EPILOGO

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Comentario:  ja! pensaron que era una malvada y cruel persona!!?  pues no ¬////)^///¬  bueno no del todo >//v//<  ... la verdad tenia un maléfico plan de dejar que sufrieran con ese final una semanita para luego lanzar esto, pero como que no puedo esperar mas ;3;  y lo escribí, con esto si que termina la historia .  

muchas gracias por leerla, realmente se los agradezco demasiado, la pasé muy bien, gracias por ser mis lectores, nos vemos en otra historia de Satanick x Ivlis pronto (es mi otp ok (aunque tambien amo el Rieta x ivlis ¬/////¬ (si, ivlis siempre sera ukeado(?) ok no) ), no me hagan escribir otras parejas >/////<   si escribo otra es culpa de mi kohai shironame. (?)  aunque me tientan mucho el maleetikcalb, adauchixemalf (eso se llamaria adamalf? no sé) eso ...)



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El diablo de Pitch Black vivía pacífico nuevamente en su inframundo, entre fiestas, alcohol bohemia, mujeres, hombres, lo común de su monótona vida, quería olvidar ciertas cosas que el desventurado destino le había traído, si esto era su castigo por ser como era, él lo aceptaba. Fue un día que notó que en una semana se cumplía el plazo estipulado por Reficul para no ver a Ivlis, en una semana más Ivlis no correría peligro de muerte si es que volvía a verlo, seguramente esa mujer pensó que si se distanciaban una cantidad de años el fuerte sentimiento que sentían el uno por el otro se desvanecería y de alguna forma era cierto, quizás ya no sentía tan fuerte ese amor por Ivlis, no era tan potente como hace tres años, no lo hacía volverse loco por estar con él, por pasar su tiempo con él, pero tampoco es como si olvidara todo ese amor que sentía, él lo seguía queriendo, lo difícil era saber si Ivlis lo seguía amando, después de todo, él debe pensar hasta estos días que él realmente nunca lo amó, Satanick aceptaba éste hecho, trataría de conquistarlo de apoco y de una forma adecuada ésta vez, ahora no había nadie quien los separara, amenazó de muerte a Reficul antes de irse del mundo llama ese día y no dudaría en matarla si se atrevía a interferir en sus planes nuevamente.

Durante esa semana se mantuvo en su castillo, se paseaba para todas partes, estaba inquieto, nervioso, dudoso y proyectaba en su imaginación como sería el volver a ver a Ivlis después de todos estos años ¿habrá cambiado algo? ¿Seguirá siendo tan ingenuo? ¿Su cara seria habría cambiado? ¿Sonreiría nuevamente para él? Tenía tantas dudas que solo podía mirar melancólicamente la luna de su oscuro mundo.

Una semana pasó rápido, Ivlis paseaba por su mundo, estaba justamente afuera de su castillo, iba a una tienda porque le habían dicho que habían nuevos modelos de bufandas y necesitaba ir a observar esas hermosuras por su propia cuenta, fue cuando lo vió aparecer a un metro de él, sí, sus ojos no le engañaban, después de tres años estaba ahí justo frente a él – ¿Qué haces aquí?- preguntó con tristeza, desviando la mirada.

-Cumplí mi castigo de tres años de no verte, ahora volví por tí- dijo serio Satanick mientras miraba directo al más bajo, quien suspiró en modo de conflicto, la verdad tenía el corazón bastante blando desde el evento, estaba realmente sensible, su historia con Satanick lo había hecho cambiar mucho – ¿a que castigo te refieres? yo fui quien te dijo que no volvieras –se rascó la cabeza con la mano derecha y Satanick pudo observar claramente un detalle en su mano y sonrió feliz – son cosas entre Reficul y yo, pero ahora está todo bien, ya cumplí mi castigo y vengo a recuperarte- Ivlis abrió los ojos sonrojándose por completo –¡no digas imbecilidades! ¡No estoy para caer nuevamente en tu juego Satanick!...- el más alto le tomó la mano antes que el otro intentara marcharse y la miró detenidamente -¿y por eso ocupas el anillo que te di ese día? – a Ivlis se le mojaron los ojos y colocó una cara de despecho mientras la boca le tiritaba, quitó su mano del agarre de Satanick, se agachó para tomar algo y ahí fue cuando el más alto notó a un pequeño niño que Ivlis tomó en brazos, abrió los ojos lo más grande que pudo, impresionado, sintió un nudo en la garganta y en el pecho al verlo, era muy pequeño, de pelo negro, piel blanca, ojos igual a los de Ivlis, sus cachos eran parecidos a los del otro pero del mismo color que los suyos, pero... pero sus facciones de cara eran muy parecidas a él ¡era muy parecido a él! el corazón le bombeaba a mil por hora y el habla no le salía, le tomó del brazo al diablo de las flamas mientras le tiritaba el cuerpo y balbuceo triste – ¿qui...quien es ese niño?-

-...- Ivlis lo miró y desvió la vista hacia el suelo, y luego miró a Satanick con pena – su nombre es Licorice.... –dijo colocándose rojo –tiene dos años y medio ... y... es nu... nuestro hijo...- el de cachos encorvados sintió un choque eléctrico recorrer todo su cuerpo y vió al niño detenidamente, recordó que Ivlis sabía que él adoraba los licorices y le pareció tierno el nombre del niño, suspiró triste y a la vez feliz y con rabia, triste por no saber de la existencia de este hijo, feliz porque realmente se sentía feliz de saber que tenía una familia con el diablo que amaba, aunque debía luchar por recuperarla y con rabia porque Reficul seguramente sabia de todo esto. Una lagrima se asomó por la mejilla de Satanick y contagió entonces al otro diablo quien abrazó más a su pequeño hijo quien lo miraba con cara de preocupación, fue cuando el diablo más grande no soportó mas todo estos confusos sentimientos que tenía y lo abrazó, lo abrazó fuerte y prometió que esta vez no perdería a su familia. 



Satanick x IvlisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora