bien tenía una buena flexibilidad, tampoco era como si fuese de goma, miró hacia todas partes nervioso por la posición en la que despertó, entre sueños había sentido un poco como Satanick lo abrazaba por la espalda y bueno, no era una posición tan vergonzosa como amanecer abrazando el pecho del otro como si fuese una almohada, eso le producía un intenso rubor muy difícil de desvanecer, lo peor es que era un lugar verdaderamente cómodo, intentó levantarse pero un dolor punzante se lo impedía, abrió los ojos avergonzado a morir, ¿cómo se supone que caminaría hoy? Le dolía todo y más su trasero, ese dolor era punzante, lo peor de todo es que se sentía pegajoso, quería bañarse, sin embargo no podía moverse bien y no quería que Satanick se despertara o lo molestaría, así que con el dolor de su trasero, comenzó a moverse lentamente, como desearía poder tener brazos de sombra para alcanzar su bufanda sea donde sea que esté, ponérsela y salir volando hasta el baño, ni siquiera su cola era tan larga como para alcanzar el suelo desde donde estaba se resignaba el diablo de cachos rojos, en lo que intentaba moverse hizo un movimiento mal y se le dobló el brazo cayendo sobre el pecho de Satanick enterrándole un cacho en la mejilla al otro quien despertó inmediatamente – ¡AAAGH! ¡Tus cachos pican idiota!... –el más alto, se dio cuenta en la posición que estaban y sonrió pervertidamente abrazando al otro diablo, atrayéndolo más a su cuerpo – ¿cómo amaneciste cabeza hueca? ¿Con dolor de culo? Si quieres puedo hacerte masajes para que no duela tanto – Ivlis abrió los ojos grandes y miró al otro – ¡deja de hablar idioteces! ¡Necesito ir al baño y no puedo moverme!- dijo con voz algo enfadada –oh~ pero si tenemos una cucaracha de mal humor hoy, pero bueno, te dejare ir al baño, más bien, quiero disfrutar como lo intentas –se reía el otro soltándolo y colocando sus brazos atrás de su cabeza en una posición muy cómoda como si disfrutara del espectáculo –maldita basura...- se decía entre dientes el diablo adolorido mientras giraba apenas por la cama para llegar al extremo, al sentarse en ésta sintió como la vida se le iba en el dolor que punzaba en su trasero –GYAAAGH~~ ... ¡maldito! ¡¿Que me hiciste?! –alegaba mientras lagrimas corrían por sus ojos pensando en la triste vida que tenía, mientras intentaba ponerse de pie, el de pelo más oscuro solo se reía y babeaba al ver el cuerpo de Ivlis desnudo frente a él –¿Qué te hice? Pensé que te había quedado claro anoche, aunque si quieres que te lo recuerde por mí no hay problema, me encantó metértelo entre ese redondo y apretado cu...-

Satanick x IvlisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora