DANIELLE
Para cuando desperté estaba en el hospital. Era un lugar que podía distinguir a kilómetros, sino, ¿Por qué otra razón me dolería el brazo y tendría algo pegado a la cara?
Algo mareada me levanté y me arranqué los tubos esos que tenía en la nariz. Inmediatamente los monitores empezaron a pitar y un par de enfermeras llegaron.
― ¡Cálmese señorita! ¡No debe moverse!― me ordenó una acostándome a la fuerza.
― ¡Suéltenme!― grité desesperada. Si había un lugar que odiara ese era un hospital, lo aborrecía.
― Por favor, tranquilícese, no puede hacer fuerza, esta herida― dijo la otra tratándome con más delicadeza.
― ¿Cómo que herida? Yo no tengo ninguna herida, Ángel es la que está lastimada― repliqué quedándome quieta.
― Tu amiga está bien, pero tú tenias un corte profundo en el brazo, varios moretones en el estómago y una contusión en el cráneo, ya descartamos una hemorragia interna pero de igual manera debes guardar reposo― explicó despachando a la otra enfermera con una señal.
Me tomé unos segundos para calmarme y repasar mentalmente lo sucedido. No recordaba nada de eso.
― Está todo bien, no te preocupes, ¿sabes qué día es hoy, linda?― preguntó revisando el suero.
― ¿Qué? No...no tengo ni idea― contesté alterándome de nuevo.
― ¿Sabes dónde estás?― inquirió leyendo la historia médica.
― ¿Cómo lo voy a saber si me acabo de levantar?
― ¿Qué edad tienes?― continuó sin mirarme.
― 17.
― ¿De dónde eres?
― De la capital
Entonces noté el acento extraño de quien me atendía.
― No estoy en la capital ¿verdad?
― No, linda, no lo estás, ¿tienes un número en el cual podamos contactar a tus padres? ¿Algún familiar o tutor?
― Sí, claro, ¿Dónde estoy?― no reconocía el acento.
― Escribe el número aquí y me encargaré de que alguien se comunique con ellos― y se salió por la tangente.
Rápidamente garabateé los números en la hoja y se la entregué.
Ya estaba a punto de irse.
― ¿Qué paso con la chica que estaba conmigo? La que tenía rotas varias costillas...― curioseé con miedo de la respuesta.
― Está bien, está en la siguiente habitación, no te preocupes― respondió sonriendo.
― ¿Puedo verla?― pedí endulzando la voz.
La mujer, que luego entendí era una doctora, me miró con ternura.
― No sé si te dejen salir― dijo entrando de nuevo.
― ¿Quién no me va a dejar salir? ¿Las enfermeras? Ordéneles que me dejen ir con ella― repliqué.
La doctora no respondió y se limitó a mirar mi brazo izquierdo.
Intenté levantarlo para mirar pero no pude. Algo metálico chocó contra la baranda de la cama y al buscarlo descubrí que era: estaba esposada a la cama.
― ¡¿QUÉ DIABLOS ES ESTO?!― exclamé supremamente enojada.
― ¡Cálmate!― pidió tomándome de los hombros para acostarme.
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Friends with Benefits - TERMINADA
Teen FictionLos amigos con derecho no tienen reglas, no tienen limites, no hay obstáculos, es todo perfecto hasta que te enamoras. No es un tipo de romance cursi, ni tierno pero quien sabe todo cambia con el tiempo, hasta los sentimientos. Historia con tematica...