IX

20.3K 995 104
                                        

Me bebo el trago de apoco, mientras sonrió y observo a los chicos. Todos están felices. No han ganado el partido, pero si han llegado a un empate, asique están felices por eso mismo. Bruno y Alexander llegaron minutos antes de que empezara. Luego del partido, nos marchamos todos a casa, se bañaron, comieron y después nos alistamos bien para salir a una discoteca que se encuentra más o menos cerca de casa. Lo estamos pasando todos muy bien.

—Iré al baño — le susurro en el oído a Chad.

Cameron no pudo venir con nosotros, pues trabaja por las noches y hoy tenía mucho que hacer, no podía faltar, pero me prometió vernos pronto. Ahora que hemos intercambiado número, es más fácil conversar con él.

—Amy — alguien me toma el brazo cuando ya me encuentro dentro del baño, me giro para ver a la persona.

De fondo, se escuchan los gritos de las personas y una canción que cantan con fuerza, Dance Monkey. Angela me observa unos segundos antes de que comience a hablar. No he bebido mucho, estoy muy cuerda. Ella también lo está. Las palabras que salgan de sus labios van a ser reales, igual que las mías en modo de respuesta.

—¿Qué sucede?

—Basta — deja que un suspiro se escape de sus labios — termina de una maldita vez.

—No entiendo — me cruzo de brazos delante de ella.

La chica cierra sus ojos unos segundos y se pasa una de sus manos por su hermoso cabello.

—Deja de comportarte como una mierda de persona — sus palabras me toman por sorpresa — te amo, bien sabes que lo hago, pero no soporto cuando tomas esta actitud tan perra. No eres tú cuando andas de este modo. Mi intención jamás fue dejarte de lado, claro que no. Eres mi mejor amiga, te necesito en mi vida.

Ella guarda silencio, esperando a que yo diga algo, pero la verdad es que no sé qué decir. No tengo idea que es lo que está esperando de mí. La canción cambia y las personas gritan felices, ahora suena Señorita.

—Esta es la primera vez que estoy en una ciudad Amy, jamás salí del pueblo porque no me interesaba y viajar me parecía un castigo. Todo me parece increíble, quiero recorrer cada maldito lugar que hay en este sitio. No quiero estar encerrada en casa. No se me hace divertido. Tu ya conoces todo, sabes cómo es la vida por aquí, yo no — en sus ojos se puede ver la desesperación, está asustada, tiene miedo de decir algo que no deba, la conozco muy bien — a ti no te gusta salir, te aburres rápido y te entiendo, hace una semana atrás me pasaba lo mismo, pero era porque vivíamos en un lugar tan pequeño, que ya conocíamos absolutamente todo y no me apetecía recorrer los mismos lugares de siempre. Si te hubiera dicho que saliéramos por ahí, a conocer, me habrías dicho que no — ríe — y yo me tendría que haber quedado encerrada en tu casa o en la mía.

—Si te habría acompañado...

—No, no lo hubieras hecho — sonríe — o puede que sí, pero el interés te habría durado diez minutos y después habrías querido marcharte. Como ayer. Compraste lo primero que viste y te fuiste, solo me enviaste un maldito mensaje. Estaba en el mismo lugar que tu ¿Por qué no te pudiste acercar para decirme que te irías? ¿tanto esfuerzo requería de tu parte aquello?

—Las espere...

—Lo hiciste. Pero el plan era comprar y después ir a pasear por ahí. No lo hicimos, porque tu rostro cuando te encontramos era de puro aburrimiento. Se veía en tu cara que te querías marchar de una maldita vez.

No digo nada, una vez más. Han comenzado a entrar más chicas al baño, muchas de ellas nos ignoran, mientras que otras nos observan de reojo, lo sé, porque yo estoy haciendo lo mismo.

#1 Mis 5 Idiotas |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora