III

23.7K 1.2K 213
                                    

La alarma de mi teléfono resuena por toda la habitación y dejo que un suspiro se escape de mis labios antes de cogerlo para poder apagarla. Anoche dormí muy mal, me costó mucho conciliar el sueño. Cuando estoy nerviosa siempre me pasa lo mismo.

Me pongo de pies, cojo la ropa que elegí anoche para ir el primer día. Tras darme una ducha rápida y vestirme, bajo a desayunar. En la cocina ya se encuentran todos bien arreglados y perfumados. Estos chicos cuidan bastante su aspecto, sobre todo Dustin.

—Buenos días — me saluda Bruno de manera distraída mientras coge una taza de café.

Respondo su saludo, tomo una taza, la lleno del contenido marrón y luego me siento junto a mi hermano, el cual se encuentra repasando algunas cosas que tiene anotado en su cuaderno. Cristóbal siempre ha tenido unas muy buenas calificaciones.

—Tengo examen de biología — me explica al percatarse de que me encuentro observándolo — a primera hora.

—Seguro te ira bien — dejo mi mano en la de él y le sonrío.

Me como algunas tostadas mientras bebo mi café. Estoy muy cansada y sé que tengo unas ojeras muy bien marcadas. Esto es lo malo de tener una piel tan clara. Todo se nota aún más. Al terminar, subo una vez más a mi habitación, tomo mi mochila, mi teléfono y camino hasta el baño para poder lavarme los dientes y añadirme un poco de colonia.

—¡Apuren! — grita Dereck desde la parte de debajo de la escalera.

Salgo del baño al mismo tiempo que lo hace Bruno y Dustin de sus habitaciones. Al bajar, mi hermano sigue con su cuaderno en mano mientras que Dereck le señala algunas cosas, supongo que aclarándole algunas dudas.

—¿Aun tienes tu licencia?

—¿Por qué crees que me la quitarían? — levanto una de mis cejas y el me observa con sus verdes ojos, unos que son un poco más oscuro que los míos.

—¿Enserio quieres que responda? — extiende una de sus típicas sonrisas burlistas.

—Aun la tengo — bufo.

—Bien, nos vamos juntos entonces. Tu manejas para que yo pueda seguir estudiando ¿bien? — asiento con la cabeza y me extiende las llaves de su camioneta negra.

Al subirme al vehículo, mis piernas comienzan a temblar. Hace mucho que no manejo, pero eso no es lo único que me tiene nerviosa, el hecho de tener que ir a un nuevo colegio también me tiene muy inquieta. Lo que menos quiero es tener que marcharme a otro lugar una vez más. Debo mantener un perfil bajo.

Durante la mayor parte del camino nos mantuvimos en silencio. Cristóbal solo hablo cuando debía darme alguna instrucción de donde tenía que ir para poder llegar al colegio. Al aparcar la camioneta, dejo que un suspiro se escape de mis labios y mi cuerpo se relaja completamente. Bueno, al menos llegamos vivos, eso es importante, ahora hay que dar el siguiente paso, afrontar a todos ahí dentro.

—¿Estas muy nerviosa? — mi rubio hermano deja su mano en mi hombro causando que pegue un pequeño brinco en mi puesto.

—Un poco — admito y me muerdo el labio — no quiero cometer el mismo error...

—Y no lo harás. No dejare que lo hagas. Ahora me tienes a mí a tu lado — me giro para verlo, está sonriendo un poco, intentando de ese modo calmarme.

Él tiene razón. Cuando éramos pequeños, todo salía bien si él se encontraba a mi lado. Nunca cometí un error tan grave cuando mi hermano mayor se encontraba conmigo.

—¿Vamos? — señala con un movimiento de cabeza el colegio.

Tomo una gran bocanada de aire y asiento con la cabeza. Al bajar, nos encontramos con los demás. Ellos han llegado un poco después que nosotros, pero aun así han bajado antes. Nos estaban esperando.

#1 Mis 5 Idiotas |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora