La elección perfecta. (ElRubius y tu)

Capítulo 7

Mis ojos se abrieron como platos, dios... ¿Enserio lo ha escuchado todo? Me incorporé, le miré nerviosa, aún tenía los ojos cerrados, se notaba que estaba adormilado. Notaba un leve sudor en mi frente, me había sonrojado, tenía miedo de hablar ¿Qué pensará de mi ahora que lo sabe todo? Seguro que pensará que soy una mojabragas por lo último que dije, no debería haberle dicho Te amo. Abrió los ojos, aunque los tenía entrecerrados, me sonrió, y guardó silencio mientras me miraba.

-Siento lo de antes, fui una estúpida tratándote así cuando tú no tienes culpa, perdóname...

Rubius sonrió enseñando sus dientes y frotándose los ojos con las manos. Me volvió a mirar sonriendo, se incorporó y se sentó enfrente mía. Estábamos realmente cerca, apenas a 20 centímetros de sus labios. Me apartó un mechón de la cara y me lo puso detrás de la oreja con su mano, no pude evitar no morderme el labio inferior, y él sonrió de medio lado al verme hacerlo mientras que lentamente se acercaba a mi, oh no... eso significa que... ¿Enserio nos vamos a besar?

RUBÉN P.O.V

Me pareció oír a ___ hablar, así que me desperté, y noté cómo ella tenía su cabeza apoyada en mi hombro, creo haber oído unos sollozos, pero no conseguía distinguir las palabras que dijo antes. Estaba demasiado cansado para abrir los ojos al principio, pero sabía que era ella. Vino a disculparse por su comportamiento de antes, ¿Qué chica pierde su orgullo primero ante un chico? Y más siento aún una adolescente. Al oír cómo se disculpó, no pude evitar sonreír, hizo bien. Me incorporé para mirarla mejor, ella volvía a estar sonrojada, siempre que nos miramos acaba igual, y tengo que admitir de que yo también me sonrojaba cuando la miraba sin que se diera cuenta. Tenía una de sus mechas rojas tapándole medio lado de la cara, se lo aparté para que no le molestara y para verla mejor, se mordió el labio inferior y eso es algo que me encanta que hagan las chicas. Sonreí, y empecé a acercarme a ella, sí, quería besarla, tenía ganas, pues claro. Ella estaba quieta, observando cómo me acercaba a ella, pero sabía que ella no era de ese tipo de mujeres y no me correspondería el beso, así que opté por abrazarla. Me molestó el hecho de no besarla, tenía a una chica en mi casa, ambos estábamos sólos, y no haríamos nada... esto parece un chiste que nadie creería, no es la primera vez que traigo a una fan a casa, pero sí que es la primera vez que no lo hago con una que haya venido a mi casa. Apoyé mi cabeza en su hombro, y la abrazaba mientras que le acariciaba la espalda... Sinceramente ¿Cómo no iba a perdonarla? 

-Que boba eres mujer... Pues claro que te perdono -Le besé la mejilla.

Ambos continuamos abrazados, ella me rodeaba el cuello con sus brazos, y después de unos minutos así, me separé de ella y me puse en pie. ___ seguía sentada en el sofá observándome, le ofrecí mi mano y le llevé al dormitorio. Una vez allí me separé de ella y me quité la camiseta, y al volver a mirarla, estaba cabizbaja y sonrojada, cómo no. Sonreí de medio lado y me acerqué a ella, le acaricié los mofletes y alcé su cabeza para que me mirase a los ojos.

-Te voy a demostrar de que puedes confiar en mi. 

Dicho esto, me tumbé en la parte izquierda de la cama y me tapé con las sábanas, mientras ella seguía de pie observándome extrañada. Destapó la parte derecha de la cama y se tumbó a mi lado, ambos estábamos mirándonos, una luz cálida y tenue en la mesita de noche era lo único que alumbraba la habitación. 

-Algún día descubriré el secreto del por qué te sonrojas tanto -Sonreí.

-O quizás no -Sonrió.

-¿Por que no?

-Porque no cuento mis cosas a cualquiera.

-¿Y yo soy cualquiera? -Alcé las cejas varias veces y puse cara pervertida...