Satanick x Ivlis

Parte 8

ADVERTENCIA: Esto es yaoi HARD al que no le guste, por favor espere el capitulo 9, y bueno al que le gusta, please disfrute y llame a un hospital por si hay hemorragias(?)

Pd: PORNOOOO (?)

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Eran exactamente las 22 horas, la mayoría de los empleados se habían ido para sus casas, Glasses le pidió a su novia alojar con ella puesto que sabía que no podría dormir bien en su casa puesto que su padre estaría con ese diablo que no le agradaba para nada, después de todo le habían avisado que esa noche habrían ruidos desagradables para sus oídos y prefirió prevenir el trauma. En el castillo, exactamente en la nueva habitación del diablo del mundo donde no había sol, se encontraban Satanick e Ivlis justo en la puerta de esta, el más alto tenia arrinconado al más pequeño impidiendo el paso al otro ya que tenía ambas manos alrededor de éste y una pierna entre las del de cachos rojos -Sa... Satanick... - el diablo ajeno a ese mundo estaba algo nervioso mirando al que lo acorralaba sin embargo esta vez no escaparía, si hacia algo y molestaba al mayor quizás la pasaría realmente mal en esa noche, por lo que prefirió cooperar un poco dejando que el de cachos encorvados hiciese lo suyo y vaya que lo hacía, esa boca de filosos dientes se acercaba peligrosamente a la suya poseyéndola profundamente, el correspondía, después de todo el hacerlo no era tan malo y no perdía nada en disfrutar de la maestría con la que besaba Satanick, él lo hacía de una manera torpe aun, pero aun así no pudo evitar sentir como aumentaba la temperatura de su cuerpo a medida que el otro lo seguía besando - veo que te gusta ser besado basura... espero que cuando te lo meta coloques una cara tan linda como la de ahora -colocó sus manos sobre la cara del de ojos ámbar para acariciarlo mientras lo volvía a besar deslizando una de éstas hacia su corbata de listón y desarmarla para luego sacársela y tirarla por algún lugar de la habitación alejarse y sonreír seductoramente quitándole la bufanda al otro diablo quien miraba la acción de Satanick y desviaba la mirada sumiso, precisamente esa cara le encantaba al más alto, esta noche seria memorable, no podía esperar, pero si se apuraba las cosas no saldrían bien por lo que disfrutaría lentamente. Se abalanzó contra el cuello para repetir la acción de besar, chupando mientras desabrochaba algunos botones del uniforme de Ivlis, por ende dejando más cuello visible para besar - mmgh~ - se escuchó quejarse al diablo de las llamas cuando el otro terminaba de hacerle unas cuantas marcas moradas en el cuello -dejare mi marca en todo tu cuerpo jejeje para que todos sepan al mirarte que esta puta es mía- dijo en tono sexual mientras desabrochaba su chaqueta y se la sacaba rápidamente y de paso la camisa que se encontraba debajo de esta liberando todo su blanquecino torso de la ropa, mostrando su esculpida figura al otro quien apenas si tenía su traje con unos botones abiertos. El de pelo más largo veía como todo estaba marchando más rápido de lo que él creía y no podía dejar de estar nervioso y más mirando la cara sonrojada del más alto, era una cara como si tuviese sed de sexo y eso lo aterraba más porque sentía que serían muy poco delicado, aunque hasta el momento Satanick no se había comportado mal -Puedes tocar lo que quieras cabeza hueca -escuchó que el otro le hablaba seductor en su oreja provocando un escalofríos en el, así que desvió la cara para otro lado notando también como esa rodilla que se encontraba acorralándolo subía hasta que comenzaba a jugar con su entrepierna - ¡¿o... oye~?! -se quejó cerrando un ojo y el de cachos encorvados reía y se saboreaba los labios mientras le desabrochaba el cinturón a Ivlis y lo lanzaba por alguna parte y ahora le metía una mano debajo de las ropas aun sin desabrochar completamente -tienes un cuerpo lindo basura, no puedo negar que me calientas más de lo que creía que lo harías -le hablaba en el oído lamiéndoselo cuando terminaba una frase y luego le mordía suavemente para pronto recorrer con su nariz el cuello del diablo de cachos rojos -tranquilo, seré suave la primera vez -se rio y se agachó a la altura del pecho del acorralado para desabrochar con la boca los botones del traje de Ivlis, botón por botón demostrando su gran habilidad con la lengua, mientras miraba seductor al diablo que lo veía cohibido y rojo a mas no poder.