Parte 14

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El diablo del mundo Pitch Black se fue contento esa noche, había tenido un día espectacular y por ahora estaba bastante cansado, tenía la intención de dormir con Ivlis también esa noche, pero debía controlar sus ansias de querer estar a su lado o realmente ese sentimiento que tenía por él podría descontrolarse y él realmente no quería eso, se supone que el enamorado debía ser Ivlis no él, por lo que se despidió con un enorme beso en los labios del de cabellera larga y se largó a su mundo, el diablo de las llamas estaba confundido ¿por qué había hecho eso con Satanick? es decir él era la victima de constantes acosos del otro, tenían sexo casi todas las noches solo para que el otro diablo no lo golpeara, es decir, no es porque realmente quiera satisfacer al mas alto es solo por conveniencia, entonces ¿por qué? ¿Por qué hizo eso tan descabellado? desvió la mirada hacia otra parte mientras se limpiaba la boca, aún puede sentir un poco el sabor de la esencia de Satanick en su boca, tan solo un poco, pero aun así le daba algo de asco pensar de donde provenia ese sabor– ¿qué mierda hice? – miró su oficina, estaba toda desordenada, suspiró y tomó su ropa, se la colocó, miró atentamente su pañoleta, se había manchado con algo blanco y sabia bastante bien de que se trataba, le dio algo de vergüenza, la hizo una bola, apagó la luz, miró por última vez la oficina y suspiró cerrándola de un portazo ¿Qué significaba todo esto? De verdad no podía explicar que rayos había sido todo lo que había vivido en éste día y más por lo que había dicho Satanick hace un rato ¿que fue ese te quiero?, él es despistado pero aun así pudo notar esa pausa que hizo cuando salieron aquellas palabras de su boca, en fin, caminó hasta su habitación con paso pesado, se vió al espejo mientras caminaba, se veía cansado, tenía el cabello desordenado y más porque no estaba sujeto en una cola como siempre lo llevaba, no pudo evitar notar las marcas que había dejado el otro diablo en su cuello, suspiró y desvió la mirada, era más extraño verse en el espejo y que estas marcas no estuviesen, ya eran parte de su día continuo, miró el suelo y se rascó la cabeza ¿Por qué no acaba con esto de una vez? Siguió caminando hasta su pieza, supuso que ya todos dormían puesto que era bastante tarde, cerró la puerta de su habitación y fue cuando notó la presencia de Rieta en ella

-Di...Disculpe la intromisión señor Ivlis, pero... quería constatar que llegara bien y con eso me refiero a intacto a casa- estaba sentada en la cama del otro y al verlo rápidamente se puso de pie acercándose a éste, no pudo evitar ver las marcas en el cuello del diablo y bajo la mirada –¿en serio aceptará acostarse con él para siempre?... si gusta yo... yo puedo inmolarme por usted, de esa manera usted jamás tendría que volver a pasar por eso, seria libre... yo haría todo por usted señor Ivlis-

-Ri... Rieta... - le acomplejaba hablar de éste tema, era algo que afectaba directamente a su orgullo, sin embargo Rieta era alguien de plena confianza y tenía una profunda lealtad hacia él –no sé qué pensar con respecto al tema... es algo complejo... ni siquiera sé cómo sigo haciendo esto...-dijo sin más, algo resignado- en fin, al menos ya ese puto no me agrede, si obtengo un beneficio tan grande es bueno sacrificar algo... aunque la maldita basura parece imparable... realmente no sé cómo no se cansa... - se le tornaron carmesí las mejillas y miró hacia otro lugar y de la nada curvó la boca en una sonrisa triunfante – ahora que lo pienso, podría conseguir algunas otras cosas de Satanick, estoy seguro que no se negará – dijo, mientras pensaba en si estaba bien aprovechar de esa manera lo que estaba viviendo con el otro diablo o no, después de todo era Satanick, uno de sus torturadores – aunque, me surge una duda... - Rieta lo miró preocupada y sonrió porque el otro se sinceraba con ella – hoy estaba algo triste... y Satanick en vez de molestarme decidió alegrar mi día... -comenzó a pasearse por la habitación mientras la mujer lo miraba –me llevó a comer cosas bastante extrañas pero ricas... - Rieta lo miraba dar vueltas de un lado hacia el otro- también me dijo que era su cumpleaños y que por eso quería pasar el día conmigo... - la de pelo claro abrió los ojos grandes al escuchar lo último – y lo más extraño fue lo que dijo cuando llegamos... él dijo "te quiero"... pero estoy completamente seguro que lo dijo para fastidiarme, aunque después completó la frase de una manera desagradable... no sé qué está tramando ese idiota, estoy casi seguro que es algo para fastidiarme, debo lograr crear un contra ataque... ¿qué opinas Rieta? ¿Qué plan puedo crear para que sea lo que sea que planea Satanick se eche a perder? –sonrió nuevamente, Rieta quedó petrificada cuando escuchó lo del "te quiero", era obvio lo que estaba pasando, ese diablo realmente se estaba enamorando del suyo, un coraje le invadió por dentro ¿cómo osaba interesarse en un ser tan magnifico como el señor Ivlis?, ese puto no merecía su amor y agradecía lo despistado que era Ivlis en estos momentos –lo apoyaré en todo lo que usted quiera señor Ivlis, no permitiré que ese tipo se salga con la suya – y cuando lo decía hablaba netamente de quedarse con él, ella realmente no soportaría que su señor sintiese algún afecto por el otro o quizás ya lo tenga, pero es tan despistado que no lo logre notar, debía sacarle información de alguna manera también a su diablo, pero ¿cómo hacerlo sin ofenderlo? –señor Ivlis ¿qué cree usted que sería apropiado hacer para descubrir lo que planea ese desgraciado? quizás sea una excelente idea hacerlo esperar por usted, ver cómo reacciona si usted no está para saciar su apetito sexual –

Satanick x IvlisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora