Gracias ^~^

234 26 3
                                    

-S-señora, camina demasiado rápido.

- Ama se encuentra bien?

- Hey niña berrinchuda, no importa lo que tengas, camina mas lento.

- Yoshio, no la llames así, sabes que tu eres el culpable de su estado.

- Sht, como es que un idiota como él sabría sobre eso.

- Calmense ambos, yo no tengo responsabilidad sobre nada de lo que le ocurra a esta chica.

- Si es así por que sigues aquí?

- He, p-por que....

- Y Loreto?

- De que hablas, esta fren... Donde esta?

- Maldicion!!! Esta idiota se alejo demasiado.

- Eso que importa, hay que buscarla de inmediato, cualquier bastardo la dañ....

- Ni lo menciones, la encontraremos antes de que eso ocurra.

- Vale vale, ya sueltame que hay que apresurarnos.

*-*-*-----

- Mierda, ese estúpido gato.

Aun no me creía lo que Ebigell me había dicho la noche anterior, no sabia si sentirme molesta o feliz, todo esto comenzaba a darme dolor de cabeza.

- Hey chicos, escaso no hablaran en todo el... He, en donde se metieron.

- Esta perdida señorita? - Una voz ronca sonó a mis espaldas.

- Podemos ayudarle? - preguntó una segunda voz.

- N-no hay problema, estoy bien. - Me encontraba nerviosa, ni siquiera quería girar y ver a las personas que me hablaban.

Seguí mi paso sin prestar mayor importancia, lo único que tenia que hacer era salir de esta calle y correr al colegio, ahí todo estaría bien.

- Vamos, somos buenos guiando a la gente. - Una mano robusta y olorosa en tomo de la muñeca.

- Pe-pero que, le pido que me suelte. - Esto era malo, muy malo, y no podía ver a loa chicos por ningún lado.

- Demos un paseo. - Su fuerza sobrepasaba la mía por mucho.

Ambos se veían ya un algo mayores, al menos unos 30 años como mínimo; el tipo me guió a un como terreno vacío que se encontraba tras una casa.

- Siempre me han gustado las chicas que usan uniforme. - Dijo con mirada pervertida. - Nunca creí encontrarme a una pequeña gatita vistiendo uno.

Mierda!!! Ahora que demonios se suponía que aria, estos bastardos estaban a punto de hacer una estupidez y yo no tendría la maldita fuerza para impedirlo.

- No se que hacemos aquí, yo tengo que irme. - Dije casi gritando, aunque podía sentir como moa piernas comenzaban a temblar.



Camine hacia ellos para pasar por la única entrada, intente cruzar a su lado pero ambos me detuvieron; sentí como uno me empujaba levemente hacia atrás, mientras que el otro mas agresivamente me arrojaba al suelo.

- Es muy temprano para que te marches, que te parece si nos entretienes un poco.

Se acercaron y arrodillaron junto a mi, uno tomo mis muñecas y aproximó su rostro a mi vientre, el otro solo miraba con sonrisa burlona.

¿Por que Neko? (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora