Capítulo 15

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___ P.O.V

Furiosa era poquísimo para describir cómo me sentía, tenía que llegar en este momento. Hoy me había decidido, me prometí que si tenía oportunidad para hacer algo más que simplemente comportarme como una amiga, aprovecharía el momento. Ami apareció de la nada, no entendía qué hacía ella aquí. Se había rizado el pelo, sus labios estaban pintados de un color rojo llamativo, con los ojos delineados en negro para que se notase más el color de su iris. Vestía con un top blanco que dejaba notar sus pechos, los cuales no eran para nada pequeños, hay que admitirlo. Llevaba el vientre al descubierto, dejando ver su piercing en el ombligo. Unos leggins negros tapaban sus piernas y unos tacones, con plataformas aún más altas que las mías hacían que esta chica pareciese una modelo profesional. Miré a Rubius, el cual se sorprendió bastante y me miró desconcertado. Fue a saludar a Ami con dos besos en las mejillas, pero notaba cómo esa tía miraba con deseo a Rubius, lo cual me ponía bastante furiosa. Pregunté a Mangel que por qué estaba Ami aquí esta noche, y él e dijo que estaba invitada desde que planeamos salir. Intenté no darle mucha importancia y seguí bailando con los chicos. Alexby estaba muy animado, bailaba con Willy de manera sensual, lo cual era bastante gracioso porque Willy le trataba como su ''putilla'' y de vez en cuando hacía un gesto raro. Yo no paraba de reírme, estaba con Mangel y Cheeto, pero al apartar la vista de Willy y Alex me encontré a Rubius y a Ami bailando, demasiado pegados, Ami le miraba con deseo y bailaba de manera sensual... No miento cuando digo que eso me entristeció bastante.

Intentaba dejar de mirarles pero no podía, era irresistible ver cómo una golfa como esa podía estar bailando con el chico que te gusta, sí, la he llamado golfa porque es lo que es. Sentía que mis ojos comenzaban a aguarse, así que me fui a la barra a pedir algo de beber. Cheeto y Mangel se ofrecieron a acompañarme pero quería estar sola. Después de convencerlos en que no me acompañasen, me dirigí a la barra, creo que no me pedirían carnet para pedir bebidas con alcohol ya que hoy no parecía que tenía 17 años. No quería tomar algo demasiado fuerte, me pedí un mojito de lima y esperé paciente. Cuando me lo dieron, me senté en una de las butacas tranquilamente, e intenté olvidarme de lo que vi hacer a Rubius hace un momento. Me dolía, claro que me dolía, aunque no fuésemos nada me dolía. Me acabé la bebida y pedí ahora un vodka con caramelo, ya que el mojito no me había resultado algo ''demasiado fuerte''. Empecé a beber y me lo acabé enseguida, nunca había probado algo tan bueno. Pedí otro, y notaba como todo se iba haciendo más borroso por momento, me sentía bien conmigo ahora, no recordaba mucho lo que pasó antes y empecé a quitarle importancia. Me acabé esta bebida y me pedí otro vodka con caramelo, mientras me lo bebía, se acercó alguien...

-¿Que haces tu por aquí? 

Levanté la cabeza, un poco mareada y descubrí que se trataba de Ryan, el chico de esta mañana. Incluso en la oscuridad sus ojos eran claros, y su sonrisa radiante. Me ruboricé.

-¡Anda! ¡Hola Ryan!

-¿Estás aquí sola? -Se apoyó en la barra a mi lado.

-¿Yo? Pfff que va, estoy con... Con unos amigos y yo me he venido a beber un rato. Además, están bien sin mi -Me acordé de Rubius.

Ryan me miraba deseoso, intercambiábamos sonrisas y me importaba una mierda todo. Él y yo empezamos a beber y a bailar pegados, ambos tonteábamos, yo le agarraba la camisa para acercarle a mi, su aliento olía a cubata, pero aún se hacía notar el aroma de su perfume. Este chico podía conmigo. Él empezó a besarme el cuello mientras yo estaba agarrada a sus caderas con los ojos cerrados, dejándome llevar por la música. Me olvidé por completo de todos, ahora sólo importábamos Ryan y yo.

-¿Puedo acercarme un poco más?

Asentí y Ryan se pegó aún más a mi, sus ojos miraban fijamente los míos, eran preciosos, jamás había visto unos ojos así antes. Apenas nos separaban centímetros entre nuestros labios. Repasó con la mirada la comisura de mis labios lentamente mientras él se mordía su labio inferior y yo imité su gesto.

La elección perfecta. (ElRubius y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora